La conocida ‘coach’ de ‘Sálvame‘ no ha dudado en aportar su visión sobre un fenómeno que afecta a cada vez a más personas, como la divulgación de contenidos privados. «Cada uno lo que hace con su vida es suyo, pero está claro que no se puede divulgar un video privado y no con la excusa de si está con su mujer o no», recalca. «El peligro que tienen las redes sociales o plataformas como WhatsApp es que parece que no tienes un limite para proteger tu vida. En este caso, parece que el que lo distribuye tiene una finalidad para conseguir lo que desee de esa persona y traspasa unos limites de intimidad».
«El acoso en las redes es cada vez mayor y se están traspasando esos límites», añade. Como profesional de la televisión, admite que toma ciertas precauciones con los contenidos que comparte en las redes o a través del teléfono, «pero si grabo un video con mi pareja no estoy exenta de que alguien pueda hacer algo así. Yo, como cualquiera, hago con mi vida privada hago lo que me dé la gana mientras no haga daño a nadie». Por eso, cree que no se puede entrar en el juego de emitir juicios sobre nadie: «Es algo que tendrá que hablar él con su mujer y nadie es juez. Cuando eres un personaje público se permiten muchas más cosas».
Cristina Soria recuerda que el caso de Olvido Hormigos es marcó un antes y un después en este tipo de delitos. «Su caso ayudó a saber que distribuirlo es también delito. Entonces ella era una persona anónima y se hizo viral su video. Ahí tenemos el ejemplo… No se puede consentir que se haga de esto una cacería y que se pueda divulgar, mucho menos. Cada uno en su intimidad hace lo que quiere».
Como coach no es capaz de vaticinar las consecuencias que pueda tener lo sucedido en el estado de ánimo de Santi Millán: «No conozco la personalidad de Santi, pero entiendo que tienes que pasar por rabia, por dolor y no sé si por vergüenza, pero en todo caso tiene que dar mucha rabia no sentirse protegido».
«La única forma que tiene de defenderse es la legal. No sé si después de esto cambiará su vida privada, pero esto es un roque de atención para todos. Parece que estas cosas le pasa a otros, nunca a nosotros», añade. «Él es una víctima porque han atentado contra su intimidad».
«Hay límites en los que no se puede entrar: los insultos en las redes, noticias que son bulos en las redes… Las personas están muy desprotegidas. Puede circular un bulo y se puede generar un ciberacoso, produce un daño muy grave y nadie nos ampara. Verlo también es delito y si lo ves y lo comentas también cometes un delito», destaca. Para Soria, una señal que puede explicar por qué este tipo de contenidos se convierte en virales está en la sociedad y en la educación: «En la calle detecto mucha ira, muchas ganas de ataque y estos medios en los que cualquiera puede opinar, como las redes, dan vía libre para todo tipo de comentarios».
Cristina Soria considera que este asunto debe ser motivo de debate y de reflexión, por las graves consecuencias que tiene. «Por ejemplo, se generan dudas sobre una persona. ¿Habrá sido la chica? Estás poniendo el foco sobre una persona que ha pasado un rato divertido con él. Genera mucho morbo y hay mucho aburrimiento. Cada vez hay más coaches para gestionar este tipo de cosas, como que se hable de ti constantemente y se te juzgue por todo».