La 'vida secreta' de Eugenia Martínez de Irujo

Eugenia Martínez de Irujo lleva mucho tiempo callada. Para mi gusto, demasiado, pero a ella se la ve radiante. Y con eso me quedo.

Como le pasara a Lolita Flores con su madre, hay un antes y un después en la vida de Eugenia Martínez de Irujo tras la muerte de la suya, la duquesa de Alba. Vimos a una hija rota de dolor, desvalida y abandonada emocionalmente por este golpe de la vida. Sin embargo, el duelo se hizo por los cauces normales, los recuerdos buenos fueron ganando terreno a los malos y reapareció su sonrisa tan característica. Para mí su mayor atractivo físico, porque consigue que se le ilumine toda la cara.Eugenia Martínez de Irujo llevaba ya un tiempo apartada de los photocalls y la vida social, a veces tan repetitiva y soporífera, pero fue perder a su madre y verla cada vez menos, salvo en presentaciones de Tous, firma para la que sigue trabajando, o Menudos Corazones, fundación con la que colabora muy estrechamente.En Instagram cuelga fotografías de gran relevancia para ella, que no generan ruido ni aportan gran novedad, y a nivel mediático casi ha desaparecido. Nada sabemos de sus amores, que los tendrá, de si entra o sale, de si va o si viene. Salvo el pequeño 'affaire' que tuvo con Jose Coronado, poco colorín nos ha proporcionado la aristócrata en los últimos dos años.

Eugenia Martínez de Irujo estuvo muy expuesta durante su matrimonio, idas y venidas con Fran Rivera, y la vimos morir de amor por una historia que no era recuperable. Siempre el tiempo juega a favor de los malos acontecimientos, porque los va difuminando hasta convertirlos en una nebulosa. Y ahora el torero, que ha creado otra familia, a mi parecer, mucho más convencional y aburrida, forma parte de su pasado. De esa relación queda su hija Cayetana, Tana para los suyos, a la que adora, y con quien da la sensación de entenderse cada vez mejor. Eugenia es una madre moderna, que ha vivido mucho y que ahora tiene la sabiduría que dan el paso de los años. Aguantó estoicamente su batalla con Fran por la custodia de la niña y salió airosa de un desagradable capítulo que no beneficiaba a nadie.Da la sensación de que ahora las aguas discurren por un cauce tranquilo y que Tana ha encajado muy bien la situación de sus padres.

No he coincidido demasiadas veces con Eugenia Martínez de Irujo, pero siempre ha sido muy amable y hasta lo que no ha respondido lo ha hecho con una sonrisa. Es mucho más cercana de lo que pudiera parecer y tiene un aire aniñado que a mí me da como ganas de abrazarla. Su vida ahora es un misterio para todos nosotros porque ha cortado casi todos los cauces de comunicación con el exterior, pero a mí me gustaría saber más de ella, porque considero que tiene mucho que contar si tira del hilo de sus recuerdos.Por dar ideas que no quede, ¿por qué no unas memorias?