La romántica cita a pie de playa de Laura Escanes y Álvaro de Luna en Maldivas

Laura Escanes está pasando por una de las etapas más dulces de su vida después de haber vuelto a recuperar la ilusión gracias a Álvaro de Luna. Ambos están disfrutando de los primeros meses de su relación, dando rienda suelta a su pasión y afianzando su noviazgo poco a poco. Para ello, la pareja ha hecho las maletas y ha puesto rumbo a Maldivas. Están pasando unos días de relax y desconexión. También ha tiempo para tener románticas cenas a la luz de las velas frente al mar. 

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Laura Escanes y Álvaro de Luna están afianzando su relación y lo hacen disfrutando de unas merecidas vacaciones. Ambos han puesto tierra de por medio y están teniendo tiempo para disfrutar del uno del otro y dejar atrás así el mundanal ruido. En medio de sus apasionantes aventuras, la pareja tiene tiempo para darse mimos y disfrutar de la gastronomía de la zona con una romántica cena al atardecer, a pie de playa. En concreto, podemos ver una mesa para dos, rodeada de antorchas. Un enclave paradisiaco y que marcará un antes y un después en su relación. A juzgar por las imágenes que ha compartido la joven, a ambos podemos verles relajados, felices y con un brillo en la mirada. Sin lugar a dudas, este viaje les está sirviendo para conocerse aún más y afianzar su noviazgo. Esta escapada llega en un momento de cambios para Laura, quien está centrándose en su trabajo y también puede presumir de tener varios proyectos encima de la mesa.

Alojados en una lujosa villa en la que poder desconectar

La pareja se ha alojado en uno de los resorts más exclusivos de Maldivas, Fushifaru Maldives. En concreto, están descansando en una villa sobre el mar con piscina y cuenta con todas las comodidades. Su villa tiene una capacidad para tres personas repartidos en 122 metros cuadrados. Cuenta con una habitación con cama doble, que tiene unas vistas increíbles al mar, y otra habitación con una cama individual. Además, tiene un extenso cuarto de baño con una bañera de lo más increíble, que da a un ventanal al mar. Estos ventanales dan directos a una terraza privada con piscina privada. Además de tener una tumbona balinesa y una mesa, la zona cuenta con una zona de solárium con dos tumbonas. Esta villa es el mejor lugar para desconectar de todo.