Kiko Hernández, padre orgulloso ante el talento oculto de sus hijas

Kiko Hernández pasa mucho tiempo fuera de casa por trabajo. El hecho de que sea uno de los colaboradores más habituales en el plató de 'Sálvame' y las grabaciones de 'Mejor llama a Kiko', así como otros compromisos profesionales, hacen que no pueda ver a sus hijas, Abril y Jimena, todo lo que le gustaría. Sin embargo, el colaborador siempre encuentra huecos para hacer planes divertidos con ellas. Aunque no suele hablar mucho públicamente sobre sus pequeñas, de vez en cuando nos muestra qué cosas le gustan. Este pasado fin de semana, Kiko ha dejado claro que a sus hijas les encantan los bolos.

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El colaborador se va a jugar a los bolos con sus dos hijas

Desde el lugar en el que han jugado a los bolos, Kiko Hernández ha compartido el antes y el después de la pantalla de los resultados. "Así empezamos...", ha empezado escribiendo junto a una imagen en la que se ven los nombres de todos los participantes, entre los que están el suyo y el de sus hijas. Todos empezaron con un resultado cero. Unos minutos después, y tras jugar un buen rato, el colaborador de televisión compartía el resultado final con un "y así terminamos...".La pantalla demuestra claramente que sus hijas tienen un talento que nunca antes había desvelado. A Abril y Jimena se les dan muy bien los bolos. De hecho, ganaron a su padre y a la otra acompañante que fue con ellos a jugar. Abril consiguió 70 puntos y Jimena 80. Su padre hizo apenas 51 puntos.

Siempre tiene huecos para hacer planes divertidos con ellas

Kiko Hernández es todo un padrazo y no deja de hacer planazos con sus hijas, que tienen todavía apenas cinco años. Con esta edad, las pequeñas han demostrado que tienen un talento especial para los bolos. No sabemos si para algo más, ya que el colaborador de televisión tiene bastante cuidado con qué mostrar y qué compartir sobre las vidas de sus gemelas.Él ya desveló hace unos meses que sus últimos cinco años, la edad que precisamente tienen sus hijas, están siendo increíbles. Lo hacía desde un parque de bolas, donde se unió a sus hijas. "Mis últimos cinco años son un juego constante", decía con una gran sonrisa en el rostro. No para de buscar alternativas de entretenimiento para que sus hijas disfruten del ocio. Kiko Hernández no duda en unirse a ellas y está sumando muchos momentos a su lista de recuerdos.

Su vida lleva cinco años siendo un juego