Ivonne Reyes y la reina Letizia, unidas por el mismo dolor

Ivonne Reyes ha perdido a su hermano David de forma brusca, dramática, una experiencia muy similar a la que vivió la reina con su hermana Erika hace casi diez años.

La muerte de un ser querido de forma inesperada o dramática es uno de los acontecimientos más difíciles de asimilar y requieren un duelo muy largo. Se quedan en la cabeza muchas preguntas sin resolver, dudas... Ivonne Reyes ha recibido esta semana el golpe más duro de su vida, lo que le ha llevado a afirmar que tiene 'el alma rota', una bonita metáfora para describir un estado anímico que puede compararse también con un espejo hecho añicos.La reina Letizia vivió un capítulo también muy dramático el 6 de febrero de 2007, cuando perdió a su hermana Érika de forma abrupta. Tenía solo 31 años y una hija, un presente laboral favorable y un futuro prometedor, pero, sin embargo, su vida se quebró, se cortó de raíz.

Siempre recordaré a la reina Letizia llorando guarecida de la lluvia bajo un paraguas que portaba su marido. Un día inhóspito para un acontecimiento terrible. La imagen del desconsuelo, del dolor más intenso y el protocolo por los aires, nada de contención ni de sobriedad, las emociones aflorando al ritmo de sus lágrimas. Ni que decir tiene que también tengo muy presente a Paloma, su madre, porque nada hay más devastador ni antinatural que perder a un hijo. Ella también ha logrado salir adelante y recomponer los pedazos.

Letizia e Ivonne tienen que convivir con esta ausencia y, aunque el dolor por los seres queridos reaparece en ráfagas intermitentes a lo largo de los años, la vida tiene que continuar. O como cantaba Queen, 'The Show Must Go On'. El 'espectáculo debe continuar'. Una actitud que está tomando la cantante Céline Dion, quien con apenas dos días de diferencia perdió a su marido, el único amor de su vida, y a su hermano, víctimas de un cáncer.La cantante ha aclarado que no es la primera mujer a la que le ocurre esto y que, además, quiere que sus tres hijos la vean fuerte. Aunque en sus momentos privados se desmorone, con esta voluntad logrará salir antes de la oscuridad del duelo y acercarse a la luz de unos hijos creciendo y abriéndose camino.

Sobreponerse a las tragedias es un proceso largo y tortuoso, pero con actitud y voluntad es posible recuperar el ritmo de los días, descubrir el placer de las pequeñas cosas y llegar la conclusión de aquellas palabras llanas de Rocío Jurado, que afirmaba, herida de muerte por la enfermedad: "La vida es un espectáculo".Ha pasado una década y Letizia está asentada como reina, ha tenido que hacer frente a diversas crisis, la última unos inoportunos whatsapps, pero camina firme en su dos facetas, la de mujer y madre, y la de reina. Posiblemente muchas de las decisiones que haya ido tomando en este tiempo hayan estado mediatizadas por ese acontecimiento dramático y saboreará con más profundidad lo bueno que le ocurre, que es mucho.

Hace unos años, Marta Sánchez me dio un titular que ejemplifica muy bien la actitud que se debe tener. La cantante perdió a su hermana gemela a consecuencia de un cáncer, también en plena juventud, y la cantante me dijo: "Quiero vivir todas las cosas que mi hermana no ha podido hacer".Sin duda, nuestro mayor homenaje a nuestros muertos (conforme vamos envejeciendo son más los que tenemos que recordar) es disfrutar de la suerte que tenemos por estar aquí, disfrutando del espectáculo de la vida.