Del cielo a los infiernos: los secretos de la caída en desgracia de Nadiuska salen ahora a la luz

La verdad sobre Nadiuska acaba de salir a la luz, 25 años después de su misteriosa desaparición de los focos públicos y de la faz de la Tierra. El documental de Atresmedia, "El enigma de Nadiuska" resuelve los secretos que rodean a este personaje del que poco o nada se sabía hasta ahora.

¿Qué pasó con la actriz más famosa (y rica) de la época del destape? ¿Cómo se puede estar en lo más alto y desaparecer sin mediar palabra y sin que nadie se pregunte el por qué?

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Existen personajes míticos de otra era cuyas vidas nunca han pasado desapercibidas, como puede ser el caso de nuestra querida Concha Velasco o la gran Carmen Sevilla. Sus carreras podían tener sus más y sus menos, pero siempre han permanecido en nuestro imaginario. No fue esta la historia de otra de las mayores estrellas coetáneas de la época. Nadiuska fue un fenómenos de masas, una de las actrices mejor pagadas de los años 70 y todo un icono sexual. Sabemos que cayó en desgracia y que hasta llegó a vivir en la calle, mendigando. Pero... ¿Cómo llegó hasta ahí? ¿Quiénes estaban en su vida en tal momento? Y... sobre todo nos preguntamos ¿Sigue viva? Las respuestas están llegando ahora, gracias al documental de Atresmedia cuyo último episodio se transmite este domingo.

Nadiuska, de gran icono del cine de destape a la ruina y al desastre

Su magnética belleza y su exuberante físico la encasillaban en papeles de seductora y digamos 'mujer de vida alegre', que no tenía grandes reparos a la hora de  mostrar su cuerpo desnudo con toda la naturalidad del mundo. Fue la primera mujer que enseñó los pechos en España, en la revista Guadiana, y la primera famosa en posar para la revista Interviú, en su número 7, cuando la publicación llevaba tan solo mes y medio de vida. El reportaje marcaría un antes y un después no sólo del medio, sino también de la carrera de una actriz cuyo origen, a día de hoy, sigue siendo todo un misterio. Casi todos sus compañeros de profesión la identifican como rusa, cuando en realidad era alemana judía (su madre era polaca y su padre ruso).

Lo que estaba claro es que el exotismo de Nadiuska aseguraba el éxito en taquilla. Por eso tenía uno de los mayores sueldos de la época, millón y medio de pesetas por película, y hasta tres millones por un anuncio. Era tan famosa que se codeaba con las estrellas más rutilantes del momento y todo el mundo la adoraba. Sus conocidos hablan de ella en el documental como "una persona generosa, buena, cercana..." En cuanto a su faceta profesional, también se deshacen en halagos: "era una curranta, comunicaba, transmitía mucho", dice José Sacristán. "Era espectacular, simpática y espléndida" añade  Josele Román.

¿Por qué entonces nadie acudió a sus llamadas de auxilio? Aún existen muchas piezas por encajar en el puzzle que construye la vida de Nadiuska, que terminó devorada por 'el personaje' al que quiso renunciar cuando ya era demasiado tarde. Víctima de toda clase de abusos, la industria se aprovechó de ella todo lo que pudo hasta despedazarla y convertirla en un juguete roto. Sus problemas de salud mental (con el tiempo sería diagnosticada de esquizofrenia) la hicieron pasar por un auténtico calvario con un triste final.

Damián Rabal, el hombre que se hizo rico con Nadiuska y que la hundió en la miseria

La periodista Valeria Vargas recoge en "El enigma de Nadiuska" los vestigios de la historia de una actriz que brillaba con luz propia y que llegó a rodar 30 películas en 10 años. Se han necesitado más de 50 testimonios diferentes para armar el complicado relato de su vida. "Hombres poderosos se aprovecharon vilmente de ella" comenta Ana Valdi, realizadora de televisión de aquellos 'maravillosos 70'.

Y es que fue en esta década cuando nacía la estrella del cine del destape, que creció hasta el infinito gracias al empuje de su representante y, según aseguran todos en el documental, también amante. Se trataba de Damián Rabal, hermano de Paco Rabal, uno de los hombres más poderosos de aquel entonces.

Damián controlaba completamente la vida de Nadiuska, (su gran obsesión amorosa, a pesar de estar casado). De hecho, fue él fue quien concertó un matrimonio de conveniencia para que la actriz pudiera trabajar en España siendo extranjera, ya que el Sindicato Nacional del Espectáculo era intransigente. La pantomima estaba montada, y Nadiuska vivió unos años de esplendor: tenía dinero, un ático en el Paseo del Prado y decenas de portadas de revistas. Pero todo se estropeó cuando cayó locamente enamorada de un guapo reportero, Alfonso Ayllón.

Fue el principio del fin. Rabal no pudo soportar tal desplante y juró que le haría la vida imposible. La venganza fue brutal: mintió e inventó sobre ella hasta tal punto que cerró todas y cada una de las puertas que anteriormente le había abierto. Fue el primer hombre que la destruyó, pero no fue el único. Después de él vendrían otros. Parecía que una sombra se cernía sobre la actriz, a la que también se vinculó con el Marqués de Cubas e incluso el rey Juan Carlos, según relata el documental. Ella, guardaba silencio. La habían amenazado de muerte, decía.

"Ella en el año 95 ya fue consciente de que no se había contado su verdad y ya entonces nos estaba diciendo que ella guardaba algo. Y, obviamente, lo guardaba". Valeria Vegas, directora del documental.

En una época de gente sin escrúpulos y en la que todo se guardaba bajo la alfombra, Nadiuska no tuvo grandes opciones. Buscó trabajar en coproducciones con el extranjero, fue incluso a Hollywood, pero, aparte de rodar algunos filmes, no consiguió despegar.

Estafada, olvidada y enferma: así fue la repentina desaparición de Nadiuska

Sus siguientes pasos la llevaron a convertirse al cristianismo y a intentar triunfar como empresaria. Pero, de nuevo, los hombres la llevaron a la ruina: Manuel Mateo y Carlos Garnel, sus socios en la productora que montó, acabaron con sus esperanzas. Lo perdió todo y "comenzó a desquiciarse", según se relata en el documental. La engañaron y la estafaron. Endeudada y sin nadie a quien acudir, comenzó su rápida caída a los infiernos.

"No estaba loca, la volvieron loca". Ana Valdi, realizadora de televisión.

Tras su desahucio en 1999 de su casa de Madrid y un intento de suicidio, Nadiuska acaba viviendo en la calle. Concretamente en un área de servicio de la localidad manchega de Alcolea. La gran diva del cine de destape vivía de la caridad, bebiendo vasos de agua caliente para entrar en calor. ¿Por qué nadie la ayudó? Según los testimonios del documental, "nunca nadie la tomó en serio".

Estando en estas circunstancias, topó por casualidad con un médico de una unidad móvil que la reconoció. Al hablar con ella, el doctor se dio cuenta de que la actriz padecía esquizofrenia, por lo que la ingresaron en el hospital de Guadalajara. Una vez allí, conoció al hombre que le salvaría la vida, Salvador Herráez. La fundación Aisge, que gestiona los derechos de propiedad intelectual de actores, dobladores, bailarines y directores, le consiguió una plaza en un psiquiátrico.

¿Sigue viva Nadiuska?

Es una pregunta que muchos nos hemos hecho. Según revelan los testimonios, Nadiuska sigue viviendo. Se encuentra, aislada del mundo, en las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús en Ciempozuelos desde hace dos décadas. Jamás volvió a salir, jamás volvió a conceder una entrevista. Es posible que jamás volvamos a saber de ella, más allá del próximo episodio del documental a punto de estrenarse. Impacientes estamos.