Dalma Maradona ha sufrido mucho tras dar a luz a su segunda hija, incluso antes de abandonar el hospital. Sigue luchando por recuperarse meses después

Dalma Maradona está viviendo un auténtico calvario médico tras haber dado a luz a su segunda hija este mismo verano. La hija de Diego Armando Maradona esperaba con ilusión el nacimiento de su segunda hija, a la que ha decidido llamar Azul, el pasado 24 de julio: “No entendés las ganas que teníamos de conocerte”, escribía en sus redes sociales para darle la bienvenida a su princesa. Sin embargo, la felicidad pronto se tornó en problemas de salud que le ha hecho perder 18 kilos de golpe. Una fuerte anemia le sobrellevó incluso antes de recibir el alta médica tras el parto y regresar a su casa con la pequeña en brazos. Una anemia que ha seguido persistiendo hasta el punto de convertirse en un problema grave que casi le cuesta la vida y de la que ha hablado ahora con crudeza en sus redes sociales para tranquilizar a sus seguidores, que estaban alarmándose por su evidente y preocupante pérdida de peso.

“Me descubrieron una anemia muy severa justo antes de darme el alta y me tuvieron que hacer una transfusión de sangre”, revelaba en su perfil personal, a la vez que detallaba porqué no se quedó bajo cuidados profesionales en el hospital y así poner remedio a la anemia que tantos estragos le ha ocasionado después: “Yo no quería saber nada de quedarme, porque en casa me esperaba Roma, pero obviamente no fue opcional, porque después me di cuenta de que no me podía levantar por mis medios de una silla”.A sus 35 años, Dalma Maradona ha detallado que “la segunda cesárea me dejó muy mal, muy anémica. Y recuperar la anemia fue un proceso lento. Y con una nena de tres años que demanda mucho y una recién nacida, pues perdí 18 kilos y no tenía fuerza para nada”, acerca a sus fans la hija de Diego Armando Maradona, actriz de profesión, que ha visto cómo entraba en un bucle sin fin al no poder recuperarse de la anemia por culpa de la ajetreada vida que debía mantener por el bien de sus hijas. Por fortuna no está sola y su marido, Andrés Caldarelli -el jugador de rugby con el que se casó en marzo de 2018-, no elude su parte de responsabilidad en casa, lo que le ha permitido recuperarse poco a poco: “Afortunadamente salí adelante y no hubiera sido posible sin mi equipo del amor 24/7; mi marido y mi mamá, Claudia Villafañe”.

La decisión de Dalma Maradona de confesar su problema de salud ha sido por la insistencia de sus seguidores por saber cómo había perdido tantos kilos en tan poco tiempo, pensando que se trataba de un régimen o un truco milagroso y no por culpa de una severa anemia. Además, insistentemente se le preguntaba si ya estaba lista para la llegada de un tercer hijo. Ella ha zanjado esta posibilidad, no quiere más hijos, al menos no por el momento, después de lo mal que lo ha pasado tras el parto de su segunda hija.