Algo lejanos quedan aquellos años en los que las cámaras la perseguían para conseguir las mejores exclusivas de una de las mujeres más bellas del mundo. Después de desfilar por las pasarelas de todo el mundo y de haber ganado el concurso de belleza juvenil Miss Niágara en 1978, Linda Evangelista era una de las modelos más reconocidas de los años 80 y 90.

Pero llevaba ya un tiempo sin aparecer públicamente ante los medios. Concretamente, cinco años. Pero ahora, por fin se ha sentido segura para contar su historia.

Evangelista se ha sentado a hablar con la revista estadounidense People, y el eje central de la conversación ha sido el motivo de su ausencia en los desfiles estos últimos años. La supermodelo se ha sincerado sobre el dolor que ha sufrido, tanto físico como psicológico, tras haberse sometido aun tratamiento de "CoolSculpting".

El CoolSculpting es un famoso procedimiento de congelación de grasa, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos. Este tratamiento supone una alternativa no invasiva a la liposucción. Aparentemente, no parece tan peligroso. Sin embargo, Linda Evangelista tiene otra cosa que decir.

"Quedé permanentemente deformada y brutalmente desfigurada", lamentó Evangelista, de 56 años. Cuenta que tras el tratamiento, el pasado mes de septiembre presentó una demanda por 50 millones de dólares en daños a Zeltiq Aesthetics Inc. (empresa matriz de CoolSculpting). La supermodelo, que se sometió a siete sesiones de CoolSculpting en unos seis meses, ha vivido en sus propias carnes el no poder seguir trabajando en su profesión por el aspecto que había adquirido.

Linda Evangelista habla por primera vez del tratamiento que la dejó "brutalmente desfigurada"
People

"Me encantaba estar en la pasarela, y ahora me da miedo encontrarme con alguien que conozco", dice Linda entre lágrimas, demostrando el pánico que le da que alguien la vea y la juzgue. "Ya no puedo vivir así, escondida y avergonzada. No puedo vivir más con este dolor. Estoy dispuesta a contarlo todo por fin", asegura la que fue Miss Niágara.

Los efectos del tratamiento

En mayo de 2016, tres meses después de finalizar por completo el tratamiento de CoolSculpting, Evangelista pudo observar cómo empezaban a aparecer algunos bultos en su barbilla, muslos y pecho. Eran precisamente las áreas que había sometido al procedimiento. Esas partes que quería encoger, de repente estaban creciendo. Y no solo eso, sino que después se endurecieron y se entumecieron.

"Intenté arreglarlo yo sola, ya que al principio pensaba que estaba haciendo algo mal en el proceso de curación", explica Evangelista. "Empecé a hacer dieta y más ejercicio. Llegué al punto de no comer nada. Pensaba que estaba perdiendo la cabeza".

Un mes después de que todas aquellas protuberancias empezaran a aparecer en su cuerpo, decidió acudir al médico. Aquel día de junio de 2016, desnuda ante el doctor, le confesó que no estaba comiendo y que se moría de hambre. "¿Qué estoy haciendo mal?", preguntaba Linda Evangelista al profesional, que poco después le diagnosticó hiperplasia adiposa paradójica.

"Yo no tenía ni idea de qué era eso, y me derrumbé cuando me dijo que ninguna dieta ni ningún ejercicio podían solucionarlo", recuerda la estrella de Elite Models.

Linda Evangelista habla por primera vez del tratamiento que la dejó "brutalmente desfigurada"
Gtres

La hiperplasia adiposa paradójica es un efecto secundario de la operación de congelación de grasa. Afecta a menos del 1% de los pacientes que se someten al tratamiento. Sucede cuando, en el proceso de congelación, el tejido adiposo se vuelve más espeso y se expande, y en la mayoría de casos ya no es reversible.

De acuerdo a las declaraciones que ha ofrecido un representante de CoolSculpting a la revista People, el procedimiento está bien estudiado y ha sido aplicado a 11 millones de pacientes en todo el mundo desde que fue aprobado en el año 2010, y asegura que los efectos secundarios están bien documentados en la información que se le ofrece tanto a pacientes como a proveedores. Otros expertos, como la doctora Sue Ellen Cox, avalan la seguridad del tratamiento y prometen su efectividad. "Tiene un alto índice de satisfacción del paciente", asegura la doctora Cox.

Evangelista siguió el consejo de su médico y se sometió a dos liposucciones en junio de 2016, aunque la situación no mejoró. Ahora, la supermodelo está aprendiendo a aceptarse a sí misma y a vivir con esas protuberancias que no solo han cambiado su forma física y la manera en la que se ve, sino que también han afectado a su postura y a su salud física y mental.