Carlos Latre: “Con 23 años era el colaborador mejor pagado de España. Se me fue la pinza”
Carlos Latre está feliz porque estrena espectáculo de teatro, mientras nos hace balance para SEMANA de toda su carrera

Casi 25 años después de saborear las mieles del éxito con el popular Crónicas Marcianas (Telecinco), Carlos Latre (42) mantiene el lema que tantas alegrías le ha dado: el positivismo.
También te interesará

Joan Crisol
El humorista, que vuelve por todo lo grande con su obra One Man Show al madrileño teatro Rialto, ha mostrado a SEMANA su lado más cálido y desconocido, en una entrevista en la que nos cuenta cómo fueron sus inicios, si el éxito se le llegó a subir a la cabeza y cómo, después de arruinarse económicamente, logró sacar un mensaje valioso de todo aquello que le había pasado.
¿Cómo es Carlos Latre cuando no está encima del escenario haciendo reír?
Pues soy bastante natural. Me gusta mucho disfrutar de los míos, intento ser positivo, aunque también tengo muchos momentos de bajón. Como buen acuario, el día que subo estoy arriba del todo y el día que bajo, estoy muy abajo del todo. Poco a poco me he vuelto más equilibrado, sin perder la niñez y la ilusión. En casa soy muy cicerone. Me encanta la gastronomía, servir un buen vino, traer amigos a casa y montar fiestas.
¿Cómo has pasado estos meses?
Al principio de todo tuve mucha incertidumbre, pero durante el confinamiento sentí la necesidad del positivismo y para mí fue una especia de obligación mantenerme con esa actitud. Cada día hacía directos, participé en la campaña Yo me corono, en la que superamos los 2 millones de euros… Creo que fue una parada para pensar. Tuve mucho tiempo para pensar, leer, escribir… Cosas que por mi locura del día a día no podía hacer. Siempre intento buscar el lado positivo. Y creo, firmemente, que este confinamiento ha tenido cosas positivas.
¿Es cierto que de pequeño eras un niño muy malo?
Sí y utilicé el humor como terapia. He ido intentando conocer un poco más mi cerebro y yo creo que padecía un déficit de atención brutal, lo que pasa es que en aquella época no estaba diagnosticado. Mejor, porque ni me medicaban ni nada y mis padres capearon el temporal como pudieron.
¿Utilizabas el humor como terapia?
Siempre intentaba hacer cosas y llamar la atención y por eso estaba castigado todo el tiempo y recibía broncas. Cuando vi que mis padres y mi familia se morían de risa con los especiales de Navidad de Martes y Trece y Los Morancos”, me dije: “Mira que contentos están todos, voy a probar por aquí”. De esa manera pasé de ser el castigado a la cerecita del pastel.
¿Se imaginó tu familia que llegarías a alcanzar la fama de la que gozas en la actualidad?
Toda mi familia está muy orgullosa de mí. Mi hermano, mis padres (sobre todo), pero todo ha sido de una manera muy natural. Yo fui un caso “Hollywood”.

Joan Crisol
¿Eres consciente de que eres uno de los imitadores más queridos de España?
Pues no lo sé, pero me siento así. Recibo mucho cariño del público en la calle. Tengo la gran suerte de caer bien y es muy bonito, no te voy a engañar. Creo que todo el mundo en la vida necesita que le quieran y cuando ves que es tan sincero por parte del público y un cariño tan de verdad, es muy gratificante. Eso hace que tenga mucha razón de ser lo que hago y cómo lo hago.
Has abarcado a diferentes generaciones.
Llevo mucho tiempo en esto. Empecé con 19 años en Crónicas marcianas y ya son 25 años de carrera. He pasado por todas las generaciones y el secreto está en reinventarse, en querer ser mejor, la pasión, la ilusión… Yo sigo pensando que acabo de empezar.
¿Cómo empezó todo?
Con 18 años, en la radio. Un día coincidí con Javier Sardá y al cabo de un mes me fichó para Crónicas marcianas. Y fue todo como una rueda. Yo llegaba un día a mi casa y decía: “Me han fichado de Los 40 principales y empiezo mañana”. Siempre he sido muy independiente, autodidacta e intuitivo, una persona muy valiente. No he tenido nunca ningún problema en tirarme a la piscina, porque he pensado que no tengo nada que perder. Siempre me llevo un aprendizaje de los fracasos y los éxitos.
¿Te has imaginado cómo sería tu vida si no se hubiera cruzado en tu camino Sardá?
Pues no lo sé. Hay muchas cosas que quizás no se imagina la gente. Yo me iba a presentar a Lluvia de estrellas. Tenía claro que lo que más quería en este mundo era dedicarme al mundo de la interpretación. Soy de los que piensan que los sueños se cumplen y que hay que soñar fuerte y fijarte objetivos muy grandes, realistas, pero grandes. Los objetivos solo dependen de cuánto estés dispuesto a trabajar y cuánto estés dispuesto a sacrificar.
-
1 de 8 Carlos, ¿echas de menos la televisión?Era una locura. En parte la echo de menos, porque en Tu cara me suena se vivían momentos de locura y frescura, pero no ese nivel de locura de Crónicas, en plan, “no sé lo que va a pasar en cuanto entre por la puerta”. Lo extraño mucho.
-
2 de 8 Era tanto el nivel de locura que erais capaz de meter el autobús de Operación Triunfo 1 en el plató de Crónicas marcianas, siendo este un programa de TVE...Totalmente. Lo parábamos en mitad de la carretera y los metíamos a todos en nuestro plató, porque sabíamos que a esa hora pasaban por ahí. Vas a flipar con lo que te voy a contar, ¿sabes que el año que viene se cumplen 25 años desde que se emitió el primer Crónicas marcianas? Se cumple el 25 aniversario y está más presente que nunca. A mí me siguen hablando del programa y de las noches de insomnio que se pasaron para vernos.
-
3 de 8 ¿Qué ha significado ese programa para ti?Ese programa fue mi gran universidad, y en los seis años que estuve pasé de chaval a hombre. Pasé de tener 19 años a 25, así que imagínate el cambio. Ahí empezó mi carrera realmente. Es como si hubiera hecho un máster en televisión. Mi ángel de la guarda, que ahora es una estrella en el cielo, fue Chicho Ibáñez Serrador. Él me vio en televisión y le mandó una carta a Toni Cruz, Mainat y Sardá, diciéndoles que les recordaba a Peter Sellers y que me merecía que me potenciaran, porque iba a ser muy importante. ¡Esa carta la tengo enmarcada en mi casa! Es alguien a quien quise mucho y con el que tuve grandes charlas sobre televisión. Mi gran suerte en la vida ha sido cruzarme con gente muy importante, Sardá, Carlos Herrera, Teresa Campos…
-
4 de 8 ¿Se te llegó a subir la fama a la cabeza?Sí. Es imposible que no fuera así. Cuando tienes 23 años, eres el colaborador de España mejor pagado, por encima de gente como Coto Matamoros, es normal. Es normal que se te suba o que te creas el rey del mambo. Tienes todo lo que quieres, es fácil para ti conseguirlo, tienes mucho dinero… Lo importante, cuando sucede todo esto, es estar bien rodeado. Yo sigo teniendo los mismos amigos del cole, mi misma pandilla de Tarragona y eso es maravilloso. El halago debilita. Es normal que se te vaya la pinza cuando a alguien le pasa lo mismo que me pasó a mí, pero lo importante es darte cuenta.
-
5 de 8 Confesaste que, una vez terminado el programa, te enfrentaste a una gran ruina económica ¿Fue tu optimismo lo que te ayudó a superarlo todo?Me apliqué una famosa frase de Truman Capote, que dice: “El fracaso es la sal y la pimienta del éxito”. A mí, todo lo que pasó, me enseñó muchísimo. Porque ningún éxito es lo bastante importante y ningún fracaso es lo bastante importante, lo que importa es el aprendizaje que te llevas de eso. Más en este mundo al que nos dedicamos, que le damos importancia a cosas que no la tienen.
-
6 de 8 Pero, aun así, te resultaría algo difícil de gestionar.Yo siempre he sido un tío muy impulsivo e impaciente y me ha costado mucho tiempo llegar a ser una persona tranquila. He tenido que hacer un “reset” para darme cuenta de dónde estaba. Me decía a mí mismo, “¿de verdad estás frustrado por este hecho? ¿tú te acuerdas cuando soñabas estar donde estás ahora?”. Lo importante, desde mi punto de vista, es no parar.
-
7 de 8 Ahora vuelves al teatro ¿Cómo ha sido el reencuentro con el público?Una locura de positividad, gratitud, agradecimiento… Estoy sobrepasado de cariño. Me escribieron un mensaje muy bonito y te lo enseño para que veas las sensaciones que he tenido. “Mi mujer es enfermera de la UCI y ahora está de baja después de haber estado tanto tiempo luchando en primera línea. Necesitaba desconectar y verla sonreír e incluso, llorar de la risa, no sabes lo importante que ha sido para mí. Todavía nos duele la boca de reír, gracias por hacer esto”. Esto es reflejo de lo que estamos viviendo y lo que estamos sintiendo. Hacer reír, en estos tiempos, es un placer y un deber al mismo tiempo. No sabes la cantidad de gente que me ha dicho que se ha emocionado al volver a un teatro.
-
8 de 8 ¿Qué se va a poder encontrar el público en esta nueva obra, One Man Show?Pues, positividad cien por cien, más de cien personajes, una locura de actualidad, novedades enormes… Podremos ver a Sergio Ramos cantando como Lola Índigo o ver a Leo Messi actuando como Rosalía. Tendremos muchas novedades, pero también muchos clásicos, como mi imitación de Boris Izaguirre...