Hace tan solo unos días Borja Thyssen posaba por primera vez junto a sus hermanas. Había un motivo de peso para ello y es que, por fin, Tita había firmado el acuerdo con el Ministerio de Cultura para cederle su colección de arte. Un total de 329 obras por 6,5 millones de euros al año durante 15 años, aunque todo ese dinero no será solo para Carmen. Su hijo tiene un 30 % de la sociedad, por lo que recibirá casi dos millones de euros anualmente. Esto permitirá tanto él como a sus hijos llevar una vida muy acomodada y quizás por ello se ha decidido a ampliar su patrimonio. Se ha comprado dos apartamentos, en concreto, uno en Emiratos y otro en Suiza, dos inmuebles que les podrían facilitar su vida en el extranjero.
![Tita Cervera Borja Thyssen](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1920 1080"%3E%3C/svg%3E)
Europa Press
Si bien todavía es una incógnita si él y Blanca Cuesta desean mudarse junto a sus hijos allí, lo cierto es que si vivieran en Dubái, donde se han comprado una propiedad, no tendrían impuestos. Allí no se paga por las ganancias personales y tampoco existe una ley que lo regule, lo que se traduce en que tu sueldo neto será exactamente el mismo que tu salario bruto. Unas condiciones que provocan que las nóminas sean más elevadas que en la mayoría de países occidentales y que podrían llevar a que llevar a que Borja Thyssen se replanteara su futuro. 'Vanitatis' mantiene que, según fuentes directas de la familia, Borja Thyssen ha adquirido estas viviendas, una en Dubái y la otra en Gstaad, la cual, por cierto, se caracteriza por nieve y lujo. Ha sido el refugio de la clase alta de la sociedad, prueba de ello, que se fijaran en él Grace Kelly o Audrey Hepburn.
Precisamente en Gstaad (Suiza) es donde ha comprado una casa valorada en ocho millones de euros, aunque todavía no está lista para ser habitada. Está siendo reformada para que cada rincón quede a su gusto y, de hecho, allí se maneja como pez en el agua. Varios vecinos de la zona ya le han visto varias veces por allí junto a sus hijos, escoltas y cuidadores de niños, lo cual hace ver que él está muy cómodo cada vez que viaja a miles de kilómetros. Tener varias mansiones por el mundo es costoso, pero Borja Thyssen considera que también le sirve para mejorar y ampliar su patrimonio. Tiene asesores que trabajan con él mano a mano y le aconsejan sobre su economía, la cual se ha visto contra las cuerdas en alguna ocasión por su lucha contra Hacienda.