Asegura que como personaje público tiene la responsabilidad de dar voz a aquellos que lo necesitan. Por eso, Belén Rueda (58) responde siempre a las peticiones de auxilio de Unicef. La actriz protagoniza su nueva campaña, en la que, a través de la historia de una niña llamada Amina, se da a conocer la crítica situación en la que se encuentra la infancia en muchos países del mundo. La actriz, que está preparando una nueva serie para septiembre y participará en el Festival de Mérida este verano, habló con SEMANA sobre esta tragedia mostrando su faceta más humana y solidaria.

¿Qué te ha llevado a participar en esta campaña de Unicef España?

Colaboro con Unicef España desde hace muchos años y conozco y confío en su trabajo, por eso cuando mis compromisos profesionales me lo permiten y quieren contar conmigo en sus campañas, trato de hacerlo posible. Esta es la primera vez que hago una campaña de imagen con ellos, pero en el pasado colaboré con la locución de dos campañas: una a favor de la recaudación de fondos para los refugiados rohingya y otra para conseguir donaciones con el fin proteger a los niños y niñas del frío en invierno.  Creo que cuando tienes una imagen pública tienes también la responsabilidad de sumar tu voz a la de quienes más necesitan ser escuchados, o al menos así es como lo he entendido siempre.

13.800 niños mueren cada día antes de cumplir los cinco años por causas que se pueden prevenir. Es una barbaridad que esto ocurra hoy en día.

Efectivamente, ¡es tremendo! Durante la preparación para la campaña tuve la oportunidad de profundizar en el tema con el equipo de Unicef España, para entender las dimensiones del problema y las causas. Me explicaron que la infancia no se enfrentaba a una situación tan crítica desde el final de la Segunda Guerra Mundial, que se ha agravado a causa de las consecuencias de todo lo que hemos vivido con el COVID-19, los conflictos armados que hay en el mundo y la crisis climática.  La situación es grave, pero hay esperanza porque se pueden salvar muchas vidas si se apoya el trabajo de organizaciones como Unicef para que puedan tratar la desnutrición con alimentos terapéuticos, llevar agua potable donde es más necesaria y administrar vacunas esenciales niños y niñas, entre otras cosas.

Se ha personalizado la campaña en Amina. Poner nombre y rostro a una niña como ella hace quizá que empaticemos más con esta terrible tragedia. 

Una de tantas historias de vida que estremecen cuando llegan a tus oídos, pero que, como te decía antes, ayudan a tener esperanza en que, con los tratamientos adecuados, niñas y niños como ella tienen la oportunidad de seguir viviendo. Amina es una niña de Benín a la que diagnosticaron desnutrición aguda grave en uno de los centros de salud apoyados por Unicef. Como hablábamos antes, causa de muerte en muchos menores de 5 años. Su madre Adamassou, estaba muy preocupada por ella porque se estaba quedando muy débil y muy delgada. Pese a que ella trabajaba en todo lo posible, la subida del precio de alimentos y la inseguridad en el país hacían que apenas pudiera llevar la comida suficiente a casa para que Amina creciera sana y fuerte. Recibió tratamiento en el centro de salud con unos sobres que se llaman RUTF, las siglas en inglés de alimento terapéutico listo para usar, y gracias a eso ha conseguido salvar la vida.

"La infancia no se enfrenta a una situación tan crítica desde la Segunda Guerra Mundial", nos cuenta Belén Rueda

Belén Rueda, en la campaña de Unicef España.
Foto: Unicef España.

La pandemia ha afectado mucho retrasando el proceso de vacunación infantil, ¿verdad?

Y tanto. También hay cifras impactantes en este sentido. 67 millones de niños y niñas en todo el mundo no han recibido las vacunas rutinarias en 2019 y 2021. La buena noticia es que gracias a los socios y donantes, Unicef trabaja cada día para revertir estas cifras y que millones de niños puedan recibir la inmunización necesaria para enfermedades como el sarampión.

Estos días se ha publicado el caso de un orfanato de Jartum (Sudán), donde han muerto 70 niños en las últimas seis semanas...

¡Terrible! Quien más sufre en conflictos como este es la infancia, el impacto de la violencia amenaza sus vidas y su futuro. Este drama del orfanato es un ejemplo de cómo en estas situaciones los niños y niñas no pueden acceder a servicios básicos, se vuelven aún más vulnerables y necesitan ayuda humanitaria de manera urgente.

No sé si has podido conocer a pie de campo alguno de estos países donde interviene Unicef. Si es así, cuéntanos cómo ha sido la experiencia.

Nunca he visitado el trabajo de Unicef sobre el terreno, pero, por la relación de colaboración que tenemos desde hace años, estoy constantemente al tanto de su labor. Sí he conocido el trabajo de distintas ONG a pie de campo en países de África, ya que dos años antes de la grabación de 'El cuaderno de Sara' estuvimos en Congo para documentarnos.

"Mis hijas siempre me han visto apoyar proyectos como este y pienso que eso les ha ayudado a desarrollar una faceta de compromiso social", confiesa Belén Rueda

Belén Rueda, en la campaña de Unicef España
Foto: Unicef España.

‘El cuaderno de Sara’ te llevó hasta el Congo, donde conociste de primera mano el problema de ‘los niños soldados’. Háblanos sobre ello.

Fue una experiencia maravillosa y dura. Efectivamente, antes de rodar en Uganda hicimos trabajo de documentación en Congo con el tema de las minas de coltán, que es donde está ambientada la película. Allí tuve contacto con la realidad de 'los niños soldado', uno de tantos ejemplos de que la infancia necesita apoyo para poder soñar con un futuro mejor.  Pude conocer historias de vida de niños que habían sobrevivido a esta horrible experiencia y con los que se hace un trabajo increíble de protección y de acceso a la educación para que, tras esas experiencias tan traumáticas, puedan tener una oportunidad de decidir sobre su futuro.

¿Qué aportó esta película a Belén Rueda a nivel personal?

Fue una lección de vida la de conocer a mujeres y hombres que habían vivido situaciones muy extremas, porque desde nuestra realidad en nuestro día a día, a veces nos quedamos en bucle con problemas que no es que sean menos importantes, pero cuando te encuentras con gente que ha superado situaciones tan complicadas, tomas perspectiva ante las cosas. Durante ese tiempo pude conocer a gente cuyas historias podían perfectamente ser las de aquellos que mi personaje, Laura, iba encontrando en su búsqueda de Sara.

Con papeles como este, tomas contacto con realidades que es muy difícil que se conozcan y tengan fin si no se nos enfocamos en ellas.

Colaboras con diversas ong dedicadas a los niños, como Menudos Corazones o Guaguacuna (Ecuador). La infancia te llega directamente al corazón…

Porque creo firmemente en que tener oportunidades puede cambiar tu vida. La oportunidad de crecer sano, protegido, con acceso a educación... y apoyar causas como las que mencionas es sinónimo de apoyar la posibilidad de que millones de niños y niñas puedan tener esas oportunidades y alberguen la esperanza de un futuro mejor.

Como madre, ¿te sientes más sensibilizada con estos temas?

No creo que sea necesario ser madre o padre para que la infancia sea una causa que te mueva, pero sí que sin duda algo te cambia cuando eres madre. Sobre todo, empatizas muchísimo con padres que pueden estar sufriendo ante situaciones de vulnerabilidad de sus hijos. Con madres como Adamassou, la mamá de Amina de la que hablábamos al principio. Si aquí, con nuestros medios y acceso a todo lo pasamos fatal cuando los peques se ponen malitos, ¡imaginemos en situaciones complejas!

Has inculcado tus valores a tus hijas, que también colaboran en proyectos solidarios.

Mis hijas me han visto apoyar proyectos como este de Unicef durante toda mi carrera, igual que con la Fundación Menudos Corazones. Pienso que de alguna manera eso les ha ayudado a desarrollar una faceta de compromiso social a la vez que han ido creciendo.

¿Tienes algún proyecto próximo con Unicef?

Hay muchas maneras de apoyar a Unicef por parte de quienes tenemos una imagen pública. En mi caso, siempre que puedo me sumo a los distintos llamamientos para dar visibilidad a todo lo que hacen por la infancia, desde campañas como esta donde se habla de la protección infantil, a acciones para celebrar el Día Mundial de la Infancia cada 20 de noviembre o llamamientos ante emergencias como el reciente terremoto en Turquía y Siria. La infancia del mundo entero vive expuesta a los conflictos y las catástrofes, y siempre que pueda alzaré mi voz en defensa de sus derechos.

¿Cómo podemos colaborar con Unicef?

Son muchas las maneras de apoyar a Unicef España. Ya sea con donaciones puntuales o haciéndose socio en el teléfono gratuito 900 907 300  o en www.unicef.es