La vida de Anabel Pantoja y su gran amiga, Susana Molina, ha dado un giro de 180 grados. Ni sus proyectos profesionales ni tampoco los personales son los mismos que hace unos meses y sus seguidores han sido testigo de ello. A través de la televisión hemos conocido que la sobrina de la tonadillera está inmersa en los preparativos de boda junto a su pareja, Omar Sánchez, así como la ruptura sentimental de la ex gran hermana con el que había sido su pareja durante siete años, Gonzalo Montoya. También del éxito laboral de ambas, sin embargo, hay un detalle que habían preferido que no trascendiera. Aunque pusieron toda su ilusión en su negocio de uñas, hace unos meses decidieron traspasarlo y que quedara en manos de la responsable que las dos habían contratado en la apertura del centro estético.

La cita más importante para el clan Pantoja echa el cierre: Anabel Pantoja cancela su boda

Anabel Pantoja pospone su boda por el coronavirus

El local estaba situado en Sevilla, la tierra en la que tenían su vida en los últimos años. Esa en la que habían sido profundamente felices, pero en la que ya no residían. Así lo asegura 'Jaleos' en primicia, quien desvela que, a pesar de que tenían una gran cartera de clientes y de seguidores en sus perfiles, no les acompañaban los números. Los beneficios no eran suficientes para que el negocio les resultara rentable y este detalle les ha llevado a romper a nivel empresarial. Y es que están centradas en otros frentes que nada tienen que ver con Mate Beauty.

Susana Molina y Anabel Pantoja

Anabel posee una marca de bisutería, diseña bañadores y gafas de sol, triunfa en su perfil de Instagram y, además, acude como colaboradora a algunos programas de televisión. Todo un filón que le ayuda a que sus cuentas estén más que saneadas. Un negocio que comenzó su andadura a finales del año 2018 y que solo un año después ha llegado a su fin. Aunque cabe recordar que fue aupado por gran parte de su entorno, quien intentó promocionarlo tanto en redes sociales como en la televisión. Una de ellas fue Isabel Pantoja, que acudió a hacerse la manicura a su salón, provocando el interés de todos sus fans.

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Así fueron sus inicios como empresaria

"Se abre una etapa nueva en mi vida. Os presento a Mate Beauty. Nuevo rinconcito que estamos formando mi amiga y socia Susana y yo. ¡Espero que os guste, os sintáis como reinas y sobre todo os encante! Hemos pasado días, noches y muchos dolores de cabeza pero ha merecido la pena", escribió Anabel Pantoja en sus redes sociales antes de poner en marcha su primera aventura empresarial. Entonces, ambas decían que todo el esfuerzo había merecido la pena e hicieron partícipe a todos tanto de la adquisición del local, los papeleos y la inauguración. No obstante, el balance después de un año no les ha compensado y, prueba de ello, que este proyecto dejara de estar en sus prioridades. Tanto es así que se han despedido de él para siempre.

El sueldo de Susana Molina como influencer

Pero, ¿y Susana Molina? Es cierto que ha rechazo trabajos en televisión después de participar en 'La isla de las tentaciones', pues no se siente del todo cómoda, pero sigue ejerciendo como influencer en su perfil de Instagram. También en su canal de MTMAD, donde publica un capítulo cada semana. Ahí precisamente hace tan solo unos días confesó el sueldo que lograba mensualmente, una cantidad que dejó boquiabiertos a sus followers. "Depende mucho del mes… De media, yo tampoco ganaba tanto en un mes. A lo mejor eran 4.000 o 5.000 euros más o menos. Ahora estoy ganando más dinero. Lo que pasa es que no te puedo decir con exactitud cuánto", dijo a Noel Bayarri, ya que esa semana era su invitada a su canal en la plataforma de Mediaset.

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La joven murciana tiene más de 900.000 seguidores en esta red social y las cifras que se embolsa no son fijas. Depende del mes y de las campañas publicitarias que la encarguen por considerar que su imagen sirve como reclamo para anunciar su producto o su firma.

Su amistad es a prueba de bombas

Compartían pandilla cuando las dos estaban afincadas en la ciudad hispalense y, además, crearon un vínculo a prueba de bombas. Son como hermanas y no solo en su momento confiaron en la otra para convertirse en socias, sino que también han llegado incluso a compartir piso. Han vivido juntas y, sin duda, son el apoyo más férreo de la otra. De hecho, Susana se abrió en canal y reveló lo importante que era para ella la amistad que habían forjado ambas: "Es una de las personas más buenas que conozco. Tengo un mal día, paso una tarde con ella y se me pasa. La echo muchísimo de menos".