Alessandro Lequio y las pesadillas que jamás imaginó afrontar como padre
A sus 60 años, el italiano afronta el duelo tras la muerte de Aless y sobrelleva su tirante relación con su hijo mayor, Clemente.
A sus 60 años, Alessandro Lequio está a punto de entrar en lo que comúnmente se llama la tercera edad. Está en excelente forma física, qué duda cabe, pero ya son seis décadas las que han pasado delante de sus ojos. Y este año precisamente ha sido el más duro de su biografía. La vida lo ha azotado con dureza arrebatándole a uno de sus hijos, Álex Lequio. fruto de su relación con Ana Obregón.
A ningún padre se le pasa por la cabeza la posibilidad de perder un día a un hijo. Es algo que jamás pasó por la imaginación del italiano. Tampoco pensó que su faceta como padre sería uno de los aspectos de su vida que le generaría mayor número de quebraderos de cabeza y de sinsabores. Porque su montaña rusa de emociones como progenitor empezó muchos años atrás, cuando su hijo mayor, Clemente, era aún muy pequeño.
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Tras separarse de su primera esposa, Antonia Dell'Atte, empezaron las primeras grandes dificultades de Lequio como 'pater familias'. Después de poner fin a su matrimonio con la italiana prácticamente todo acceso a su primogénito le fue vetado. La modelo convirtió su relación maternofilial con Clemente en un búnker en el que el colaborador de 'El programa de Ana Rosa' apenas tuvo acceso.
La cosa fue a peores cuando nació Aless. La de Brindisi limitó al máximo la comunicación de Clemente con su hermano. No quería vínculo alguno entre su único hijo con el de la mujer a la que estuvo enfrentada durante décadas. El resultado de la guerra mediática entre ambas fue un vínculo escaso, por no decir casi inexistente, entre sus respectivos vástagos. Y, como suele pasar en muchas separaciones, Alessandro Lequio tuvo que pagar la factura de ver menos de lo que hubiera deseado a su segundo hijo. Este creció arropado por su madre, y marcando bastante las distancias con quien le dio su apellido.
Para dolor de Alessandro Lequio, sus hijos se criaron por separado. Y con sus madres enfrentadas entre sí en una batalla sin tregua que han tardado más de 20 años en zanjar. Un panorama indeseable para cualquier padre. El propio Clemente lamentaba haberse criado a años luz el uno del otro. "Pocos momentos juntos, pero buenos, privados y sin compartir hasta ahora. Cuanto más miro tus fotos me pregunto cómo es posible, porque la vida puede llegar a ser tiene tan injusta? No merecías esto. Nadie merece este dolor", escribía en su cuenta de Instagram tras la muerte de Aless.
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Instagram 1 de 8 El vacío que ha dejado Aless tras su muerteEl fallecimiento de Aless tras dos años de dura batalla contra el cáncer ha partido en dos el alma de Lequio. Roto de dolor, siente un profundo vacío. Al igual que Ana, sobrelleva el duelo como puede. A su manera. Mientras la actriz se encuentra sumida en una profunda tristeza, él ha optado por aferrarse a su relación con María Palacios, a sus seres queridos y a su trabajo en televisión como tabla de salvación para salir adelante.
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2 de 8 Su familia, su motivación para seguir adelantePor suerte le quedan dos hijos que son un motor y una motivación para continuar: Clemente y Ginevra, la hija que tiene en común con su esposa.
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TVE / GTRES 3 de 8 Dell'Atte destapó que nadie invitó a Clemente al funeral de AlessSin embargo, los lazos que le unen a Clemente no parecen ser tan sólidos como parecía. Cuando se ofició el funeral de Aless en Madrid, él fue uno de los grandes ausentes. En un principio se creyó que no pudo asistir a la despedida de su hermano por encontrarse en Miami, donde reside. Lo cierto es que nadie lo invitó a ir. Así lo destapaba su madre en & #8216;Lazos de sangre& #8217;. «Clemente no fue invitado. Luego se enteró que había esta misa. Eso se lo tenía que haber dicho su padre. Primero fui yo y el padre se inventó cualquier cosa».
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GTRES 4 de 8 La carta que envió Clemente y que "no fue leída" en el funeral de su hermanoAl hablar del último adiós a Álex, Dell& #8217;Atte se lamentaba del escaso papel que jugó su hijo en las exequias de su hermano. «Solo pidió que se leyera una carta. La carta no fue leída ni fue nombrado. Creo que de parte de Dado no hubo un pariente», desvelaba la italiana.
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5 de 8 Las palabras de Clemente en respuesta a su padreHace unos días, el hijo mayor de Lequio respondía con cierta indignación a un comentario que le habia hecho su padre sobre su físico. «Ponte en forma. Mens sana en corpore sano», le decía. El joven respondía con un mensaje grabado en vídeo: «Buenos días desde Miami. Me acabo de despertar y me he despertado con comentarios de gente, de amigos, que me dicen que estoy gordo», explicaba.
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Redes sociales 6 de 8 ¿Ha mandado Clemente una indirecta a Lequio?Sí, estoy un poco gordo, pero a mí sinceramente no me preocupa, no me importa. Quería dedicar un minuto de silencio a esta gente, un minuto de silencio que es profundo, gente que piensa que después de lo que estamos viviendo en el mundo con la crisis financiera que estamos viviendo, la gente que no está trabajando y no tiene para comer que es más importante el cuerpo y estar en forma en vez de poder trabajar y poder traer el pan a su familia. Un minuto de silencio para esta gente. No sé si ha pasado un minuto, pero pensad». Sus palabras parecían una clara dirigida a su progenitor.
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Redes sociales 7 de 8 "Con mi padre no tengo ningún problema"Las palabras de Clemente han destapado una realidad poco agradable para Lequio. Adora a Clemente, pero su relación no es tan fluida como desearía. «Con mi padre no tengo ningún problema (…) Hablamos cada día y sobre este punto de vista no hay ningún problema», se ha limitado a decir Clemente. Pero lo cierto es que todo pinta a un vínculo más bien tibio entre ambos.
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GTRES 8 de 8 Ginevra, la menor de sus tres hijos, es la niña de sus ojosDe sus tres hijos, su mayor ilusión ahora es la pequeña Ginevra. A sus cuatro añitos, es la única que tiene la capacidad de hacer que olvide por unos instantes su pena. Con ella el mundo se detiene. Es la niña de sus ojos. Y su gran esperanza en su espinado camino como padre, marcado por el drama y el dolor con sus dos hijos mayores.