La situación de la familia Urdangarin no es buena, después de que el patriarca se metiese de lleno en un duro y largo proceso judicial, que finalmente terminó con su encarcelamiento en la prisión de Brieva. Sin embargo, entre tantos problemas, por fin tienen un motivo de celebración: el triunfo de Pablo Urdangarin como deportista profesional, siguiendo los pasos de su padre como jugador de balonmano.

Una exclusiva de la revista SEMANA que este miércoles te desarrollamos con más información en sus páginas interiores.

Pablo Urdangarin se marcha a vivir a Alemania

Pablo Urdangarin

Pablo Urdangarin, segundo hijo de los exduques de Palma, está destinado a seguir los pasos profesionales de su padre en el difícil mundo del balonmano profesional. Para ello, después de despuntar en Ginebra, ha fichado por la Bundesliga alemana, motivo por el cual tiene que hacer las maletas para perseguir un sueño hecho realidad.

Deja a su madre y a sus hermanos en Ginebra

La infanta Cristina con su hijo, Pablo Urdangarin

Pablo Urdangarin ha tenido que tomar la difícil decisión de dejar a su familia sola en uno de los peores momentos de su vida. El patriarca se encuentra encarcelado en Ávila a la espera de conseguir recuperar la libertad perdida, mientras que la infanta Cristina trata de ver a su marido siempre que puede, sin desatender sus responsabilidades profesionales y como madre.

[Leer más: la frustrante nueva vida de la infanta Cristina]

Pablo ya ha visitado a su padre en la cárcel

Pablo nicolás Urdangarin en Ginebra

El pasado mes de julio, Pablo Urdangarin tuvo la oportunidad de charlar cara a cara con su padre en la prisión de Brieva. A pesar de que las visitas familiares de los Urdangarin a su progenitor han pasado desapercibidas, el paso de Pablo por dependencias penitenciarias sí que pudo ser inmortalizada a través de los cristales de un coche gris.

Sigue los pasos de su padre en el balonmano

Iñaki urdangarin

Fue en 1986 cuando un jovencísimo Iñaki Urdangarin comenzó a hacerse un nombre en el mundo del balonmano. Fue mucho antes de que la hija del Rey Juan Carlos entrase en su vida y él decidiese dejar su pasión por cumplir con su papel como representante de la institución que, años más tarde, amenazó con demoler a golpe de escándalos. Tenía 18 años cuando inició su carrera profesional en el deporte, un año más que su hijo Pablo ahora mismo.

Pablo quiere seguir el legado familiar, al menos el más aplaudido

Iñaki urdangarin

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