La familia real británica despierta interés no solo entre su pueblo, sino que son millones los turistas que cada año se movilizan para ver el palacio de Buckingham desde el otro lado de la valla, con la ilusión de imaginarse lo que puede suceder entre sus estancias y pasillos. Pero no solo este edificio histórico de Londres parece ser un enclave de peregrinación para los seguidores de los avatares de la corona británica, sino que ahora también la casa que los duques de Sussex tienen en California desde que rompieran lazos con los Windsor se ha convertido en un punto de visita para algunos curiosos.

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Nada problemático si no fuese porque la casa del príncipe Harry y Meghan Markle se encuentra en una de las urbanizaciones más elitistas de Montecito, con la consiguiente molestia a sus famosos vecinos, pero también porque un individuo no se ha conformado con admirar los exteriores de su mansión, queriendo ver en primera persona y con todo lujo de detalles el interior de la vivienda, como así acaba de publicar el portal estadounidense ‘TMZ’.

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Al parecer, el susto mayúsculo que los duques de Sussex se llevaron al comprobar que su casa de California había sido asaltada por un intruso tuvo lugar en las pasadas Navidades. Y no era la primera vez que conseguía eludir la seguridad privada presente en la mansión, sino que ya lo había hecho antes y no quedó del todo satisfecho. Se llama Nicholas Brooks, un hombre de 37 años y que fue detenido por allanamiento de morada en la casa de Montecito del príncipe Harry y Meghan Markle el pasado 24 de diciembre. Este hombre supo saltarse todas las medidas de seguridad hasta que fue sorprendido por los agentes de la Oficina del Sheriff del Condado de Santa Bárbara. Tras su detención fue puesto en libertad, no sin antes hacerle comprender de la gravedad de su delito. Un aviso que no caló demasiado, dado que tan solo dos días después volvió a probar suerte y regresó al lugar del crimen para repetir su fechoría.

El 26 de diciembre, Nicholas Brooks volvió a personarse en las inmediaciones de la casa del príncipe Harry y Meghan Markle en California. Eso sí, esta vez los agentes del Sheriff no han sido tan benevolentes y han tomado medidas más drásticas para frenar el empeño del intruso en acceder a la vivienda, sin conocerse a ciencia cierta cuáles son sus motivaciones para realizar este allanamiento de morada. Ha sido ya acusado formalmente de un delito de allanamiento de morada. La integridad física de los duques de Sussex y su hijo Archie corre peligro y después de haber sido comprometida hasta en dos ocasiones con tan solo dos días de diferencia, la seguridad que vela por ellos ha sido reforzada.

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Con el paso de los meses y tras desvelarse estos incidentes que ocurrieron la pasada Navidad en casa de los Sussex, el portal ‘TMZ’ ha dado más detalles sobre lo sucedido. Al parecer, Nicholas Brooks condujo su propio vehículos desde Ohio hasta California con la única finalidad de entrar en la casa de Harry y Meghan Markle. Lo que se desconoce si tan solo quería pasear por las estancias de su mansión y admirar la belleza de su minimalista decoración o si, por el contrario, en sus intenciones estaban también infligir cualquier tipo de daño a los propietarios. Tampoco se ha desvelado si los duques de Sussex se encontraban en el interior de la vivienda cuando el intruso accedió a ella hasta en dos ocasiones.

Cabe señalar que este incómodo suceso se ha hecho público justo una semana después de que el príncipe Harry y Meghan Markle confesasen el calvario que vivieron en Buckingham. Entre sus duras revelaciones, el hijo de Diana de Gales llegó a reconocer que su familia decidió retirarle la seguridad que velaba por ellos y su hijo y que han tenido que ser ellos los que han contratado a guardaespaldas y un servicio de seguridad privado para no sufrir precisamente lo que ya han sufrido. De hecho, Harry ha llegado a afirmar que los contratos millonarios que han firmado con Netflix y Spotify responden a una necesidad de buscar ingresos extra para financiar la seguridad que les salvó en Navidades y que aún les protege de futuros ataques.

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