La Reina Letizia reaparece en medio del 'tsunami Urdangarin' para reunirse con la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y también cerrar el proyecto "(IN)FÓRMATE".

A veces los asuntos colaterales desvían la atención de las cosas, y eso es lo que podríamos decir hoy: sin restar mérito ni a la importante causa ni al look de Doña Letizia, todo parece pasar a un segundo plano ante el panorama familiar de su cuñada la Infanta Cristina. Aunque también se habla a través de la moda. Y si esto es así, ¿qué nos 'cuenta' la Reina?

Pues nos habla de sobriedad, seguridad, serenidad. Letizia, que ayer mismo inauguraba FITUR junto al Rey Felipe con un abrigo de vichy de Mirto, esta soleada mañana ha acudido al Campus Google de Madrid luciendo un traje de chaqueta de línea ejecutiva, pero actualizado, que ya le vimos el año pasado. Es de Bimba y Lola.

La chaqueta algo 'oversize', los pantalones anchos al tobillo y el color en un verde apagado. Todo ello combinado con un top negro de cuello caja por debajo, a juego con los salones de tacón personalizados con plataforma de Magrit (los mismos de ayer) y su conocido bolso de Nina Ricci. Es decir, toda una 'working woman', pero sin renunciar a la modernidad más chic.

En el capítulo de adornos, Letizia ha escogido unos pendientes de aro dorados de tamaño mediano y estructura retorcida, que en los últimos meses han sido de sus favoritos. Eso y su pelo alisado con raya al medio. El resultado es contemporáneo, con un aire masculino muy atractivo, perfecto para una jornada de trabajo con un plus de elegancia.

La Reina Letizia, que también ha entregado los premios a unos "info-influencers" adolescentes, nos deja esta semana con un look funcional y adecuado a las circunstancias. Desde luego, no dará que hablar por otros motivos.

Así termina sus compromisos de agenda por esta semana y 'desaparece' del ojo público. En estos días, el foco se ha desviado hacia otra parte de la familia, que no es la Familia Real, pero sí Familia del Rey.

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