Henrik de Dinamarca ya descansa en paz para la eternidad. Esta mañana, a las 11, comenzó su funeral, que tuvo lugar en la iglesia del palacio de Christianborg. Era de carácter "privado", aunque asistieron unos 200 invitados entre familiares, amigos íntimos y algunas personalidades relevantes del país.Sus dos hijos, Federico y Joaquín, han estado al pie del cañón recibiendo el pésame y su compañía en unos momentos lógicamente dolorosos. La Reina Margarita, de luto y tocada con un sombrerito con velo negro, cambiaba el gesto sonriente y apacible de estos días por uno más compungido. El príncipe Heredero, un hombre que ha demostrado muchas veces su sensibilidad, aparecía con los ojos llorosos y el rostro algo demacrado. A su lado, su esposa, Mary, y el resto de su familia, con la especial ternura de sus ocho nietos. Ha sido un funeral íntimo, pero televisado, en el que todo el mundo ha podido compartir la emoción de la despedida a un personaje único. Estos han sido algunos de los detalles de una ceremonia solemne y emocionante.

Respetos ante el féretro

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El féretro con los restos de Henrik de Dinamarca ha permanecido desde el pasado viernes por la tarde en el llamado Castrum Doloris, la capilla de la iglesia del palacio de Christianborg. Estaba cubierto por la bandera danesa y el escudo y condecoraciones del Príncipe. Durante estos días miles de ciudadanos han pasado por allí a presentarle sus respetos. Esta mañana estaban invitadas unas 200 personas. A las 11 ha comenzado su funeral, oficiado por Erik Norman Svendsen, antiguo confesor real.

La corona de Daisy

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Ante el ataúd se situaba una corona de flores blancas con una banda en la que podía leerse Daisy. Significa Margarita en inglés, y es como el Príncipe llamaba cariñosamente a su esposa. Tras 50 años de matrimonio, la Reina siente ahora un enorme vacío. Hace una semana que Henrik fallecía en su cama en el palacio de Fredensborg, a los 83 años, a consecuencia de varios problemas de salud. Sus cenizas se repartirán entre el mar que tanto amaba y los jardines privados de su residencia. No en la catedral de Skilde, lugar tradicional de reposo de la Realeza danesa, donde en su momento será enterrada la Reina.

Tulipanes

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La iglesia estaba adornada con multitud de centros de tulipanes de distintos colores rojo, rosa, naranja, amarillo y púrpura, que perfumaban delicadamente el ambiente.  

Recepción

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Los invitados han asistido a una recepción previa al funeral, de carácter privado, como deseaba el Príncipe. La Reina Margarita y sus hijos los han recibido y dado cuenta de su cariño. Entre ellos estaba el Primer Ministro, Lars Lokke Rasmussen, y representantes de otras Familias Reales. Estaban las hermanas de la soberana, Ana María de Grecia, con su esposo, Constantino de Grecia, hermano a su vez de la Reina Sofía; y la Princesa Benedicta. También Victoria de Suecia y su marido, Daniel Westling.

Sus perros

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Estos eran algunos de los "invitados" más especiales: sus perros. Los tres "salchicha", de nombre Nelly, Tilia y Hélice, han perdido a su querido amo y también han estado presentes en su despedida.

El pésame

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Ha sido una semana muy intensa y llena de emociones para todos, y especialmente para los hijos del fallecido. Federico y Joaquín saludaban ayer a las autoridades que pasaban por Christianborg, que además alberga la sede del Parlamento. Hoy se han mostrado mucho más vulnerables, sin poder ocultar alguna lágrima, durante la ceremonia religiosa. Ahora sí es el último adiós para Henrik.