La polémica se ha instalado de nuevo en Zarzuela. El vídeo en el que la Reina Letizia y Doña Sofía mantienen un tenso rifirrafe ante las cámaras continúa generando titulares, además de convertirse en el tema fetiche de todos los corrillos de los mentideros del cuore. Como cabía esperar, aquellas personas relacionadas directa e indirectamente con la Primera Familia están siendo preguntadas al respecto, dado que su cercanía a la Institución les dotan de una comprensión privilegiada de lo que puede suceder de partas para adentro. Es el caso de Álvaro de Marichalar, excuñado de la infanta Elena, y un monárquico orgulloso de serlo.

“Una imagen vale más que mil palabras”. Con esta frase introduce el hermano de Jaime de Marichalar la delicada cuestión que se le plantea desde Semana sobre qué opina al respecto de este entuerto. Él lo tiene claro: “La gente debe actuar de manera respetuosa ante la Institución, especialmente aquellos que la integran, porque es de todos los españoles, nos representa a todos, garantiza la Constitución y la unidad de España. Por eso, simplemente se merece un respeto absoluto por todos”. Ahora bien, ¿en qué lugar deja esto a la Reina Letizia?

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Álvaro de Marichalar no duda que “esta falta de respeto ha sido muy grave, porque demuestra que no respeta la Institución”. Eso sí, sustenta su apreciación con una sólida y tradicional cuestión que reside en la definición misma del papel de la consorte: “Creo que la consorte, tanto la Reina Letizia como Doña Sofía, como en el futuro será el esposo que elija la princesa Leonor, no son nada, ni nadie, porque deben saber permanecer siempre en un segundo plano. Esto debe ser así tanto a nivel público como privado. Siempre, siempre y siempre, en todo momento, y jamás ser los protagonistas. Por eso, considero que Doña Letizia no es una buena consorte, porque quiere ser la protagonista y porque no ha entendido el papel que le ha tocado representar, como ya le sucedió a la princesa Diana de Gales, que se hicieron protagonistas”, mantiene el aristócrata y empresario español.

En contraposición a esta misma idea, Álvaro de Marichalar se percata que esta moneda no siempre cae en cruz: “La Reina doña Sofía, por eso, considero que ha sido siempre un ejemplo de lo que debe ser una consorte, priorizando siempre los intereses de la Institución y el Rey. Ella siempre ha comprendido que es una ayudante y que su papel no era ser protagonista. La Reina Letizia sabía en lo que se metía y si no quería, podía haber rechazado ser la esposa de Felipe VI. Los consortes, ya sean hombres o mujeres, en este caso Letizia, saben que deben renunciar a su vida personal al ser trabajadores públicos al servicio de la Institución y los españoles. Letizia es la mujer del Rey, por lo que hay que quererla y ayudarla”.

La Reina Letizia y el Rey Felipe VI en una imagen de archivo. (Gtres)

Ahora bien, el daño ya está hecho, ¿qué debería hacer la Reina Letizia según Álvaro de Marichalar? “Debe pedir perdón urgentemente. Se puede ser noble o villano, eso es una actitud ante la vida. Ser buena persona o mala persona. Ella ahora tiene la oportunidad de pedir perdón a la Reina Sofía y a los españoles a los que sirve y demostrar su nobleza”.

El hermano del que fuese yerno del Rey Juan Carlos escuda su opinión en su ferviente defensa de la Institución y lo que esta representa en el Estado español: “El monárquico tiene la obligación de exigir al Rey para que la monarquía perdure”, sentencia a la vez que considera que, en esta ocasión, no ha sido la postura adoptada por la Reina Letizia.

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