Estamos ya en esos días de sol y calor que nos anuncian la llegada oficial del verano. Esto no solo significa que se inaugura la temporada de playa y piscina, sino que el cuidado de nuestra piel tiene que ser un objetivo claro, especialmente a través del uso de protectores solares. Esta filosofía, cada vez más inculcada, ha dado lugar a un amplio abanico de opciones para elegir.
Esto hace que surjan dudas como, ¿Cuál es el mejor? ¿Qué ingredientes tengo que tener en cuenta? ¿Lo escojo según mi tipo de piel? Lo más importante es elegir fórmulas con alto factor de protección y filtros estables frente a la radiación UVA y UVB y, sobre todo, que lo apliques a diario para poder mantener a raya el envejecimiento cutáneo. Porque no hay mejor cosmético que un buen fotoprotector.
Ingredientes clave que marcan la diferencia
La nueva generación de protectores solares no se limita a crear una barrera física frente al sol, sino que trata la piel como un tratamiento de alta cosmética. Uno de los más habituales, y que nos encanta, es la niacinamida. Ayuda a regular la producción de sebo, mejora la textura de la piel y ayuda a prevenir y tratar las manchas causadas por la exposición solar.
Otro que funciona increíblemente bien es la vitamina E, que actúa como antioxidante neutralizando los radicales libres generados por los rayos UV, así como el ácido hialurónico, que hidrata en profundidad y aporta jugosidad inmediata (y que es uno de los más vistos).
Para las pieles más sensibles, muchas firmas han apostado por formulaciones con ingredientes naturales, que ayudan a proteger del sol y mantener estable la barrera cutánea.
La aplicación perfecta: claves para sacar el máximo partido a tu protector solar
No basta con elegir un buen protector solar: aplicarlo correctamente es igual de importante para que su eficacia sea realmente la prometida. “A la hora de proteger la piel del rostro frente a los efectos nocivos del sol, es fundamental aplicar el protector solar sobre la piel limpia y completamente seca”, afirma Regina Pallás, directora de I+D de HD Cosmetic Efficiency.
Uno de los errores más comunes es usar menos cantidad de la necesaria. “No es necesario utilizar una cantidad excesiva: una dosis equivalente a dos líneas de producto distribuidas en los dedos suele ser suficiente para cubrir todo el rostro y cuello de manera uniforme”, explica la experta.
En cuanto al cuerpo, unos 30 ml serían suficientes, lo equivalente a un vaso de chupito.
Lo más importante es escoger un protector acorde a nuestra piel y reaplicarlo.
@mariafrubies
“En caso de duda, es preferible aplicar un poco más que quedarse corta, asegurando así una cobertura adecuada. Es clave, además, cubrir todas las áreas del rostro, a menudo olvidadas y, por ello, muy propensas a quemarse como: las orejas o la nuca”, añade.
Además, es crucial aplicarlo como último paso de la rutina facial, justo antes del maquillaje si lo vas a usar, y siempre sobre la piel seca. El tiempo también cuenta: hay que dejar que el solar se absorba correctamente al menos 15-20 minutos antes de exponerse al sol (algo que muchas veces no se cumple).
Y la reaplicación no es negociable. “La recomendación general es hacerlo cada dos horas cuando se está expuesto al sol, después de cada baño o siempre que se retire producto al secarse el rostro con una toalla. Estos hábitos son esenciales para mantener la eficacia de la protección solar a lo largo del día”, sentencia.
Los protectores solares que no pueden faltar en tu neceser este verano
Anthelios UVMune 400 Fluido Invisible SPF50+ de La Roche-Posay
Este es considerado uno de los mejores protectores del mercado dermatológico, ya que combina alta protección frente a los rayos UVA y UVB con una textura que parece agua. Su éxito se basa en su nueva generación de filtros, incluyendo el Mexoryl 400, diseñado para combatir los rayos UVA ultralargos, responsables del envejecimiento cutáneo prematuro. Además, es ideal para pieles sensibles y resistente al agua y el sudor.
Dermaprotect SPF50+ Fluido Invisible de Rilastil
Este protector solar ha escalado posiciones rápidamente entre los imprescindibles de editoras de belleza y expertas en dermocosmética. Con una textura fluida y una fórmula enriquecida con vitamina E, niacinamida y ácido hialurónico, protege y trata la piel en un solo gesto. Es perfecto para las amante de un acabado glow, sin brillos excesivos, y un tratamiento antiedad que refuerce la barrera cutánea.
Heliocare 360º Gel Oil-Free SPF50+
Si eres de las que tiene piel grasa sufre de acné, y no encuentra un fotoprotector adecuado, este es el aliado infalible. Su fórmula contiene Fernblock®, una patente antioxidante con extractos de helecho, además de vitamina C y ácido ferúlico, lo que lo convierte en una barrera eficaz contra la radiación solar y la luz azul de dispositivos electrónicos.
La Biosthétique Soleil Crème Solaire Visage SPF 50+
Esta opción es una de las más completas. Esta crema solar no solo protege la piel del rostro con un filtro de amplio espectro frente a rayos UVA y UVB, sino que también incorpora activos antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro inducido por el sol. Su textura sedosa y su aroma elegante elevan la experiencia sensorial, convirtiéndola en una opción que respira lujo.
Eucerin Oil Control Dry Touch SPF50+
Esta es otra alternativa para pieles grasas que nos encanta. Su tecnología sebo-reguladora ha sido reformulada para incluir activos matificantes de nueva generación que resisten hasta 8 horas de calor y humedad. Su acabado ultra seco no deja la piel apagada u opaca, sino un acabado glow y nutrido más que apetecible.
Clarins UV PLUS [5P] Anti-Pollution SPF50
Esta opción también cuenta con una textura súper ligera y un acabado invisible, que no solo protege frente a los rayos UVA y UVB, sino también contra la contaminación, la luz azul y los radicales libres. Gracias a su fórmula con extractos botánicos, como el mango silvestre y el té blanco, calma y revitaliza la piel, al mismo tiempo que consigues la protección diaria efectiva recomendada por los expertos.