Colores
No utilices más de dos colores, ni tampoco uno solo. Opta por dos tonos, atrévete con combinaciones modernas: azul y violeta, rojo y naranja... Si quieres sencillez combina el azul o el rojo con blanco.
Decoración
No pongas centro de mesa, suele ser muy molesto a la hora de comer. Sustitúyelo por algunos adornos sueltos sobre la misma, unas ramitas de abeto, unas bayas rojas... ¡Pero que sean pequeños!
Mantel
Apuesta por los manteles con tonos neutros, crudos o blancos, acertarás seguro. Los tonos intensos son muy arriesgados. Si quieres que tengan un toque original pueden llevar algún bordado. Pero olvídate de los estampados, recargan demasiado la mesa.
Velas
Nunca fallan. Coloca tres velas en el centro y una a cada extremo de la mesa. Una norma: escógelas sin olor para que no se mezclen con los de la comida.
Vajilla
En primer lugar un bajo plato de color, y encima de este, uno llano y uno hondo en blanco. Una vajilla blanca quedará perfecta, pero puedes mezclar distintas vajillas. Es lo más.
Servilletas
Elige los tonos neutros. Las servilletas no siempre deben ir a juego con el mantel. Las de tela, son las más elegantes. Colócalas dobladas en el plato o dentro de un anillo decorativo.
Cristalería
La sencillez es la mejor opción. Por cada comensal se necesitarán tres copas, una para el agua, otra para vino tinto y otra para el blanco. Aparte estará la de champán. ¡Mezcla cristales transparentes con los de color intenso!
Sillas
No solo se decora la mesa, las sillas también. Pon en el respaldo algún detalle navideño de forma original, un lazo, unas cintas...
Cubertería
Apuesta por una cubertería de líneas sencillas. Y recuerda, a la derecha de la vajilla sitúa un cuchillo y una cuchara sopera; a la izquierda, dos tenedores uno para la carne y otro para el pescado. En la parte superior no te olvides de una cuchara y un tenedor pequeño para el postre.
¿Sabías que...?
El árbol es un básico imprescindible. No puede faltar un árbol navideño original al lado de la mesa! Intenta que su tamaño vaya acorde con el del salón, aunque siempre funcionan los grandes y frondosos. Decóralos de manera original: con frutas secas, con lazos de terciopelo, con bolas en dos colores... Las posibilidades son infinitas.