Los movimientos que revindican las canas en la mujer comienzan a tener cierta repercusión social. Lo mismo ocurre con los hombres. A pesar de ello, para la mayoría de las féminas, las canas siguen siendo un claro síntoma de envejecimiento precoz. No gusta.

Por eso la coloración en sus múltiples versiones es la solución más rápida.Desde la total con oxigenantes a la más vegana realizada con barros. Sin embargo, para las que no quieren ser esclavas del efecto raíz, hay que saber escoger el tipo de tinte y la técnica de aplicación.

Técnicas para disimular las canas

Las mechas y balayages (combinación de varios tonos de la misma gama) son magníficas. Camuflan las canas difusas y bien repartidas por el cuero cabelludo. También las nuevas hennas, recién aterrizadas en  las peluquerías, son perfectas. Nos ayudan a cubrir los cabellos grises de las más sensibles. El inconveniente es que no aclaran, es decir, no puedes pasar de castaña a rubia.

Un buen recurso contra el efecto raíz son los sprays de color. Especialmente cuando no hay tiempo de realizarse una coloración. Retocan en unos instantes homogeneizando el tono. Otro, para salir del embrollo, es realizarse un peinado que “tape” la raíz. Por ejemplo, una cola de cabello alta con un ligero cardado, un recogido con volumen. Si además tienes la suerte de llevar un tono que se aproxime a tu tono de polvos, unas pinceladas en las raíces más próximas a la frente y las sienes son un buen recurso.

Al final se trata también de evitar repetir tinte con demasiada frecuencia. Nuestro pelo, especialmente en aquellos casos en los que ya muestra su fragilidad, merece cuidados especiales. ¿Lo mejor? Preguntar siempre a nuestro profesional de referencia. Sabrá aconsejarte para que puedas presumir de melena, sin canas, pero sana.