El directo suele jugar malas pasadas a los profesionales que se ponen ante las cámaras y es que no siempre es fácil llevar el ritmo de un programa con la presión de que todo salga a la perfección sin perder la frescura. Las Campanadas son un claro ejemplo de ello, ya que en cuestión de escasos minutos son muchos los presentadores que han acabado liándola, como así le ha sucedido este año a Ruth Lorenzo y Roberto Herrera, encargados de conducir las Campanadas de Canarias desde La 1.

El presentador comenzó mal la despedida de la última noche del 2019 y a falta de un minuto para la medianoche, que marcaba el momento clave de los canarios para tomarse las tradicionales 12 uvas, aseguró que el reloj “es único en el mundo, su carrillón dura tres minutos, no tiene cuartos”. Fue en ese momento en el que comenzó a sonar el carrillón y Ruth Lorenzo, animada, anunció a voz en grito: “ya está, ya comienza a sonar durante tres minutos”. El problema está en que no era como decía y solo quedaba un minuto para las Campanadas.

Ruth Lorenzo campanadas Canarias (1)

Para rellenar esos supuestos tres minutos que faltaban en los que sonaba el carrillón, Ruth Lorenzo quiso compartir una curiosidad histórica sobre el reloj que aparecía en pantalla: “Estas campanas fueron robadas por piratas holandeses en 1599 y recuperadas en 1600…”, justo la interrumpió su compañero para anunciar: “¡Atención, atentos, campanadas!”, pero en realidad lo que sonaban eran los últimos acordes del carrillón.

Audiencias de las Campanadas: ¿Quién ha ganado la gran batalla?

Surgió mucho desconcierto y al final nadie sabía cuándo meterse la primera uva en la boca. Todo fue un desastre y cuando Ruth Lorenzo se dio cuenta del error, muchas familias en Canarias se comieron tres uvas antes de que comenzaran y tras sobreimpresionar en la pantalla el contador de las uvas, comerse el resto, ya pasado el gran momento. Todo un caos.

Así lo vivió una familia en Canarias, que compartió el momento en sus redes sociales: