Al igual que Marcelino, su entrañable personaje, Manu Baqueiro (45) es un hombre positivo y alegre. Así, a pesar de la pena que le produce el final de 'Amar es para siem­pre', el actor ve con gran ilu­sión esta nueva etapa que viene por delante.

Manu Baqueiro, Marcelino en 'Amar es para siempre'
Manu Baqueiro asegura que Marcelino, su personaje en 'Amar es para siempre', es "el típico tío que querrías como amigo". Foto: Alberto Bernárdez.

Y después de 18 años, llega el final de Amar. ¿Cómo te sientes?

Uff... Cuando echo la vista atrás y veo todo lo que he vivido y la gente con la que lo he compartido, me emo­ciono. Son muchas vivencias. Aunque parezca un tópico, 'Amar es para siempre' es una gran familia. Itziar Miranda, José Antonio Sayagués, Anabel Alonso e Iñaki Miramón son familia pero de verdad. Me iré con penita, pero con la satisfacción del trabajo bien hecho, porque nos hemos dejado la piel cada día durante muchos años. Lo que nos interesa ahora es acabar por todo lo alto y que los especta­dores, aunque tengan mucha pena, se queden satisfechos. Es mejor irse dejándola en todo lo alto que dejarla morir.

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¿Qué has aprendido de Mar­celino durante estos años?

Mucho, Marcelino es un tío muy noble, con mucha energía y alegría de vivir, muy de sus amigos, de su familia... El típico tío que querrías como colega.

Manu Baqueiro, Marcelino en 'Amar es para siempre', en un descanso del rodaje.
"Itziar Miranda es como una hermana y José Antonio Sayagués siempre dice que soy su otro hijo', asegura Manu Baqueiro. Foto: Alberto Bernárdez.

El momento más difícil para Manu Baqueiro

¿Cuál ha sido el momento más duro que has vivido en 'Amar es para siempre'?

La época del covid fue muy complicada, porque además la serie peligraba. Desde Antena 3 querían que nos pusiéramos en marcha cuanto antes porque si se dejaba de emitir un mes era como darle el descabello a la serie, al ser difícil que luego la gente se enganchara de nuevo. Así es que estábamos con la ansiedad y la preocupación que tenía todo el mundo, pero además pensando que lo que no había hecho la audiencia durante todos estos años nos lo va quitar el covid. Fue un año muy difícil y tenso, pero con mucho trabajo y esfuerzo lo sacamos adelante.

¿Qué nos puedes adelantar sobre el final?

Uff… Nada. Solo que espero que no haya un final dramático. Que no maten ni a Manolita ni a Pelayo ni a Marcelino, porque sería un drama como el de ‘Chanquete ha muerto’ (risas).

Los nuevos proyectos de Manu Baqueiro

Ahora se te abren muchas puertas para poder realizar otros proyectos.

Totalmente. Es una etapa muy fructífera y maravillosa que se cierra y se abre otra. Es verdad que siempre he compaginado la serie con teatro y que tam­bién me ha permitido hacer cosas como MasterChef el año pasado, pero no hay duda de que es un trabajo es muy absorbente. Así es que igual que por un lado siento pena, por otro tengo ganas de sentir este vértigo propio de nuestra profesión, del que nosotros nos habíamos olvidado durante tantos años y que es inherente a ser actor. De momento, estoy con la gira de la obra Una semana nada más, con Marina San José y Javier Perera, haciendo pruebas y abierto a proyectos interesantes.

Amigos para siempre

La relación con Itziar y José Antonio continuará.

Sí, Itziar es como una her­mana. Somos muy amigos y casi vecinos. Y José Antonio siempre dice que soy su otro hijo. Ellos son mi otra familia, tenemos mucha complicidad, y eso siempre va a estar ahí. Después de 18 años trabajando juntos, compartiendo tantas secuencias, si no nos llevásemos bien, probablemente nos hubiésemos hartado los unos de los otros, pero nos llevamos muy bien.

De hecho, eres también amigo de Nacho Rubio, el marido de Itziar.

Sí, es un tío fantástico y tienen una familia maravillosa.

¿Quién cocina mejor él o tú?

Nacho. Yo cocino bien, pero él fenomenal.