En su vuelta a 'Sálvame', el colaborador ha revelado que ha sido presa del pánico durante el confinamiento. "Tenía miedo por mis hijas. Me costaba bajarme del coche".

Después de 10 semanas guardando cuarentena en su casa, Kiko Hernández ha regresado a 'Sálvame'. En su vuelta al trabajo, el colaborador ha revelado que durante estos dos meses han sido una pesadilla en muchos aspectos. A lo largo de este tiempo encerrado en su domicilio de Madrid ha sido presa del miedo. La pandemia global ha hecho aflorar sus inquietudes y temores más profundos. A corazón abierto ha compartido lo que ha pasado con la audiencia del programa.

El reencuentro del colaborador con sus compañeros ha provocado una enorme sonrisa en el plató. Pero a Kiko le temblaba la voz. Después de tanto tiempo confinado en su residencia, sin apenas salir a la calle, estaba "nervioso". Y aún presa del pánico que, tal y como ha confesado, ha experimentado en las últimas semanas por culpa de su temor al Covid-19.

Kiko, presa del miedo: "No era capaz de bajarme del coche"

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El colaborador entraba al set protegiendo sus manos con guantes de látex. "Si no los usara me ya me saldría sangre de tantas veces que me echaba gel", señalaba. Y es que para él, que es bastante hipocondriaco, no ha sido nada fácil afrontar los cuidados y medidas de seguridad que requiere la crisis sanitaria que asola al mundo. "He pasado una época muy chunga, con mucho miedo", decía. "Nada de quejarse porque somos afortunados. Vuelvo con todo lo que hay aquí, en esta maleta".

A Kiko no solo se le ha hecho cuesta arriba salir de su hogar. Hacer actividades cotidianas como ir al supermercado pasó a ser una tarea harto difícil. "Intentaba salir lo menos posible al mercado. Me iba y volvía sin nada porque no era capaz de bajarme del coche. Sentía hormigas en la cara. No podía tocar el coche, no podía tocar el suelo. Llamaba a Mila o a Belén Rodríguez porque no podía bajar del coche".

"Tenía miedo por mis hijas"

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"Tenía miedo por mis hijas, por eso lo estaba pasando muy mal. He dormido muy mal, recuerdo hasta 4 noches sin dormir, nada. Una vez fui al médico y me desplomé, terrible. Todo por el miedo pero ya ha pasado", ha detallado.

"Pensé que me estaba volviendo loco y pensé: 'quiero volver'. Lo he pasado muy mal. He llorado mucho de impotencia, de ver que no servía para nada. Me siento una mierda cómo sois capaces de venir a trabajar y yo estaba paralizado. No me podía mover. Mi madre me decía: venga, no pasa nada", añadía.

"¿Cómo le explicas a un niño de tres años que hay un bicho que mata?"

Kiko Hernández

Kiko Hernández ha hablado abiertamente sobre su carácter hipocondriaco en anteriores ocasiones. Una situación que se ha agravado ante la situación actual. El avance del virus dentro y fuera de nuestras fronteras nos obliga a tomar muchas precauciones para evitar un posible contagio. Esto, en su caso, ha aumentado aún más su afán por mantener a raya las medidas de higiene. "Cuando he venido para acá (a Telecinco) me he perdido. He terminado en El Corte Inglés de Sanchinarro", manifestaba, dando fe de los nervios que aún siente cada vez que tiene que salir a la calle.

"He hecho cosas muy mal, estar pegado a las noticias, de muertes e infecciones...", reconocía. "Luego ves lo que que ha pasado a Lequio, a Ana Obregón. Eso sí que es duro. Que no nos podemos quejar, que somos unos afortunados", decía. Hernández dejaba claro que no deseaba dar lástima a nadie ni ir de víctima con su sincero testimonio: "No quiero dar sensación de pena".

Kiko Hernández también ha contado que le costaba explicar a sus hijas, Abril y Jimena, la realidad de la pandemia. "¿Cómo le explicas a un niño de tres años que hay un coronavirus, que hay un bicho que mata? Si salía a pasear con las niñas volvíamos corriendo para casa. Me decían: ¿Vamos al parque? No podemos. ¿Cómo le explicas que no puede ir al cole ni al parque?", se preguntaba. "Un día las cogí, las metí en el coche y me había hecho ocho kilómetros dando vueltas a la manzana".