La ceremonia con la que se despedirá a Benedicto XVI no será de Estado al no tratarse de un pontífice «reinante». El acto será «solemne, pero sobria», tal y como ha confirmado el Vaticano. Según el deseo expreso del difunto papa emérito, solo asistirán de forma oficial las delegaciones de gobierno y presidencia de Italia y Alemania. En representación de Alemania, patria natal de Ratzinger, estará el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente de ese país, Frank-Walter Steinmeier, y por parte de Italia, el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni.