Hay prendas que no entienden de tregua estacional: en cuanto sube medio grado el termómetro, emergen de las perchas con una urgencia casi imperativa. Las mini faldas son una de ellas. Basta con que la primavera empiece a insinuarse para que esta prenda, que tantas crónicas de estilo ha protagonizado desde los 60, recupere su lugar como reina indiscutible del armario estival. Este verano, Zara nos lo pone fácil (y peligrosamente tentador): acaba de lanzar una colección de mini faldas tan irresistibles que no exageramos al decir que podrías sobrevivir hasta septiembre sin quitártelas. Hay color, hay ingenio, hay patrones que desafían lo evidente y tejidos que piden pista en terrazas, festivales y puestas de sol. Y lo mejor: no hace falta hipotecar la casa de la playa para poder comprarlas.
Falda mini punto bordados de Zara 29,95 euros
Zara
Falda mini punto bordados de Zara 29,95 euros
El color butter yellow ha subido peldaños en el olimpo cromático esta temporada y esta falda de punto con bordados troquelados lo demuestra con elegancia. De tiro alto y silueta evasé, esta pieza está pensada para las amantes del minimalismo. Tiene ese aire delicado de las prendas tejidas a mano, como si acabara de salir de una boutique de lujo ibicenca. Por 29,95 euros, se perfila como una de las favoritas del verano.
Para llevarla con gracia y sin empalagar, lo mejor es apostar por texturas opuestas: una camiseta blanca de algodón tipo baby tee, o un top de popelín con escote cuadrado. También combina bien con un jersey de punto fino metido por dentro en las noches más frescas. De calzado, unas bailarinas de rejilla o unas sneakers de lona blanca cerrando el conjunto con un aire sporty que nunca falla. Porque a veces, lo sencillo es lo más impactante.
Falda corta abullonada de Zara 25,95 euros
Zara
Falda corta abullonada de Zara 25,95 euros
El corte globo ha vuelto (si es que alguna vez se fue del todo) y esta mini falda caqui de Zara lo reinterpreta con gracia y volumen. El color, a medio camino entre el militar y el “verde pizarra”, le da una fuerza insospechada y la convierte en un lienzo perfecto para juegos de proporciones.
Combínala con un top ceñido para equilibrar el volumen: desde un tank top blanco básico hasta un corsé denim si te sientes atrevida. En los pies, sandalias de tiras con hebilla o, mejor aún, unas sandalias destalonadas. Y como toque final, una coleta pulida y labios rojo ladrillo: equilibrio perfecto entre actitud y tendencia.
Falda estampada flecos abalorios de Zara 25,95 euros
Zara
Falda estampada flecos abalorios de Zara 25,95 euros
Hay prendas que parecen hechas para el atardecer, y esta falda granate con estampado blanco y flecos de abalorios en el bajo es una de ellas. Tiene esa vibe entre hippie y retro californiano que pide a gritos una copa de Impresiones si estás en León o un mojito si estás en Almería. Los flecos se mueven con gracia al andar (lo comprobamos) y el estampado es fácil de combinar. Cuesta 25,95 euros, pero vale por tres en estilo.
Falda pantalón bordados de Zara 25,95 euros
Zara
Falda pantalón bordados de Zara 25,95 euros
Si hay una prenda que grita estoy de vacaciones aunque siga en Madrid, es esta. Zara reinterpreta el clásico falda pantalón vaquero con bordados blancos de amebas y flores que podrían haber salido del taller de un artesano. Tiene ese aire boho sofisticado que nunca pasa de moda, con el plus de la comodidad de un short oculto bajo su silueta femenina.
La clave para no caer en el look festivalero de 2014 es actualizar el conjunto con piezas sobrias: una blusa blanca abotonada hasta el cuello con mangas abullonadas puede ser el contrapunto perfecto. También funciona con un chaleco masculino de lino sin nada debajo (si el clima y la osadía lo permiten). De accesorios, nada de collares étnicos: opta por un bolso de piel estructurado y unas gafas de sol rectangulares. Bohemia, sí, pero con control.
Falda mini estampada hebilla de Zaraa 25,95 euros
Zara
Falda mini estampada hebilla de Zara 25,95 euros
A primera vista, esta mini blanca con estampado negro abstracto podría parecer una pieza de archivo, pero la hebilla lateral y el corte le dan un giro contemporáneo que la convierte en un capricho altamente combinable. Tiene esa estructura limpia que funciona como base para crear cualquier estilismo, pero también ese twist gráfico que reclama atención sin necesidad de estridencias.