La Princesa Leonor está a punto de poner punto y final a su paso por el buque escuela Juan Sebastián Elcano. El pasado miércoles 4 de junio, la heredera al trono y el resto de los guardiamarinas llegaron a Nueva York, en la que será la última parada de la nao dentro del crucero de instrucción. Mientras que el resto de los compañeros de la heredera al trono harán el regreso a España a bordo del barco, la Princesa Leonor lo hará en un avión, para después sumarse de nuevo a sus compañeros en Marín (Pontevedra). A pesar de que mucho se especuló sobre si la Reina Sofía iba a estar presente en la ciudad de los rascacielos para recibir a su nieta, finalmente ningún miembro de la Familia Real española lo hizo. Hablamos con Lara Ferreiro, psicóloga y autora del libro: ¡Ni un capullo más!: El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta, quien nos analiza cómo afronta la heredera al trono su regreso a Zarzuela y qué habrá supuesto para ella no tener a ningún miembro de su familia en este regreso.
Según Lara Ferreiro, la Princesa Leonor "va a pasar por un proceso de cuatro fases", Además, "puede sufrir el síndrome del pez perdido, que es la sensación de que no te hayas en tierra y quieras volver al mar". La psicóloga analiza esas cuatro fases a las que puede hacer frente la heredera al trono: "Va a pasar primero por ese shock ahora tiene que pasar un duelo post Juan Sebastián Elcano, un duelo marítimo de haber estado allí en alta mar. Primero pasará por el shock de tener que volver a la realidad. Después vendrá la tristeza, idealizar el barco. Luego la fase del aprendizaje y por último la de la adaptación. Este proceso le puede llevar unos 21 días, esa regla de los 21 días, tres semanas, hasta que se adapta. Incluso a veces pueden ser hasta tres meses".
La hija de los Reyes Felipe y Letizia en medio de una maniobra a bordo de Elcano. CASA REAL
Los problemas físicos que puede sufrir la Princesa Leonor, según Lara Ferreiro
La psicóloga asegura que "algunos incluso tienen el mal de tierra, que lo tienen más mujeres que hombres, a nivel físico. También es el síndrome de la cabina o que, de alguna forma cuando llegas a la tierra, tienes problemas. Hay persona que tienen trastornos de ánimo, estrés, ansiedad, fatiga. Entonces se recomienda que, tras volver, se tenga una semana de vacaciones".
Lara Ferreiro también se hace eco del hecho de que ningún miembro de la Familia Real haya viajado hasta Nueva York para recibir a la Princesa: "Luego creo que también el hecho de que no haya ido a nadie a Nueva York a recogerla, puede afectarla. Que incluso se dice que se había planteado si la Reina Sofía iba a ir y al final no, con lo cual puede haber ahí una relación completamente fría o nula, ¿vale? Se puede sentir que nadie le haya ido a buscar de alguna forma aislada o con dolor emocional. Te puede hacer sentir un vacío emocional, tristeza o choque, además de lo que supone la vuelta: la presión de la institución, los medios, la imagen pública, por lo que el no tener a nadie esperándola puede tener sensación de orfandad", nos cuenta.
Gtres
El cambio de la Princesa Leonor tras su crucero de instrucción
La psicóloga habla de la importancia del paso de la heredera al trono por el buque escuela, en el que ha permanecido cerca de seis meses: "Creo que el Juan Sebastián Elcano marca un antes y un después. Ha sido lo mejor como marca personal monárquica, siendo la mejor campaña porque hemos visto de niña a mujer. Ya es una digna heredera. La han visto más natural que nunca, esas imágenes tan comentadas en bañador, con los chicos de su edad".
A pesar de ello, ahora se tiene que enfrentar a ese desembarco, teniendo que hacer frente a una serie de complicaciones, que en líneas generales confirma que sufren más mujeres que hombres: "Es verdad que a las mujeres le da muchísimo más sintomatología ansiosa-depresiva después de este tipo de desembarcos, y también tiene toda la parte física de mareos, que sufres porque te has acostumbrado a ese vaivén en alta mar y ahora no lo tienes. Entonces hay personas que sienten como esas sensaciones de que se mueve en la Tierra". Y añade: "Y luego el impacto psicológico de vivir en alta mar es una experiencia absolutamente transformadora, yo creo que es una catarsis. Para Leonor se ha reconectado con ella misma. La hemos visto más humana, más cercana que nunca".