Lunnas, las gemelas Dj's aspiran a convertirse en un referente de la música electrónica

Estas dos hermanas madrileñas de 29 años han conseguido posicionarse como
una de las futuras promesas de la música electrónica nacional e internacional. María e Isabel han conseguido cerrar sus propias fiestas dentro de la mítica sala Pacha Ibiza, donde cada lunes experimentan con los sonidos más actuales de la ‘música house’, consiguiendo todo un hito en este sector.

Nuestras protagonistas, que aspiran a convertirse en un referente de la música electrónica, se sientan por primera vez en SEMANA para contar a nuestros lectores quiénes son y cómo han vivido este éxito arrollador dentro de una profesión que suele estar liderada por los hombres.

¿Quiénes son Lunnas?

María: Somos dos gemelas que hemos nacido en Madrid y que llevamos ya unos siete
años como disc jockeys de modo profesional. Empezamos a hacerlo un poco por
hobby, mientras que estudiamos nuestras carreras y ahora, gracias a Dios, podemos decir que nos dedicamos profesionalmente a ello.

¿Qué estudiasteis exactamente?

María: Yo estudié diseño de modas. Isabel: Yo. arquitectura.

¿Cómo comenzó este pelotazo a nivel musical?

María: Hacíamos una fiesta los fines de semana y empezaron a venir muchos actores del centro de Madrid hasta tal punto que la sesión se hizo muy conocida. De ahí nos
descubrieron el que ahora es nuestro mánager.

Tenéis 29 años, pero vuestro éxito ya es internacional ¿Cuál es el secreto?

En realidad, trabajar mucho, ser constantes y tener ambición, porque eso te lleva a conseguir cada día más cosas.

¿Y cómo se tomaron vuestros padres esta decisión?

Ellos siempre nos han apoyado mucho en todo lo que hemos hecho, pero es verdad
que ellos siempre han querido que termináramos la carrera. Lo que pasa es que han visto que nosotras siempre hemos pintado, hemos sido muy artistas y han visto que era nuestro sueño y que realmente peleábamos por ello. Mis padres siempre nos decían: “Haced lo que queráis, pero ser las mejores en todo lo que vayáis a hacer”

¿Os entró alguna duda?

Isabel: No lo dudamos ni un solo segundo. Queríamos ver un poco las condiciones, hablarlo con mi madre y plantearnos un poco la vida. Sabíamos que era nuestro sueño.

Hermanas que trabajan juntas. ¿Cómo es vuestra relación?

María: Como la de cualquier hermano, nos llevamos muy bien y tenemos mucha compenetración, pero es verdad que a veces chocamos mucho porque pasamos muchas horas juntas. Intentamos darnos espacio para no discutir y, sobre todo, intentamos hablar las cosas para llegar a un acuerdo. No siempre es fácil, pero se
consigue.

Tener vuestra propia sesión en Pachá os ha convertido en dos estrellas.

Isabel: La discoteca Pachá ha sido como nuestro trampolín. Es como nuestra casa, lo amamos. Este año tenemos nuestra propia fiesta, ‘Lunnatica’. Es un lujo estrenar en una de las mejores salas del mundo. Ha sido muy fuerte y creo que el año que viene vamos a seguir haciendo bastantes cosas con ellos.

Y a parte de todos estos trabajos, ¿puede un famoso contrataros para una fiesta
privada?

Sí, claro.

¿Y podemos decir algún nombre de alguno para los que habéis trabajado?

Preferimos no decirte nada (se ríen).

Tengo entendido que la pandemia os hizo mucho daño.

Llegó el momento en el que nuestra fiesta en Pachá, que es una cosa muy grande e importante, la hemos tenido que retrasar dos años. Fueron dos años sin trabajar, sin ganar absolutamente nada. No recibimos ninguna ayuda. Fue muy complicado. A mí
me gustaría destacar que no solo lo del dinero fue importante, sino que, a nivel psicológico, ya solo de pensar en la incertidumbre, nos flaqueó mucho la cabeza.

¿Qué expectativas tenéis de futuro?

María: Nuestras expectativas son producir música y temas que la gente los convierta en himnos. Pero, sobre todo, hacer temas que nos representen y hacer crecer nuestra marca, que se llama ‘Lunnatica’ y que es nuestra fiesta.

¿Qué es lo más bonito que habéis experimentado con vuestros seguidores?

Isabel: Hay gente que se ha tatuado nuestro logo.

¿Cómo están vuestros corazones?

Están abiertos para todo el público y, además, tanto para hombres como para mujeres.