La Princesa Leonor está a punto de culminar su año en la Academia Militar de Zaragoza, con la que dio el pistoletazo de salida a su formación castrense. La hija mayor de los Reyes Felipe y Letizia apura sus últimos días en la que ha sido su casa durante el curso académico, mientras prepara una escapada veraniega con sus compañeros cadetes, antes de embarcarse en su próximo reto formativo

En las últimas semanas, la heredera al trono español se ha embarcado en varias pruebas físicas muy exigentes e imprescindibles para superar su paso por la Academia militar. Pruebas que, valga recalcar, también tuvo que afrontar su padre cuando era joven y que, a pesar de su título, ha realizado como cualquier otra alumna. 

El privilegio del que se benefició la Princesa Leonor durante uno de sus últimos entrenamientos

Están siendo unos días frenéticos para la Princesa Leonor que, sin duda, marcarán un antes y un después en su formación castrense. A finales mayo, la hija de los Reyes Letizia y Felipe se trasladó a Soria para embarcarse en unas duras maniobras que pusieron a prueba su condición física y aguante. La joven tuvo que dormir a la intemperie en tiendas de campaña, entre otros muchos retos. Nada diferente resto de alumnos de la Academia Militar de Zaragoza. O casi. Según adelantó en ese momento 'Monarquía Confidencial, Leonor tuvo cierto privilegio a la hora de encarar estos complejos ejercicios, de los más difíciles del curso, que "requieren de mucha precisión y emplear sobre el terreno todo lo aprendido durante el último año. 

Debido a su "condición", a la hermana de la Infanta Sofía se le permitió 'saltarse' algunas de las simulaciones de combate. Se trata de un adiestramiento de contacto real en tierra, cuerpo a cuerpo, en los que no participó de forma activa, aunque sí estuvo presente durante las intervenciones de sus compañeros. El motivo detrás de esta decisión no fue otro que el de evitar "que se pueda dañar su imagen", señaló el citado medio de acuerdo a fuentes de Zarzuela. Sí intervino en el resto de ejercicios sobre embarque y desembarque de helicópteros, conocimientos de pelotón, manejo de fusiles y técnicas de combate menos intrusivas. 

La Princesa Leonor en Astún

La Princesa Leonor en Astún durante un entrenamiento. 

Gtres

Las maniobras de guerrillas: las pruebas definitivas para medir las aptitudes militares de la hija de los Reyes

En cambio, la Princesa Leonor está inmersa en uno de sus últimos entrenamientos que sí completará de forma íntegra, sin excepciones de ningún tipo. Como ha informado la cuenta @leonorysofiaaltezasreales, la hija mayor de la Reina Letizia y el Rey Felipe VI se ha trasladado a la localidad soriana de Navaleno para medirse a una de las pruebas complicadas de su instrucción militar en la Academia Militar General de Zaragoza, las denominadas maniobras de guerrillas.

Entre los exigentes retos que deberá superar, está el de marchar 20 kilómetros a pie por la orilla del río Lobos, desde el puente de los Siete Ojos, hasta la ascensión al Castillo de Ucero, pasando por la Ermita de San Bartolomé. Deberá materializar esta proeza con el pesado equipo militar a cuestas, desde el macuto hasta el arma reglamentaria. También se enfrentará a ejercicios nocturnos de los que, por el momento, no se han dado mayor detalle. Ejercicios tácticos y de resistencia que suponen un paso clave de cara a consolidarse como dama cadete y para superar sus estudios en la capital aragonesa. 

El plan a seguir de doña Leonor tras su paso por la Academia Militar de Zaragoza

Durante todo este año de curso en Zaragoza, la Princesa Leonor ha demostrado con creces sus capacidades para superar circunstancias muy severas en climas extremos de frío, lluvia y calor. También para asumir el conocimiento más académico y menos práctico de su formación castrense. Cada vez queda menos para que la heredera al trono ponga fin a su andadura inaugural en el ejército. Será el próximo día 19 de junio cuando Su Majestad dé por terminado su paso formativo en la Academia aragonesa, aunque alargará su estancia hasta julio, coincidiendo con la entrega del despacho de alférez. 

Una vez diga adiós a la que ha sido su casa durante el último año, se tomará una semana de vacaciones, que aprovechará para marcharse con sus amigos de curso a un destino desconocido. Ya de regreso, ingresará en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra), donde se embarcará, como ya hiciera su padre, en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Tras esto, pondrá rumo a la Academia General del Aire de San Javier, en Murcia, donde, es de esperar, aprenda a pilotar un avión de combate. Para rematar su meteórica trayectoria, ingresará en la universidad ('a priori', civil) para estudiar una carrera de su elección.