Hace mucho que no veo a Rosa López, una lástima, porque es uno de los personajes que más me ha gustado entrevistar en mi carrera. Sin embargo, ahora que está promocionando su disco y tiene su propio 'reality' es imposible no estar al tanto de su vida.
El nuevo disco de Rosa López, 'Kairós', entró en el número 2 de la lista de Promusicae, en su semana de lanzamiento, lo que demuestra la expectación que había con su vuelta a la música.
A Rosa López le debo algunos de mis mejores amigos, porque los conocí en su Eurovisión, en Tallin, por lo que aunque solo sea por eso le tendré cariño siempre. Estuve en su casa de Armilla mientras ella se encontraba en 'Operación Triunfo', viviendo su propia historia de 'patito feo' que se convierte en 'cisne'. Su padre, que ya no está me trató con una calidez que no encontré en las familias de sus otros compañeros de concurso.Posteriormente, cuando su padre murió, rompió a llorar en medio de una entrevista y no sabía cómo consolarla, más tarde se tiñó de rubio y acabamos en un reportaje en el banco de un parque, ante la mirada de su novio de entonces, que se había convertido en su mánager (posiblemente dos errores, la elección sentimental y el color del pelo, que no le quedaba nada bien), y hace cosa de dos años o tres, que ya pierdo la noción del tiempo, nos reencontramos en el circuito del Jarama, donde participó en un evento solidario.Siempre ha sido generosa en los titulares, muy cercana en el lenguaje corporal y natural, la clave de su éxito, pero también he visto en ella un nivel de exigencia a sí misma que tal vez no le convenga.
Rosa López ha sufrido una gran transformación física a lo largo de los años y es evidente que está más guapa que nunca.
Se nota que Rosa López ha leído a autores como Paulo Coelho, que se ha empapado de conceptos para dar un andamiaje a su seguridad, porque, como ya quedó patente en el reencuentro de 'Operación triunfo', no se acaba de creer del todo lo valiosa que es, las excepcionales cualidades que tiene.Esto mismo se puede apreciar en su nuevo disco, 'Kairós', que parece un manual de autoayuda y superación. De hecho, su primer sencillo, 'Al fin pienso en mí', es toda una declaración de intenciones, algo que también apreciamos en gran parte de las canciones con títulos tan elocuentes como 'Ahora sé quién soy', 'Vuelvo a empezar', o 'Déjame volar'.Las personas en evolución permanente denotan inteligencia, porque hay gente que a los 30 ya ha entrado en una recesión vital, pero también es un arma de doble filo, porque pueden ser frágiles y demasiado sensibles. No sé si ese es el caso de Rosa, pero lo que aplaudo es su lucha por ser una mejor versión de sí misma.
La popularidad de Rosa es tan grande que hasta ha conseguido tener su propio 'reality'.