Lucía Rivera habla como nunca antes: "Vengo de una familia desestructurada"

Lucía Rivera sigue imparable en su ascenso como modelo. Tras vivir una temporada en Nueva York, ahora su nueva residencia es Milán, la capital de la moda. Trabaja para grandes firmas y es una de las más aclamadas por los modistos. Sin embargo, la vida de Lucía no ha sido de color de rosas siempre. Así lo contó en su primer libro autobiográfico, 'Nada es lo que parece'. Ahora, la hija de Cayetano Rivera y Blanca Romero da algunas pinceladas de cómo ha sido su vida más personal al lado de su familia. 

La asturiana habla como nunca antes de su familia, atreviéndose incluso a decir que "yo vengo de una desestructurada". Lucía Rivera es consciente que ser hija de uno de los toreros más influyentes de nuestro país y de una reconocida actriz y modelo no ha sido tarea fácil. Así lo cuenta en una entrevista sincera con la revista de moda, 'Elle': "Yo vengo de una familia desestructura, y lo digo abiertamente, porque pienso que hay que normalizar la palabra. Es una familia algo distinta al resto, pero mi relación con ella es muy buena", ha dicho. 

Además, Lucía Rivera habla de cómo es su actual relación con su madre, Blanca Romero: "Adoro a mi madre, aunque soy más su hermana que su hija, y en el 80% de las ocasiones parezco yo su madre". Y es que siempre que sus agendas se lo permiten, pasan mucho tiempo juntas. Sin embargo, no ha hecho mención alguna a Cayetano Rivera. No son muchas las ocasiones en las que vemos a padre e hija juntos. 

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Lucía Rivera confiesa que quiere formar su propia familia ¿con recadito a sus padres?

A pesar de venir de una familia "desestructurada", como ella mismo ha confesado, tiene claro que en un futuro quiere formar la suya. Eso sí, confiesa que también tiene claro que "sobre todo le daré estabilidad a mi hijo, y que voy a ser extremadamente protectora". ¿Es una declaración de intenciones a sus padres?

Para Lucía Rivera, los últimos años no han sido fáciles. A pesar del éxito en su carrera como modelo, ha vivido varias crisis de ansiedad y problemas de salud mental. Hace unos meses, la hija de Blanca Romero desvelaba que sufría un trastorno dismórfico corporal y TCA (trastornos de la conducta alimentaria).  Con motivo del Día Internacional, escribió una carta en Cosmopolita donde sacaba a la luz sus problemas con la comida. 

La modelo reveló sus problemas con la comida, que a día de hoy ya ha logrado superar

En esta misiva, Lucía Rivera desvelaba que a raíz de las críticas que recibía ("palillos, espaguetis"), la modelo empezó a sentir rechazo por sus piernas que, según ella, "estaban repletas de fallos". Para conseguir el objetivo de tener las piernas "rellenas", la hija de Cayetano Rivera y Blanca Romero se "atiborró a batidos de proteínas" y a los 18 años volvió a estar "segura" de sus piernas: "Para el resto, se habían pasado de 'gordas y rellenitas', así que, de pronto, miraste de nuevo hacia abajo, pero con otra idea: cómo cambiarlas, cómo hacer que volvieran a ser como antes", dice la modelo en esta carta que se escribió a sí misma. 

La comida pasó a ser lo "más preocupante" para ella: "La misma báscula en la que celebrabas los números de más, con saltos de alegría, se convirtió en tu mayor enemiga cuando marcaba un número más que 50, porque ese era 'el número perfecto'", contaba la modelo. Además, reveló que llegó a estar "varios días sin comer" cuando llegaba la hora de acudir a un desfile: "Y cuanto más tarde comieras era una mejor señal, seguro que tu cuerpo te lo agradecería, porque comerías menos y bajarías más fácilmente de kilos", contó sobre sus problemas alimenticios.

Aunque en este momento de su vida la luz se ha abierto paso entre la oscuridad, Lucía Rivera que todavía sufre problemas de ansiedad. Sin ir más lejos, hace tan solo unas semanas mostraba las secuelas que sufría a causa de ello. "Ahora me ha dado por rascarme por las noches (sin enterarme) y armarme estas burradas en el cuerpo. La verdad es que he tenido dos días complicados y así ha reaccionado mi cabeza. Y la verdad es que en las fotos no se valora ni la mitad. Es cansado y desespera a veces. Os mando un abrazo a los que vivís con esto como yo”, decía junto a una imagen en la que aparecía los arañazos de su espalda.