Hace un año Letizia casi nos volvió locos con su aparición en estos premios periodísticos. Vestido brillante con transparencias de Nina Ricci, pelo hacia atrás con efecto mojado... Ufff, fueron muchas cosas. Esta noche los Reyes debían acudir juntos a esta cita, la entrega de los galardones Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote, en la Casa de ABC, en Madrid, pero a última hora se ha cancelado la presencia del Rey a causa de la situación política en Cataluña. Letizia ha tenido que ir sola y desempeñar su papel lo mejor posible...
Ya lo veis. La Reina ha vuelto a innovar/estrenar, aunque su atrevimiento ha sido más comedido que en la pasada edición, pero excesivo en muchos sentidos.
Hablamos de un nuevo mono en color ciruela, confeccionado en dos texturas mayoritariamente satinada (es de acetato y viscosa), con escote a pico, pierna ancha y ceñido con un cinturón ancho. Es de Ángel Schlesser y su precio es de 430 euros (¡gracias, Almudena!). Eso sí, parece que introduce un nuevo diseñador español en su armario, aunque realmente de Schlesser al menos tiene una cartera. Este mono se puede adquirir también en color azul.
¿Por qué hablo de excesos? Para empezar, veo que ha compuesto un look del todo al ciruela (me parece más este tono que burdeos), que está muy de moda esta temporada. Me suele gustar el monocolor, pero esta vez reconozco que me carga. Los zapatos son los de charol de Lodi. No pasaría nada si no hubiera tanto, pero taaanto brillo...
La cartera es otra pieza novedosa: un bolsito de terciopelo rosa con dibujos geométricos en varios colores, entre ellos el burdeos, que al menos relaja un poco. Es de la firma española TITA MADRID, que debuta en su vestidor. Cuesta 250 euros.
Muy importantes también las joyas. ¿Os suenan, verdad? Claro, se las acabamos de ver en Asturias. Aparte de los pendientes de chandelier de Yanes, son el brazalete helénico de Cartier y EL ANILLO VERDE colocado en el dedo índice.
Y tengo que incidir en el apartado beauty para que el exceso caiga con todo su peso en este look: Y es que si la noche del concierto en Oviedo el elaborado maquillaje era de diez, esta vez ha resultado totalmente fallido. No por mal hecho, que no, sino por recargado y artificioso. Demasiado ojo, demasiado lápiz de labios. Todo es muy fuerte, y creo que a Letizia no le favorece y le echa años encima.
El peinado tampoco lo arregla: su media melena con raya al medio y ondas-blucles parece antiguo. Un poco años 80, en el peor sentido, no en el divertido.
Bueno, tengo que hablar de decepción, sinceramente. Después de unos looks estupendos, Letizia parece haber dado un paso atrás. Pero estoy segura de que será algo transitorio y ya esperamos mejores sorpresas en los días venideros. ¿Estáis de acuerdo?