Nos despertamos con su cara todas las mañanas en Telecinco, pero no ha sido hasta ahora cuando ha querido concedernos su primera entrevista. Desde que le propusimos esta charla , hasta ahora, la catalana ha vivido una auténtica montaña rusa de emociones. Es la primera vez que se sienta para las páginas de una revista y lo que más ilusión le hace es poder ver la reacción que tendrá su madre cuando la vea en el quiosco: “No le he dicho nada porque quiero que lleve la sorpresa el mismo día de la publicación”.

Así es Laila Jiménez (40), una periodista todoterreno que nos ha abierto las puertas de su casa y de su corazón para enseñarnos quién es ella realmente. Con una carrera de más de 20 años en los medios de comunicación, (en los que lleva ligados 12 años con Mediaset), y en donde ha sido galardonada con una antena de plata, la periodista nos revela los entresijos del informativo que arranca la parrilla de la cadena cada mañana de lunes a viernes en la cadena de Fuencarral.

Me ha sorprendido mucho dónde vives, toda la luz de Madrid está aquí.

Eso es lo único que yo buscaba cuando me mudé y busqué casa aquí. Cuando empecé en este turno, en lo informativos, lo primero que aprendí es que no podía estar en una casa que no tuviera luz.

¿Y hace cuánto que vives aquí en esta casa?

Un año. Este piso me costó la vida encontrarlo. Fue amor a primera vista. Era un edificio por el que yo pasaba todas las mañanas y ya cansada de no encontrar nada, vi un cartel que ponía “se alquila”, subí directamente y al verlo aluciné.

Entonces vives de alquiler. ¿Sueñas en un futuro en comprarte una casa aquí?

Yo soy de Barcelona y siempre, antes de venirme a Madrid, tenía la idea de comprarme una casa en mi barrio de toda la vida, en Sant Antoni, en el centro de Barcelona, de donde son mis padres. Volver al barrio es como volver a casa, pero reconozco que me gusta mucho Madrid. Entonces me gustaría tener una casa aquí en Madrid. Yo noto que me hago mayor porque siempre he sido de ciudad y siempre he querido un ático, pero la idea de tener una casita con piscina tampoco me desagrada.

Laila
Alberto Bernárdez

La decoración es un poco minimalista .

Con este turno que tengo no me da tiempo a hacer más cosas en ese sentido. Tengo esta sensación de que estoy de paso, que también te digo que este paso puede ser de muchos años de paso. Hay cosas que son tuyas y que las has hecho tuyas y son tus rincones. Pero yo tampoco necesito mucho para que sea así. El sofá mirando a los tejados de Madrid es mi rincón y no necesito más.

Yo te definiría como la conocida más desconocida de los informativos, porque, lo consume un público que tiene que estar despierto muy temprano.

Está enfocado al público madrugador. Yo siempre me he levantado con la tele. Se trata del momento en el que estás haciendo el desayuno, que te vas a ir a trabajar y te quieres llevar una impresión rápida de lo que va a ser el día. Pero, claro, esto es muy concreto. Es una persona que a lo mejor te ve cuando se levanta antes de entrar a las siete o a las ocho de la mañana. No siempre es un público que puede quedarse a ver todo el informativo, como puede ser el de la noche o el de mediodía, porque está de paso.

¿A qué hora te levantas habitualmente?

Me levanto a la una de la mañana, pero antes me levantaba antes. Es muy importante descansar y no siempre puedes elegir cuando descansas, porque hay veces que el cuerpo, por muy cansada que tu estés, pues a lo mejor no caes esa noche y te dan las seis o las ocho o leyendo un libro que te ha enganchado mucho. Entonces yo me levanto a la una como si fuera un soldado. Me levanto, enchufo la cafetera, pongo la cápsula y me voy corriendo a por la ropa, que más vale que haya pensado el día de antes, porque a esas no estoy para pensar a esa hora ni cinco minutos. Me visto rápido, saco el café, saco lo que desayuno que siempre, en mi caso, es lo más rápido, me escucho varios boletines de la radio y ya está. Cojo el abrigo, el bolso, lo que sea. Y a la una y media tengo un taxi esperando abajo.

Tiene que ser muy duro socializar con ese horario.

Es muy duro en verano. En invierno no es tan duro, evidentemente, porque te coloca al lado contrario de la vida normal de la gente. Pero en verano, cuando la luz no va tanto, cuando los días se alargan hasta las 22:00 de la noche, cuando la gente al salir socializa, se toma una cañita, se toma un vinito, es duro. No hay que negarlo. Yo me acuesto a las seis de la tarde y no pasa nada. Hay que acostarse y hay que ser estricto con los horarios.

Laila Jiménez
Alberto Bernárdez

En tu caso, ligar tiene que ser algo muy complicado.

Complicado porque socialmente parece que eso se hace de noche o de tarde y ya. También te digo, para ser justa, tengo más tiempo para mí de lo que he tenido nunca en mi vida, no como en mí etapa de reportera de calle, porque ahí eran de 10 a 10. Son muchísimas horas, muchísima carretera. Ahora puedo tener mi rutina de gimnasio o de yoga, por ejemplo.

¿Tienes ganas de enamorarte de alguien?

Es que estoy bien. Sé disfrutar de muchísimas cosas sola, que eso también me lo ha enseñado el turno. Irme a comer sola, disfrutar mucho de mí misma, ir a un museo sola, de ir a exposiciones, excursiones... Entonces la persona que aparezca a tu lado tiene que sumar. Tiene que aportarte muchas cosas porque tú solo ya haces muchas cosas.

¿Y qué debe tener un hombre para conquistarte?

¡Qué me deje dormir! (se ríe)

Tienes una trayectoria increíble y cuentas en tu haber con una antena de plata.

Sí. Fue después de mi primer matinal con Telecinco. A lo largo de mi trayectoria aprendes a hacer un montón de cosas y a manejarte en un montón de temas. Otra de las cosas más difíciles de este turno es que no puedes contrastar nada con nadie. Todos duermen. Esa parte para mí es nueva. También ha sido una experiencia trabajar en un plató con gente que es una red maravillosa. También soy muy positiva porque he aprendido un montón de cosas que cuando llegas a los 40 te permiten quitarte miedos. Eso sí, me da pena una cosita.

¿Te puedo preguntar cuál?

Mis abuelos eran mis mayores admiradores y no tuvieron tiempo de ver hasta dónde he llegado. Mi abuela era sorda y la pobre ponía el volumen a tope y se quedaba mirando fijamente la televisión.

¿Cómo vives esta nueva etapa en tu vida?

Tuve un poco de crisis las semanas de antes de los 40. Me hice muchas preguntas como : ¿estoy profesionalmente donde me gustaría estar? ¿Lo estoy personalmente? Fue complicado llegar a la conclusión porque no sé si he cumplido metas porque nunca me las he planteado. Es decir. ¿Quería tener hijos antes? No lo sé. ¿Quería haber hecho esto o aquello otro profesionalmente? No lo sé. Siempre me he dejado llevar y he hecho cosas que no esperaba que fuera hacer. Como, por ejemplo, televisión. Cuando terminé la carrera yo no quería hacer tele y luego solo me dediqué a televisión.

Y cuando reflexionas sobre estas cosas, ¿llegas a alguna respuesta? Por ejemplo ¿Te gustaría haber sido madre?

Yo no soy de esas mujeres y hombres que nacen y que saben enseguida que quieren ser padres y que quieren casarse, que ese es su reto en la vida. O uno de sus sueños. La cuestión es: “¿Tú quieres tener hijos o la sociedad te dice que debes tener hijos?”.

¿Qué te gustaría realizar profesionalmente en un futuro?

Es que nada de lo que he hecho era lo que yo esperaba. Yo empecé y siempre he hecho informativos. Y me apetece seguir descubriendo muchísimas más cosas de informativos, pero no descarto que el día de mañana pueda hacer otra cosa. No hay que cerrarse a nada. A lo mejor hay una cosa que tú no tenías ni idea de que te iba a hacer disfrutar y, de repente, aparece en tu vida y se convierte en la mejor experiencia de tu vida.

Entrando a las dos de la madrugada en Telecinco apenas podrás tener relación con los demás compañeros de la cadena, ¿no?

Me da mucha rabia. Mucha, porque hay gente con la que llevo 16 años hablando por teléfono y a veces nos hemos cruzado y ahora en dos años no los he visto. Yo entro y es como entrar en una especie de cementerio. En cualquier esquina no hay nadie. Nadie. Está el personal de seguridad, que son majísimos y que cada noche te ven y te saludan.

¿Eres feliz en este momento de tu vida?

Sí. Entendiendo que la felicidad no es un estado de 24 horas al día. Me permito el lujo de saber que no todos los días tienen que ser buenos.

Laila Jiménez
Alberto Bernárdez