Mientras escribo esto, canta Ana Belén: "van vestidas de valientes sin tacones ni carmín, dicen siempre lo que sienten, no lo que quieren oír, fueron derribando puertas para ti y para mí" y no puedo evitar pensar que podría ser una letra que estuviera dedicada a nuestra protagonista.
El 23 de junio de 2021 nos conmocionamos con la noticia de que Mila Ximénez había fallecido a causa del cáncer de pulmón que padecía desde hacía un año. En tan solo 365 días ocurrió lo impensable para todos los que la conocían, se apagaba la voz y la garra de la periodista sevillana dejando un vacío imposible de llenar para todos los la quisieron.
Mila fue una mujer de posiciones radicales, de todo o nada y de muchas fobias y algunas filias. Sin duda una de sus mayores filias, su gran debilidad, fue su amigo Kiko Hernández. Hoy nos sentamos a charlar con el colaborador, que cada tarde copresenta junto a Carlota Corredera ‘Ni que fuéramos tentáculos’ en TEN, para recordar a su gran amiga y confidente, Mila Ximénez.
"Al principio no soportaba la idea de estar en un plató sin ella"
Si te pido que pienses en Mila ¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuatro años después de su partida?
Pues mira: cariño, valor, protección, risas, genio, talento, profesionalidad y un par de ovarios.
¿Echas de menos compartir plató con Mila?
Todos los días. Pero cuando digo todos es todos. No hay una vez que no piense “¿Qué diría Mila aquí?” o “¡cómo se reiría Mila de esto!”. Pero esto no me pasa solo en el programa, sino en mi vida. La echo de menos muchas veces al día y sueño mucho con ella. Sueño que compartimos plató, que hemos tenido una discusión o que nos meamos de risa.
En un momento de Sálvame necesitaste parar y alejarte y recuerdo que en ese tiempo Mila llegó a pensar que quizás estaba enamorada por ti porque no soportaba el vacío de tu ausencia. ¿Te ha pasado eso a ti con su partida?
Sí, de hecho, Gemma López me lo decía. Cuando se nos fue yo no tenía ganas de trabajar, ni tenía ganas de hablar, ni tenía ganas de participar, ni tenía ganas de reírme. No era yo, no soportaba la idea de estar en un plató sin ella. Solo quería que llegaran las 20:00 para irme a mi casa. Ella vivió también así mi ausencia temporal, preguntaba a los jefes compulsivamente cuándo iba a volver “¿viene hoy?”, “¿Vuelve ya mañana?”. Los tenía fritos y una tarde le gastaron una broma y se pegó un hartón de llorar. Dijeron “hoy nos visita alguien que va a emocionar a Mila” y pensó que sería yo y al final era la hija de Maika Vergara, menudo rebote se pilló…
Tengo entendido que después de su final te sorprendió con un último regalo que dejó escrito que debía ser para ti. ¿Qué fue?
Me dejó un cuadro precioso. Es una obra a la que ella le tenía mucho cariño, siempre que posaba en casa para alguna revista lo hacía junto a esta pintura. Cuando me lo dieron venía con una nota que ponía “Para mi Kiko”. No sé si le dio tiempo a escribirlo o lo hizo alguien por ella. Lo que sí es verdad es que durante mucho tiempo ese cuadro me olía a ella, era como sentirla cerca. Este regalo me ha acompañado en todas mis casas, ahora lo tengo en Melilla.
Este es el cuadro que Mila Ximénez dejó a su amigo Kiko Hernández después de su partida.
Cortesía de Kiko Hernández
Mila tenía locura por tus niñas. ¿Se acuerdan ellas de la “tía Mila” a día de hoy? ¿Te preguntan por ella?
Sí, se acuerda de ella y de la purpurina. Yo me pasaba las horas en ‘Sálvame’ viendo a mis niñas por las cámaras de casa en el móvil y Mila alucinaba y me decía “yo es que no he visto un padre más entregado que no paras ni un minuto de verlas y encima de participar en el programa”, al final nos enganchábamos los dos a verlas como si fuera un partido de fútbol. Un día nos invitó a su casa a mí y a las niñas. Mila tenía una habitación en casa que era su vestidor, con toda su ropa y todo su maquillaje. Abril y Jimena entraron en aquel cuarto y lo pusieron todo patas arriba, empezaron a tocar su maquillaje y yo me puse histérico, pero Mila me dijo “deja que jueguen, son niñas, se tienen que divertir”. Cuando salimos de casa de Mila iban las dos pintadas hasta los pies y felices como nunca, pero más contenta se quedó Mila que tuvo que llamar a la chica que le ayudaba para que arreglara el estropicio, porque no me dejó limpiar nada.
¿Y qué es lo de la purpurina?
Cuando Mila se puso muy malita un día estábamos haciendo una videollamada y Abril le dijo: “tita Mila, escúchame tú cuando estés muy malita, muy malita, muy malita, te pones purpurina” y se ponía purpurina en la frente para enseñarle como se hacía. Mila, que no se pudo aguantar el llanto, colgó para que no la viéramos y poder llorar a gusto. Al rato volvió a llamar y apareció con la frente llena de purpurina. Desde ese día, siempre que tenía quimio, se llevaba un botecito de purpurina y nos mandaba una foto con la frene a reventar de brillos y mi hija siempre decía “muy bien, tita Mila, esto lo cura todo”. Mila era así.
(En este momento Kiko no puede evitar emocionarse recordando a su amiga).
Esta es una de las fotos favoritas de Kiko. Sonrientes y felices en el plató de 'Sálvame' donde compartieron tardes catorce años de sus vidas.
Cortesía de Kiko Hernández
¿Cuál ha sido el momento en el que más la has echado de menos?
Yo, que siempre he sido muy reservado para mis relaciones, empecé con Fran cuando ella ya estaba muy malita y si no fuera por eso, habría sido a la única persona a la que se lo hubiera presentado. Me habría encantado decirle “me ha pasado estoy y estoy viviendo un momento feliz que quiero compartir contigo”. Me hubiera gustado mucho que hubiera estado en mi boda. Me hubiera gustado mucho que se hubieran conocido. A Fran le hablo de Mila todos los días. Siempre le digo “mi amiga habría hecho esto, habría dicho lo otro”. Mila está muy presente en nuestra relación.
Se habría alegrado tanto por ti...
Pues sí, porque siempre me decía “es que no te buscas a nadie… ¡Búscate a alguien! ¡Búscate a alguien!”. No me decía "búscate un chico", no, ella decía “búscate a alguien, pero ya de ya, no puedes estar todo el día con las niñas, que tienes que tener tu vida también”.
"Mamá quiere despedirse de ti, pero no va a dar tiempo"
¿Crees que si viviera Mila sería feliz sentándose en el pisito de ‘Ni que fuéramos tentáculos”?
Mila sería lo más divertido de ‘Tentáculos’. Hoy mismo me he acordado cuando le he visto el “pototito” a Carmen Borrego. Mila habría hecho la croqueta, se habría muerto de la risa viéndome por el suelo. Yo estoy convencido que desde arriba nos está viendo y se está descojonando.
¿Cuál es tu primer recuerdo con Mila?
En ‘A tu lado’ cuando ella dio aquella entrevista llamando a Isabel Pantoja “oscura y siniestra”. Verla me fascinó, su fuerza, esa voz, me quedé embobado. Y me hacen una entrevista y me dicen “habla de Mila” y recuerdo que dije “me parece una tía súper guerrera, con fuerza. Me encantaría entrevistarla”. Después ya empezó a venir ‘A tu lado’. No nos hicimos íntimos, pero sí hubo conexión. En 'Sálvame' es donde nos hicimos amigos de verdad. Recuerdo que al poco de empezar el programa tuvimos una bronca enorme. Acababan de darle el Ondas al presentador del programa y no sé por qué le hice un comentario para picarla. Le dije algo así como “Mila, tienes que comer un poco menos que estás engordando” y ese día no estaba para jaleos y se rebotó muchísimo y empezó a cantarme “qué dolor, qué dolor, un hombre en el armario” (se ríe) y yo contesté “solo sabemos hablar de la Pantoja, solo de la Pantoja”. Estábamos picándonos como dos niños de colegio, como dos bobos y al acabar el programa nos miramos y dijimos “pero con lo que nos queremos ¿Cómo nos enganchamos por una tontería?” y nos dimos un abrazo y ahí comenzó la amistad más bonita que he hecho yo en la televisión.
En esta secuencia inédita del año 2015 los dos amigos bailan despreocupados en una fiesta de Mediaset.
Gtres
¿Cuál es el último recuerdo que tienes con ella?
Son varios, pero tengo uno de ellos grabado a fuego. Estaba yo presentando y ella ya había dejado la tele porque estaba dándose quimioterapia (Kiko habla de la tarde del 27 de agosto de 2020). De repente, me dicen por el pinganillo “hay una persona muy especial que quiere verte” y se abrió el portón del plató y apareció ella. Me empezó a temblar todo, no podía contenerme. Casi me da algo en directo. – Mila apareció en directo porque en sus propias palabras “necesitaba decirte que te quiero (a Kiko)” – Pero el último recuerdo que tengo es su hija Alba diciéndome “mamá quiere despedirse de ti, pero no va a dar tiempo. Quiere que sepas que te ha querido y te quiere mucho y que te va a echar de menos”. Esas fueron sus últimas palabras para mí.