La Reina Letizia, elegantisima, arrasa en Montserrat con el vestido de denim que estiliza la silueta y dicta sentencia con sus sandalias favoritas de la temporada

La Reina Letizia ha vuelto a dar una clase magistral de cómo salir airosa en un acto ‘estilísticamente’ complicado con un look que navegaba entre lo ceremonial y lo contemporáneo. Y lo hecho desde uno de los enclaves con mayor carga simbólica y espiritual del país: Montserrat. Esta mañana, la Reina ha presidido junto al Rey Felipe VI el acto institucional de celebración del milenario de la fundación del Monasterio de Montserrat, un lugar que, más allá de su trascendencia histórica, también requiere una comprensión muy afinada del contexto, el protocolo y la imagen.

La cita, que conmemora los mil años desde que el abad Oliba de Ripoll decidiera fundar este cenobio benedictino en la conocida como “montaña mágica”, no es una ceremonia cualquiera. Es una ocasión donde la estética tiene tanto peso como la palabra. Y la soberana lo sabe bien. Su estilismo de hoy ha seguido su lógica habitual: una elección medida al milímetro, pensada para comunicar respeto, sobriedad y atemporalidad. 

La Reina Letizia desempolva vestido y estrena accesorios en Montserrat

Para la ocasión, la Reina rescató de su armario uno de sus vestidos más comentados de 2024: el diseño de denim estructurado de Carolina Herrera que ya lució en los Premios Retina ECO el pasado mes de septiembre. Se trata de un vestido de corte midi, sin mangas, con cintura marcada por un cinturón del mismo tejido y pespuntes a contraste que revelaban las piezas de tela dispuestas verticalmente; la silueta trapecio y la confección precisa de este patrón hace que el talle se vea más fino y que el movimiento de la falda sea mayor. El denim, lejos de evocar informalidad, adquiere aquí una presencia casi escultórica: es una tela trabajada como alta costura. El diseño cumple con todo lo que se espera de un look institucional con acento contemporáneo: sobriedad, modernidad y estructura.

En los pies, Letizia sorprendió con un nuevo par de sandalias de la firma francesa Sézane. Se trata del modelo 'Babies Paula', de piel roja acharolada con tacón ancho medio y hebillas dobles, que ya había llevado en negro en anteriores citas.

Babies Paula Rojo Charol de Sézane 155 euros 

El rojo, en este contexto, no fue una excentricidad sino una elección estratégica: introdujo un punto de contraste cromático que dinamiza el conjunto sin desentonar. Un guiño de color, bien medido, que actualiza el look y demuestra que los zapatos, cuando están bien elegidos, pueden contar una historia por sí solos.

En cuanto a los accesorios, la Reina optó por unos pendientes colgantes irisados de diseño moderno y aspecto artesanal. Aunque no se ha confirmado la firma, encajaban con precisión en el conjunto: ligeros, luminosos y con el tipo de diseño fluido que equilibra un vestido de líneas marcadas. La Reina Letizia suele reservar los pendientes más llamativos para actos con cierto margen estético, y este era, sin duda, uno de ellos. Además, lució un bolso de mano confeccionado en cuero de color rojo que encajaba a la perfección con las sandalias de su nueva firma francesa favorita. 

 

Carolina Herrera tras Carolina Herrera

Su anterior aparición pública, en Brujas, fue un ejemplo impecable de diplomacia estilística. Para asistir a la clausura del Curso Académico de la Promoción Jacques Delors 2024/2025 del Colegio de Europa, la Reina apostó por un vestido azul celeste de Carolina Herrera que combinaba con esa línea estilística que ella explora con maestría: sencillez de corte, detalle distintivo y sobriedad de accesorios. El diseño midi, con cuello redondo y lazos en las mangas ligeramente abullonadas, resultaba elegante sin artificios, clásico, y femenino sin caer en lo cursi. Un look pensado para comunicar cercanía, presencia y posición, en ese orden.

 

Lo interesante de su elección en Brujas es que no era ni rompedor ni predecible, y esa es precisamente una de las claves del estilo de la Reina: su capacidad para moverse con soltura dentro de los códigos tradicionales sin caer en el aburrimiento. La elección de un diseño de Carolina Herrera no fue casual; es una de sus casas de referencia desde hace más de una década, y en concreto, los diseños que la madre de la Princesa Leonor elige tienden a representar una cierta diplomacia textil: femenina, seria, con un guiño al lujo silencioso que hoy es tendencia global (el famoso "quiet luxury").

Tras el acto de hoy en Montserrat, volveremos a verla el miércoles, esta vez en un escenario completamente distinto: el deporte femenino. El día 25 está previsto que reciba en audiencia a la Selección Absoluta de Fútbol Femenino que participará en la UEFA EURO 2025. Un acto donde seguramente veremos una versión más relajada de su estilo habitual, probablemente con un look de tintes sport-chic o working woman modernizada, en el que marcas como Adolfo Domínguez, COS o incluso alguna prenda de sastrería sencilla de Hugo Boss podrían aparecer en escena.

Lo interesante de observar a la Reina Letizia en actos tan distintos y consecutivos es cómo adapta su imagen no solo al contexto, sino también al mensaje que quiere transmitir. En Montserrat, el acento está en la historia, la espiritualidad y el respeto institucional. En Brujas, la clave estaba en la representación internacional y la solidez cultural. En la audiencia deportiva del miércoles, veremos - previsiblemente- una Reina Letizia cercana, moderna y con un outfit más funcional. ¿Volverá a apostar por la diseñadora venezolana? No lo sabemos.