Han pasado cinco años desde que tuvo lugar un accidente que mantuvo de luto a personas de todos los rincones del país. El 1 de junio de 2019 moría José Antonio Reyes a los 35 años de edad, sumiendo a sus seres queridos en la más absoluta tristeza. Entre ellos a su viuda, Noelia López, que ha recordado al exfutbolista del Sevilla con una emotiva carta abierta.
Ha sido a través de sus redes sociales donde Noelia López se ha sincerado sobre lo mucho que echa de menos a José Antonio Reyes. Lo ha hecho con un precioso vídeo del día de su boda, en el que ambos aparecen felices y totalmente enamorados, sin llegar a imaginar el triste final que tendría su historia de amor años después: “Recordando uno de los días más bonitos y emotivos de mi vida, en el que formalizamos ser una familia. Cuando les hablo a las niñas de ti, siento que las palabras no alcanzan y con estos trocitos de nuestra vida juntos les muestro sin necesidad de explicarlo”, ha comenzado.
Noelia López recupera un vídeo de su boda con José Antonio Reyes
Sus palabras no han quedado ahí, y ha hecho referencia a la jornada que tuvo lugar hace siete años, cuando el deportista y ella se dieron el “sí, quiero”: “Hoy les he recordado que hace 7 años, nos casamos, que estuvieron en nuestra boda y lo pequeñitas que eran. Han sonreído y se han despertado más contentas aún. Ahora son dos niñas muy listas, quizá demasiado”.
El paso del tiempo ha hecho que las pequeñas se pregunten qué ha sido de su padre, y si en algún momento volverán a encontrarse con él: “Triana y su pregunta de siempre, cuándo volverás. Espera que vuelvas, así le dijimos cuando era pequeñita. Se lamenta por no recordar los momentos vividos a tu lado y se pregunta por qué todos sus amiguitos tienen a sus papás y ella no. Es bromista y se mete a la gente en el bolsillo como tú. Y Noelia, ya una mujercita, siempre haciendo de hermana mayor. Madura a pasos agigantados. Su personalidad es fuerte como el roble, indomable y se parece tanto a ti. Le encanta ponerse camisetas tuyas en casa, siempre buscando más información sobre ti. A veces, eso nos ha jugado una mala pasada, pero hablando ha calmado su corazón”.
Para poner el broche de oro a su intervención, Noelia López ha abierto su corazón ante sus más de 85 mil seguidores: “No está siendo fácil, pero gracias a la familia que hemos formado he sabido llenar mis días de ilusión y de esperanza. Duele tu ausencia, pero reconforta saber que nos cuidas. Siempre estarás en nuestros corazones. Te prometí que sería para toda la vida, y así es. 17/06”, ha zanjado.
Alba Silva, el gran apoyo de la viuda del exfutbolista en su duelo
Como no podía ser de otra manera, su post ha reunido más de 10.000 ‘me gusta’ y comentarios de apoyo de algunos rostros conocidos. Entre ellos el de Alba Silva, que empatiza mucho con Noelia López. Y es que, ella también sufrió una situación de verdadero peligro con su marido, pues Sergio Rico estuvo 22 días en coma inducido tras ingresar en la UCI y fue operado de un aneurisma cerebral. El futbolista sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico que mantuvo durante semanas al panorama nacional en vilo, aunque por suerte, todo quedó en un susto.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Noelia hace referencia a su marido a través de sus redes sociales. Cuando se cumplía un año del fallecimiento de este, montó un precioso vídeo que no dejó indiferente a nadie: “Cuentan que un viajero cruzando el desierto vio a un hombre pensativo sentado al pie de una palmera, junto a sus camellos cargados. El viajero supuso que era un mercader de objetos de valor y que se dirigía a vender sus joyas, perfumes y tapices a alguna ciudad vecina. Como llevaba demasiado tiempo sin hablar con alguien, se acercó al mercader pensativo y le dijo: ‘Buen amigo, ¡salud! Pareces muy preocupado. ¿Puedo ayudarte en algo?’”, escribía.
“¡Ay! Respondió el mercader. Me encuentro muy afligido porque acabo de perder la joya más valiosa de todas… - Bueno, la pérdida de una joya seguro que no es gran cosa para ti. Llevas gran cantidad de ellas en tus camellos y seguro que no te costará reponerla. - ¿Reponerla? -Exclamó el mercader- ¡Si fuera tan sencillo! No conoces el valor de mi pérdida… - ¿Cuál es la joya que has perdido? -preguntó el viajero-. - Una joya como ninguna otra, que no volverá a hacerse jamás. Se encontraba tallada en un pedazo de piedra de la vida y realizada en el taller del tiempo. Sus adornos eran veinticuatro piezas brillantes, agrupados a su alrededor sesenta más pequeños… Es imposible que se llegue a reproducir otra joya con similares características. - Debía ser preciosa sí -expresó el viajero- Pero, con mucho dinero, ¿no podrías hacerte otra igual? - La joya perdida era un día… Y un día que se pierde, no vuelve a encontrarse… Y nos regaló sus días”. Una historia con la que comparaba al que fuera su compañero de vida con una joya de valor incalculable.