Rosi Fernández, peluquera, sobre la melena rubia de Carmen Lomana: “Es un rubio que no apaga la piel ni la endurece, al contrario, realza su luminosidad y la suaviza”

Carmen Lomana cuenta con el título indiscutible de icono dentro del panorama español, gracias a un estilo radiante lleno de elegancia y saber estar. Pero más allá de esos looks impecables, hay algo que brilla con luz propia: su melena. Con un rubio impecable y un corte que resiste las tendencias efímeras, no solo es algo que acompaña a su imagen, sino que habla por sí misma.

Pero conseguir una melena rubia así no es cuestión de azar ni genética privilegiada: detrás hay una estrategia capilar muy bien pensada. Desde el tono exacto hasta la técnica de coloración, pasando por los tratamientos que protegen la fibra capilar y el corte, Lomana es el ejemplo perfecto de que sí se puede mantener una melena madura sana, luminosa y estilosa. Hemos hablado con una peluquera experta, quien nos ha dado los consejos clave para conseguir el mismo resultado.

El tono rubio ideal: cálido y natural

Uno de los principales atractivos del cabello de Carmen Lomana es su tonalidad. Lejos de esos rubios platinos o grises, que pueden percibirse como artificiales y poco favorecedores a partir de cierta edad, ella se mantiene en la gama de los rubios dorados cálidos con sutiles matices miel, perfectamente armonizados con su tono de piel y subtono cálido.

“Carmen Lomana lleva un rubio dorado claro con matices vainilla, una combinación muy bien trabajada que se adapta perfectamente a su tono de piel cálido y a su estilo sofisticado. Es un rubio que aporta mucha luz al rostro, dulcifica los rasgos y tiene un acabado natural y elegante, sin excesos. No apaga la piel ni la endurece, al contrario, realza su luminosidad y la suaviza”, afirma Rosi Fernández, estilista y directora del Salón Ananda Ferdi en Madrid.

En un terreno como la coloración, la clave del éxito radica siempre en su homogeneidad bien trabajada, sin contrastes marcados ni raíces oscuras. Y es que nunca lleva un look descuidado, tan habitual cuando optamos por este tipo de tonos, sino que envejece bien y se integra de forma armónica con el resto de su look.

 

El uso de mechas estratégicas

Aunque hemos hablado de la base del color, su melena no solo se limita a él, sino que se puede apreciar un trabajo minucioso de mechas. “Este tipo de rubio tan equilibrado se suele conseguir mediante una combinación de técnicas, especialmente babylights y mechas finas muy difuminadas desde la raíz, trabajadas en diferentes alturas de color para crear dimensión”, afirma la experta.

Este tipo de técnica no solo embellece el color, sino que también disimula el crecimiento de la raíz, facilitando el mantenimiento con el paso de las semanas (sin tener que ir tan recurrentemente a la peluquería). “El resultado es una melena con luz, pero sin cortes bruscos ni líneas marcadas. Es fundamental fundir bien las mechas con la base natural y hacer un buen trabajo de matiz para que el tono quede limpio y armonioso”, añade.

“Lo ideal es hacer un retoque de raíz cada seis u ocho semanas, dependiendo del crecimiento del cabello y del contraste con la base natural. No siempre es necesario decolorar todo de nuevo, a veces solo se trabajan las zonas visibles y se refresca el color con un matiz o baño de color”, finaliza Rosi.

Corte, densidad y volumen: la arquitectura de una melena cuidada

Llegamos al punto clave: el corte. En el caso de Carmen, ha sido capaz de es mantener una estructura capilar que favorece el volumen sin recurrir a cortes extremos. “Suele llevar una media melena con capas largas, que le aportan movimiento sin perder elegancia. Este tipo de corte es ideal para un rubio con mechas porque permite que la luz se refleje en distintos planos, dando sensación de profundidad. Además, unas puntas sanas realzan el brillo del color”, confirma.

Además, es evidente que Lomana cuida la salud de su fibra capilar. Su cabello no muestra signos de rotura, encrespamiento excesivo ni sequedad, lo que sugiere un uso constante de mascarillas nutritivas, sérums termo-protectores y tratamientos hidratantes. “Un cabello rubio sin un buen corte puede verse deslucido, por eso es tan importante mantener la forma y sanear con regularidad”, declara la experta.

Mantenimiento y brillo: la importancia de una buena rutina

Si quieres apostar por una melena rubia este año, tienes que tener en cuenta que hay que ser muy constantes en el cuidado de la misma. Es un color que requiere paciencia y dedicación, en resumen, no es fácil. “El rubio requiere una rutina específica y constante. En casa, recomiendo usar un champú sin sulfatos que no arrastre el color y un acondicionador siempre tras el lavado para cerrar la cutícula. Una vez a la semana, aplicar una mascarilla hidratante, masajeando mechón a mechón con el cabello ligeramente escurrido”, explica la peluquera.

En el caso de Carmen, además, es muy probable que se someta regularmente a tratamientos profesionales, como los baños de queratina vegetal, reconstrucciones con colágeno o hidrataciones profundas a base de aceites ligeros. “En el salón, también aconsejo realizar un tratamiento detox como nuestro Madreselva cada 15 días, que oxigena el cuero cabelludo, elimina residuos acumulados y deja el cabello más suelto y brillante. El color rubio se ve mucho más limpio y duradero”, continúa.

Un rubio que respeta la edad

“Creo recordar que, a lo largo de los años, Carmen ha mantenido su esencia rubia, pero ha sabido adaptarla a cada momento. En sus inicios lucía rubios más fríos o uniformes, y ahora apuesta por tonos más cálidos, vainilla y dorado, que le aportan calidez y un efecto rejuvenecedor. La clave está en que su rubio evoluciona sin dejar de ser ella misma”, afirma Rosi.

Su color está cuidadosamente pensado para favorecer sus rasgos, iluminar su rostro y rejuvenecer, algo que sin duda ha sabido lograr con ese estilo impecable que tanto la caracteriza. Este enfoque consciente de la coloración es clave: muchas mujeres caen en el error de aclarar demasiado su melena pensando que eso rejuvenece, cuando lo cierto es que un rubio bien elegido, acorde al tono de piel, con matices cálidos y acabado brillante, puede tener un efecto mucho más favorecedor y duradero en el tiempo.