Irene Rosales continúa con su vida alejada de los platós de televisión, por lo que apuesta cada vez más por su faceta como influencer. Este trabajo le ha llevado ahora al campo, concretamente a una finca en Tarifa, Cádiz, donde tenía el cometido de “ver la realidad del sector de la carne de vacuno en España y Europa”, tal y como la mujer de Kiko Rivera ha detallado. Esto conlleva sus riesgos y es que salirse de los encargos habituales de las influencers, que suelen estar más asociados al glamuroso mundo de la moda o el sector de la belleza y la cosmética, ella se ha centrado ahora en algo más primario, en la industria cárnica, lo que le ha obligado a estar en contacto directo con las vacas que, en un futuro, estarán en nuestras mesas en forma de filete. Triste, pero para muchos necesario.
Foto: Instagram
Pero lo que ha llamado la atención de todos en las redes sociales no es tanto el cometido de Irene Rosales en su visita al campo, sino el tremendo susto que se ha llevado con una vaca que casi terminó en accidente. Todo ha quedado reflejado en directo y es que la nuera de Isabel Pantoja estaba retransmitiendo a través de los stories de su perfil de Instagram su periplo campestre, cuando una vaca ha estado cerca de hacerle bastante daño, como así han sido testigos miles de fans.Irene Rosales se ha agachado para mostrar a su público cómo la vaca pasta tranquilamente en los campos de Tarifa, cuando con un movimiento brusco de cabeza le ha pasado el cuerno muy cerca de su cuello. La joven no ha tenido tiempo para reaccionar y no ha podido esquivar el cuerno de la vaca, que finalmente le ha terminado golpeando, aunque según ha explicado poco después para tranquilizar a sus seguidores, todo ha quedado en un susto y no ha tenido que lamentar males mayores.
Vídeo: Instagram
Vídeo: InstagramY es que en el vídeo parece que el golpe ha sido mayor de lo que finalmente ella detalla que fue: “Estoy en casita, deciros que el vídeo que he subido de la vaca que me da fue porque la pobre estaba comiendo y movió la cabeza y me dio, pero no me ha dado en la cabeza, me ha dado en el sombrero. Ha sido más el susto que el contenido del vídeo”, aclara, ante la preocupación de algunos por si Irene Rosales había sufrido algún daño con su encuentro en plena naturaleza. Al final, todo ha sido un susto, una anécdota que llevarse a casa y con la que entretener a sus seguidores, a la vez que promueve el consumo de la carne de vacuno.