Bertín Osborne y sus hermanas se reparten la herencia de su padre: todas las empresas, y títulos nobiliarios

Enrique Ortiz López-Valdemoro, padre de Bertín Osborne, fallecía en octubre de 2024 a los 96 años de edad. Con la muerte de su progenitor, el cantante heredaba su título nobiliario. Tal y como confirma el Boletín Oficial del Estado, ahora el concursante de 'Tu cara me suena' es el IX conde Donadío de Casasola. Más allá de reclamar su título, también se ha conocido que se ha repartido la herencia. 

El Boletín Oficial del Estado confirma que Bertín Osborne ya tiene en su poder el título nobiliario que pertenecía a su padre. "De conformidad con lo previsto en el Real Decreto de 27 de mayo de 1912, este Ministerio, en nombre de S. M. el Rey, ha tenido a bien disponer que, previo pago del impuesto correspondiente, se expida, sin perjuicio de tercero de mejor derecho, Real Carta de Sucesión como Conde de Donadío de Casasola, a favor de don Norberto Ortiz y Osborne, por fallecimiento de su padre, don Enrique Ortiz y López Valdemoro", se puede leer en la publicación oficial.

Más allá de este título nobiliario, 'Vanitatis' publica que Bertín Osborne y sus hermanas, María Teresa, Marta y María de la Luz, también se han repartido el resto de la herencia de su padre. Las empresas de Enrique Ortiz se dedicaban a los seguros y la asesoría y se dedicó a ellos hasta prácticamente su último aliento. Ahora, han cambiado de titularidad.

Tal y como indica el medio, Prestaciones Sociales SL, que se creó en los años 80 y tenía un activo superior a los 350.000 euros, pasó a ser administrada en abril por Martín Ortiz Osborne. También administra la otra empresa, CS Osborne SA, cuyo activo se sitúa en los 240.000 euros. 

La empresa más grande del padre de Bertín Osborne, Ofigisa SA, con un activo de 800.000 euros, aunque presentó pérdidas en 2023 de 50.000 euros, ha pasado a estar a manos del cantantes desde el 13 de mayo. Por el momento, se desconoce en manos de quién ha recaído la propiedad más valiosa de Enrique Ortiz, su piso de 240 metros cuadrados situado en el Paseo de la Habana de Madrid. Podría alcanzar un millón y medio de euros en el mercado. Hay que recordar también que el padre de Bertín Osborne tenía otro título, conde de Navas. Pero se lo otorgó a su hija en vida en 1994. 

La difícil relación de Bertín Osborne con su padre

Los baches de salud de Enrique Ortiz en los últimos meses de su vida habían provocado que la familia se uniera como una piña. Pero no siempre fue así. Bertín Osborne siempre tuvo una relación llena de tiranteces con su progenitor. Esto se debió a que el cantante fue "muy rebelde" en su adolescencia, según reveló Cristina Cifuentes en 'Hormigas Blancas' hace unos años. "Tomó la decisión de echarlo de casa y tuvo que irse a vivir con una de sus tías", contó en el extinto programa de Telecinco. 

Sobre estas idas y venidas llegó a hablar alto y claro el propio artista. De hecho, reconoció públicamente que en sus años joven fue "muy disperso y un loco peligroso". La relación entre padre e hija fue complicada. Tanto es así que el empresario no acudió a la boda de su hijo con Sandra Domecq porque el cantante no le mandó una invitación. "A los padres no hace falta invitarles", dijo en su momento el intérprete de rancheras.

Todo cambió a raíz de la pandemia. Entonces, Bertín Osborne y su padre se vieron obligados a vivir juntos en su finca de Sevilla. El cantante admitió su gran preocupación por si su progenitor se pudiera contagiar. "Hay una sola persona que es la que entra y sale a comprar comida y medicinas", contó el participante de 'Tu cara me suena'.

En los últimos años, la salud de Enrique Ortiz se ha visto muy resentida, hasta el punto en el que todos sus hijos se turnaban para cuidarle. En 2023, el padre de Bertín Osborne tuvo que ser ingresado de urgencia en un hospital de Madrid. Esto provocó que el cantante tuviese que anular todos sus compromisos. 

Además del título nobiliario, Bertín Osborne también heredó de su padre su pasión por la música. Hace unos años, el presentador hacía público que su progenitor siempre le ponía rancheras, algo que acabó calando en él. "Las cantaba a grito pelao y se me quedó. Él pensaba que era Pavarotti, pero era una cosa lamentable. Era un loco de las rancheras", contaba el artista en una entrevista con Carlos Herrera.