Este jueves, Arantxa Sánchez Vicario ha regresado a España. Al igual que muchas personas que viven en el extranjero y vuelven a nuestro país para disfrutar de las fiestas navideñas, la extenista ha hecho las maletas y se ha trasladado desde Miami hasta Barcelona para reunirse con sus familiares en estas fechas tan señaladas. A su llegada al aeropuerto, ha evitado responder a las preguntas sobre el juicio en el que ella y su exmarido, Josep Santacana, se enfrentan a una petición de la Fiscalía de cuatro años de prisión por un supuesto delito de alzamiento de bienes. A pesar de su silencio inicial, la exdeportista aprovechó la presencia de las cámaras para insistir en su inocencia: "Agradezco mucho que estéis aquí, solo puedo decir que creo en la justicia, siempre he creído en la justicia. No tengo ningún problema en decíroslo y espero que me respetéis, porque vengo con mis hijos para pasar las fiestas con la familia", ha comentado.

Arancha Sánchez Vicario

También te interesará

Arantxa Sánchez Vicario y su ex, Josep Santacana, se enfrentan a cuatro años de cárcel: irán a juicio en septiembre de 2023



Vídeo: Europa Press






Vídeo: Europa Press

Acompañada de sus hijos, Arantxa Sánchez Vicario ha mostrado un semblante relajado. Parece estar confiada ante el tsunami judicial que le espera. Cabe recordar que tanto ella como Josep Santacana están acusados de un supuesto delito de alzamiento de bienes. El próximo día 12 de septiembre -el día que celebra su aniversario de boda con su exmarido- arranca el proceso de la expareja. Ambos serán juzgados en el juzgado Penal 25 de Barcelona por supuestamente ocultar patrimonio para evitar que el Banco de Luxemburgo se cobrase una deuda de 7,5 millones de euros. Una deuda que habían reclamado ya en julio 2010-, según han confirmado a la agencia Europa Press. La Fiscalía pide para ambos una condena de cuatro años de cárcel. Este proceso se produce cuando los dos se encuentran aún en pleno proceso de divorcio. Aunque se separaron en el año 2018, aún no han sido capaces de firmar un documento y ponerse de acuerdo sobre la custodia de sus hijos y el reparto de los bienes que tenían en común.

En el escrito de la acusación, el fiscal considera que Arantxa Sánchez Vicario actuó «bajo las consignas de su marido» -con el que estuvo 10 años- después de que se le notificara la reclamación de la deuda en julio de 2010. El escrito del fiscal recoge que el Banco de Luxemburgo adelantó a un banco español el dinero que la extenista tenía que abonar como garante de una deuda con Hacienda de 3,5 millones de euros. Por ello, la entidad bancaria lo reclamó después pagar la cantidad que había abonado.

El fiscal cree que Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana «realizaron numerosas operaciones de venta con el fin de obtener dinero y ocultarlo

El fiscal cree que el matrimonio ideó «un plan consistente en descapitalizar su numeroso patrimoniofrustrando de este modo el cobro de dicha cantidad», y por este motivo vaciaron sus cuentas corrientes. El informe del fiscal asegura que Arantxa y Josep hicieron «desaparecer» el dinero que ella había cobrado por diversas apariciones en medios de comunicación. El fiscal indica también que la exdeportista era propietaria y beneficiaria de al menos cinco empresas, titular de varios bienes inmuebles, y después de que se le notificara la deuda con Hacienda ella y su exmarido pasaron a estar a nombre de una sociedad uruguaya. De este modo, dice, «realizaron numerosas operaciones de venta con el fin de obtener dinero y ocultarlo para frustrar el cobro» de la deuda.

La Fiscalía acusa como cooperadores necesarios a quienes supuestamente hicieron de testaferro quedando como único titular de las empresas de Arantxa, además del jefe y el responsable de la gestoría que hizo las operaciones de estas empresas. La querella interpuesta por la entidad bancaria ha conseguido procesarlos. Además de la expareja serán procesados también sus supuestos cuatro testaferros y un entramado de sociedades en calidad responsables civiles subsidiarias.

El juicio tendrá lugar del 12 al 15 de septiembre en la sala de la Ciudad de la Justicia del Juzgado Penal 25 de Barcelona, conocida como Auditorio, y se alargará durante cuatro días.