Aunque se trata del su complemento más especial, en sus últimas apariciones públicas la presentadora ha prescindido de él.

Después de la tormenta llega la calma. Eso mismo debe pensar Ana Obregón que, pese a haber vivido la triste pérdida de su hijo Aless, hace apenas unos meses daba la bienvenida al mundo a su nieta Ana Sandra. Una buena nueva que no estaba exenta de polémica al haber sido concebida la pequeña por medio de gestación subrogada. Sin embargo, poco o nada parecieron importar las críticas a la protagonista de ‘Ana y los 7’, que ha hecho uso de sus redes sociales en multitud de ocasiones para presumir del bebé en unas publicaciones en las que ha llamado la atención un pequeño detalle.

Ana Obregón desvela todos los detalles del bautizo de su hija Anita

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Ana Obregón con su nieta Ana Sandra dando la bienvenida al otoño.
Ana Obregón con su nieta Ana Sandra dando la bienvenida al otoño. (Foto: @ana_obregon_oficial Instagram)

En los últimos post de la presentadora destaca la ausencia de uno de sus amuletos por excelencia. Este no es otro que el collar en el que aparece reflejado el nombre de Aless en honor a su hijo. Una pieza que la bióloga ha lucido de costumbre con el mayor de los orgullos y con el objetivo de tener presente en su día a día al joven de forma simbólica.

No hay duda de que se trata de un complemento muy especial para Ana Obregón. Es por ello que resulta extraño que no haya hecho uso de él en las últimas semanas, lo que indica que tal vez lo ha llevado a un lugar en el que poder sacarlo brillo o reparar los desperfectos que pudiera tener, propios del paso del tiempo.

Sea como fuere, lo cierto es que Aless Lequio sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la vida de Ana. Más de tres años después de su muerte, su madre sigue recordándole en sus publicaciones de Instagram. Sin ir más lejos, el pasado 13 de octubre la actriz recordaba que llevaba “tres años y cinco meses sin poder besarle”. La fecha de la triste pérdida del joven está grabada a fuego en la vida de su progenitora, que vivió de luto hasta que tuvo lugar la llegada de Ana Sandra al mundo.

La pequeña llegaba a la vida de Obregón como un soplo de aire fresco. El hecho de saber que ha podido cumplir la última voluntad de su hijo ha devuelto la alegría al día a día gris que la presentadora afrontaba desde el 13 de mayo de 2020. Tanto es así, que ahora la vida cotidiana de la intérprete gira en torno al cuidado de su nieta, motivo por el que son escasas las apariciones públicas que lleva a cabo.

La semana más ajetreada de Ana Obregón

Aun así, esta última semana ha estado repleta de compromisos para Ana. El pasado martes, 17 de octubre, la madrileña acudía a un acto a favor de la lucha contra el cáncer de mama. Teniendo en cuenta que es uno de los rostros conocidos más volcados con todo aquello relacionado con la investigación den esta enfermedad, la ex del conde Lequio no quiso perderse la cita. Además de coincidir con otras famosas, la presentadora se enfundó en un elegantísimo vestido asimétrico rosa pastel de corte griego con una gran capa de plumas sobre la espalda, falda con abertura lateral y escote corazón. Un diseño firmado por Rubén Hernández Costura con el que se llevó la atención de una gran parte de los medios de comunicación allí presentes.

Los quehaceres de Obregón no quedaban ahí, y hace tan solo unas horas, volvía a reaparecer públicamente al ser mencionada como una de las mujeres más influyentes de España según Forbes Women. Un reconocimiento del que ella misma hablaba ante las cámaras: “Creo que las mujeres más influyentes no estamos aquí. Creo que las mujeres más influyentes de España, son todas las mujeres que trabajan, son madres. Creo que hay millones de mujeres anónimas que no están aquí”, señalaba, para después considerar que hay compañeras de la lista que lo merecen, pero otras no.

No resulta extraño que se haya puesto en consideración la labor de Ana dentro de nuestras fronteras. Su resiliencia y su capacidad de afrontar el dolor que supuso un fallecimiento tan sumamente doloroso como el de su hijo han hecho que se convierta en un ejemplo a seguir para miles de personas.