Con el paso de los años, la Reina Camilla ha ido ganando credibilidad y aceptación como miembro de la familia real a ojos de la ciudadanía inglesa. La eterna amante del rey Carlos III, reconvertida en su mujer, se ha ganado a pulso su ventajosa posición al frente de la corona. Su apoyo incondicional al soberano le ha valido el aval de la opinión pública, que cada vez aplaude con más ahínco su saber estar y el hecho de que no se meta en polémica.
Polémicas que han menoscabado la imagen de los Windsor y que, a día de hoy, tienen todo que ver con la tensa relación, cuanto menos, que mantienen Carlos III y su hijo pequeño Harry. A propósito de esta realidad que pone en jaque a la corona (sobre todo cada vez que el duque de Susex decide hablar ante los medios para airear los pormenores de su familia), una fuente real ha desvelado cuál es el papel de Camilla. Y, más aún, de qué lado de la historia está.
La disputa que, de acuerdo a una fuente real, el rey Carlos III y la Reina Camilla no piensan solucionar
Lo cierto es que la familia real británica no olvida los desplantes del príncipe Harry y todo parece indicar que la reina Camilla, tampoco, quien no comulga con la idea de un posible acercamiento entre el duque de Sussex y Carlos III ni está dispuesto a fomentarlo. Una postura, la de la soberana consorte, que tiene bastante clara y no tiene pensado replantearse. No, como mínimo, próximamente. Así lo ha destapado una fuente del Palacio de Buckingham, tajante, que no ha dudado en romper su silencio sobre este pasaje en la vida de los Windsor que ha marcado el devenir de la corona en los últimos años.
La estrategia de la reina Camila respecto a la disputa del príncipe Harry con la familia real ha salido a la luz gracias al 'Express', después de las informaciones que les ha facilitado una fuente real cercana al círculo de la soberana y Carlos III. De acuerdo con esta persona, es más que improbable que el duque de Sussex se reconcilie alguna vez con los miembros de la institución.
Todo explotó públicamente en 2020, cuando el príncipe Harry puso tierra de por medio y se marchó a vivir con Meghan Markle a Estados Unidos. Con su drástica decisión, rompió así cualquier lazo institucional con la corona británica y dejó aparcados sus deberes reales que no le han impedido seguir utilizando su título de duque de Sussex y a su mujer el de duquesa. A esto se suma la polémica entrevista que concedió el matrimonio en el programa de máxima audiencia de Oprah Winfrey, en la que, incluso, tachó a la familia real de "racista", además de las demoledoras memorias que publicó el propio Harry, bajo el título 'Spare', en las que aireó los pormenores de su relación con la familia real.
El príncipe Harry y Meghan Markle junto al Rey Carlos III y la Reina Camilla
Gtres
La estrategia inamovible de la reina Camilla que choca de frente con la que han asumido otros miembros de la corona
Lo último, que ha ahondado más si cabe en el distanciamiento entre Carlos III y su hijo, son las declaraciones que este último ofreció a la cadena BBC en la que confirmó que, efectivamente, su padre no le coge el teléfono. La fuente del Palacio de Buckingham que ha roto su silencio con los responsables del 'Express' señala, tajante, que se descarta cualquier posibilidad de reconciliación entre ambos bandos y que la Reina Camilla ha tomado la postura de mostrar toda la firmeza del caso con el duque de Sussex hasta nueva orden.
"El Rey Carlos está rodeado de voces 'alentadoras' con respecto a la ruptura con el príncipe Harry. Camilla se mantiene completamente al margen", desvelan sobre la actitud que la reina consorte ha asumido en lo que tiene que ver con el distanciamiento de su marido con su hijo. Una estrategia por la que ha optado en los últimos años y no tiene intención de desprenderse, entendiendo que es una parcela que solo le incumbe a Carlos III, no solo como padre, sino también como cabeza de la monarquía británica.
La Reina Camilla y el Rey Carlos con gestos sonrientes.
Gtres
Cabe resaltar que el príncipe Harry no se quedó corto destripando a la reina Camilla en sus memorias. Sobre ella escribió que era peligrosa y tendía a filtrar historias negativas a la prensa para "sacrificarle" (a Harry). También dejó caer que siempre creyó que se convertiría en la "madrastra malvada" después de su matrimonio con Carlos III, en 2005, ocho años después de la trágica muerte de la princesa Diana.
Un vaticinio que, en cambio, no se cumplió, dio marcha atrás el duque de Sussex en 'Spare'. "Recuerdo haberme preguntado, justo antes del té, si sería mala conmigo. Si sería como todas las madrastras malvadas de los cuentos. Pero no lo fue", sentenció.