Pablo Urdangarin sufre un accidente en pleno partido y termina en muletas y con el pie vendado

Últimamente la familia Urdangarin parece tener mala pata. Después del accidente que sufrió Iñaki Urdangarin hace unas semanas por el que terminó con el codo roto y pasando por quirófano, ahora es su hijo más mediático, Pablo Urdangarin quien ha tenido que acudir a los servicios de emergencia tras sufrir su propio accidente el pasado viernes. Coincidiendo con su 22 cumpleaños, que tiene lugar este mismo martes 6 de diciembre, el hijo de la infanta Cristina ha terminado con la pierna vendada tras haber sufrido una lesión durante un encuentro deportivo, donde sufrió una aparatosa caída. El joven, que sigue los pasos deportivos de su padre, estaba convocado a un partido de balonmano en el Palau Blaugrana vistiendo su camiseta del Barça, para enfrentarse al Blendio Sinfín. Fruto de una caída ha sufrido una lesión en el tobillo derecho, que finalmente ha sido diagnosticado como un esguince.

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Las imágenes del FC Barcelona muestran el doloroso momento en el que Pablo Urdangarin termina tendido en el suelo, con evidentes aspavientos de dolor, llevándose la mano al tobillo derecho. Pronto fue socorrido por sus compañeros en la pista de balonmano, que le llevaron rápidamente a los servicios médicos. Allí fue atendido por los profesionales médicos del club, que determinaron que se trataba de un esguince, por lo que pasaron a vendarle el pie para aliviar un poco su dolencia. Así le vimos en su regreso, pues se ausentó tan solo un momento y tras abandonar la sala de curas del Palau Blaugrana regresó al banquillo para apoyar a sus compañeros en el partido. Eso sí, tuvo que volver ayudado por dos muletas, pues durante los próximos días no podrá apoyar el pie si no desea agravar su dolencia.

Pese a lo aparatosa de la caída y el dramatismo que se puede ver en las imágenes, Pablo Urdangarin se encuentra bien, aunque algo preocupado por perderse los próximos encuentros con su club y por tener que pasar las Navidades acompañado de muletas y con el pie vendado. Se trata de una de las lesiones más habituales entre los deportistas y que no reviste gravedad, aunque no deja de ser dolorosa y molesta, además de lo tedioso que supone la recuperación.

Aunque en las últimas citas deportivas hemos podido ver a Pablo Urdangarin acompañado de sus padres, en esta ocasión Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina no se encontraban en las gradas apoyando a su hijo el pasado viernes, por lo que no fueron testigos de su caída y de las incómodas consecuencias derivada de la misma.

Los exduques de Palma sí que estuvieron arropando a su hijo en Barcelona en el partido de la Champions del Barça contra el THW Kiel alemán, donde se les pudo fotografiar en las gradas siguiendo muy atentos los movimientos de su segundo vástago en la pista, siendo un orgullo especial para su padre, pues está triunfando en un terreno donde él se hizo un nombre, antes de casarse con la hija menor del Rey Juan Carlos y la Reina Sofía, entrando con ello en la familia real española de la que salió con polémica y serios problemas con la justicia que le llevaron a prisión. Pero todo eso quedó atrás, la vida de la familia ha dado un giro de 180 grados, el matrimonio se ha roto, Iñaki Urdangarin ahora está disfrutando de las mieles de su amor con Ainhoa Armentia, mientras que sus hijos siguen labrándose un futuro. Así lo hace Pablo Urdangarin, que apuesta por el balonmano, el deporte que dio triunfo a la familia y del que ahora él es abanderado, aunque ahora tenga que hacer un impase en su camino a consecuencia de este accidente que le apartará de las pistas unos días.