De Alemania a Madrid. La Reina Letizia  reaparece tras su exitoso viaje de Estado a tierras germanas, donde nos dio bonitas sorpresas de estilo. Después de unos días de descanso, esta tarde ha retomado sus compromisos junto al Rey Felipe para la inauguración de la temporada 2022/2023 del Teatro Real de Madrid. Y le ha echado ganas, ¡vaya que sí! Una cita en la que se representa la ópera "Aída", de Giuseppe Verdi. Y donde la Reina, en cambio, ¡ha decidido cantar La Traviata!

Una 'rentrée' de las que hacen historia por puro atrevimiento. ¡Todo a la espalda! Perdón por las exclamaciones. Habíamos visto los abdominales de Letizia con diseños 'cut out', sus brazos musculados, su escote trampantojo... pero nunca, hasta ahora se había lanzado a mostrarnos su espalda de una manera tan abierta y despejada.

Lo ha hecho con un vestido de estreno azul noche (su otro favorito junto al rojo). Es de la firma española Miphai, el modelo París, y cuesta 195 euros. Más por menos no se puede tener.

Es un diseño de crepe, ajustado en el cuerpo, con cuello barco y manga francesa. La falda es asimétrica de vuelo, rematada en el bajo con volante. Perfecta para bailar, dice la firma. Pero la gracia absoluta está en su espalda: completamente abierta, con forma redondeada y cerrada arriba con un botón. Deja ver la piel hasta la cintura. No sabemos qué decir, la verdad. Esto requiere de una pequeña 'ingeniería', ya que no puede llevar una ropa interior tradicional. Nosotras sabemos de lo que hablamos...

Para estas ocasiones en el Teatro Real, Doña Letizia nos ha ido ofreciendo a lo largo de los años una gran variedad de looks, pero generalmente bastante trabajados, con un punto chic, taconazos y buenas joyas. Solo dio un pequeño patinazo, en noviembre de 2021, cuando se atrevió a romper el código de etiqueta luciendo unos pantalones palazzo negros de Carolina Herrera.

Esta vez ha dado el todo por el todo, luciendo anatomía y descaro. ¿Y por qué no?

Seguid deslizando para ver la espalda y el resto de detalles de este look. Porque aún hay más, como esos pendientazos...