La reina Margarita (83 años) ha dejado a todos sin palabras. Durante casi dos meses desde que estallara la polémica de Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca, ha permanecido en silencio. Ni una palabra sobre qué ha supuesto el escándalo para la Casa Real Danesa. Largas semanas en las que ha elaborado una cuidada estrategia con la que, según los expertos, se busca poner fin a todos los titulares de su hijo. Mientras la mexicana sigue apostando por su radical decisión en las redes sociales, la hija de Federico IX ha dado un paso al frente, una auténtica bomba que pocos esperaban tan pronto. Y es que ha anunciado en su tradicional discurso del último día del año su abdicación para el próximo 14 de enero, un misil que llega desde su nórdico, pero clásico despacho. Frío por su llamativa sencillez y clásico por la elección de su antiguo mobiliario.

Las fotografías donde se puede ver la oficina de la reina Margarita


Acostumbrados a los despachos de otros royals europeos, la Reina Margarita ha optado por una estancia en la que nada llama la atención. Ni el mobiliario, ni las flores, ni las figuras que existen sobre su mesa de trabajo. Tampoco la escasa decoración, en la que tan solo tiene color el tapiz que cuelga de una pared trasera. Una estancia que está situada en el palacio de Christian IX, en Amalienborg, la residencia invernal de la Reina desde 1967. En concreto, la habitación está ubicada en el ala sureste del complejo y por cuestiones obvias de seguridad no puede ser visitado por ningún turista. Lo que sí puede verse es la fachada de los cuatro palacios del centro de Copenhague de arquitectura rococó y simetría perfecta, un lugar que en estas fechas acoge a muchísima gente de forma habitual. Más aún tras el tsunami en el que están envueltos desde hace comienzos del mes de noviembre.

Pero volvamos al detalle que no es otro que explicar qué elementos componen el despacho de la Reina Margarita desde donde ha anunciado una de las noticias más importantes de su reinado: la fecha en la que se retira y abdica en favor de su hijo, Federico. El lugar de trabajo de doña Margarita está en una construcción de más de 4.500 metros cuadrados y junto a un jardín privado de más de 1.600. Un sencillo rincón donde hay una mesa de madera maciza oscuras, un jarrón de flores frescas y tres figuras de porcelana color blanco que emulan a tres pájaros. Poco más se puede ver de la oficina de la Reina, la cual ha ido cambiando poco o muy poco a lo largo de su reinado. Así lo demuestra la evolución de sus discursos, algunos de ellos con una puerta cerrada a su espalda y otros con todo abierto, quizás dejando ver que no tiene nada que esconder.


Se echa de menos, por ejemplo, una fotografía familiar o un guiño a sus seres queridos. Y es que no hay ni rastro de una imagen de la Familia Real en el despacho de la reina, a diferencia del Rey Felipe o la ya desaparecida, Isabel II.