En tiempos de estrés y ansiedad, encontrar una terapia que no solo alivie el cuerpo, sino que también calme la mente, se ha vuelto esencial. Los masajes, sobre todo aquellos inspirados en tradiciones orientales, se presentan como una de las opciones más completas para mejorar nuestro bienestar integral. Y es que, más allá de su capacidad para aliviar contracturas y tensiones físicas, los masajes pueden jugar un papel fundamental en la regulación emocional y mental.

En el corazón de Madrid, The Organic Spa ha logrado establecerse como un referente en el ámbito del bienestar, ofreciendo masajes que combinan lo mejor de las tradiciones orientales con un enfoque profundamente terapéutico. Bee Phung, terapeuta de este centro, señala que "el masaje terapéutico proviene de una religión en Asia que se enfoca en prevenir antes de que aparezca cualquier síntoma". Este enfoque preventivo, unido a la conexión entre cuerpo y mente, se refleja en las distintas técnicas aplicadas durante un masaje, que buscan restablecer el equilibrio entre las energías físicas, emocionales y espirituales del individuo.

El masaje tailandés, o Nûat Thai, que se considera Patrimonio de la Humanidad, es uno de los pilares significativos de esta filosofía. Este masaje, que tiene su origen en las prácticas milenarias de países como Tailandia, China, Japón e India, fue ideado por Shivago Komarpaj, el médico de Buda. Según cuenta Bee Phung, "el masaje tailandés es mucho más que un masaje; es una terapia preventiva que ayuda a reequilibrar cuerpo, mente, energía y salud física y mental". Esta tradición milenaria utiliza técnicas que combinan movimientos de yoga pasivos, estiramientos y presión aplicada en puntos específicos del cuerpo, lo que no solo alivia la tensión física, sino que también favorece una profunda relajación mental y emocional.

"En Tailandia, el masaje no solo alivia el cuerpo, sino también el alma de cada persona", continúa Bee. Esta práctica se basa en una filosofía holística que entiende el bienestar como un equilibrio entre los cuatro elementos fundamentales que componen nuestro cuerpo: Tierra (huesos, músculos), Agua (sangre y secreciones), Fuego (digestión y metabolismo), y Aire (respiración y circulación sanguínea). De esta manera, el masaje tailandés no solo se limita a aliviar dolencias, sino que actúa como un regulador de las funciones corporales y emocionales, restaurando la armonía interna del individuo.

Masaje

Este tratamiento no solo nos mejora por fuera, sino también nuestro bienestar interior. 

Secretos del agua

Los beneficios emocionales de los masajes

Los beneficios emocionales de un masaje van mucho más allá de lo físico. Estos tratamientos no solo liberan la tensión muscular, sino que también estimulan la producción de neurotransmisores y hormonas que tienen un impacto directo sobre nuestro estado anímico. Como explica Bee Phung, "nuestros clientes vienen todas las semanas como parte indispensable de su rutina". Esta afirmación refleja la importancia de incorporar masajes regulares como una práctica que va más allá de la relajación momentánea, convirtiéndose en una herramienta fundamental para el equilibrio emocional.

El masaje tailandés y otros masajes orientales tienen la capacidad de estimular la producción de serotonina (el "antidepresivo natural" por excelencia), endorfinas (responsables del bienestar general), dopamina (relacionada con la felicidad) y oxitocina (la "hormona del amor"), lo que genera un profundo bienestar emocional. Estos neurotransmisores ayudan a reducir los síntomas de ansiedad, estrés e incluso depresión, promoviendo una sensación de calma y paz interior.

Los beneficios emocionales de los masajes incluyen:

Potente cura antiestrés de efecto inmediato: Al liberar tensiones físicas, el masaje facilita una relajación mental instantánea, ideal para combatir el estrés acumulado.

Calmante natural: El masaje ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, proporcionando una sensación inmediata de calma.

Refuerza el sistema inmunitario: Al estimular la circulación y promover la eliminación de toxinas, el masaje fortalece las defensas del cuerpo, favoreciendo una sensación general de bienestar.

Gran aliado détox: A través de la estimulación del sistema linfático, el masaje ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, promoviendo un estado de salud óptimo tanto física como emocionalmente.

Favorece la circulación sanguínea y la eliminación de toxinas: Esta mejora en la circulación permite que el cuerpo se oxigene mejor, lo que se traduce en mayor energía y vitalidad.

Favorece el tono muscular y reduce la tensión: La liberación de la tensión muscular no solo beneficia el cuerpo, sino que también contribuye a un estado mental más relajado.

Mejora la postura y aumenta la flexibilidad: Un masaje bien realizado favorece una mayor alineación corporal, lo que reduce molestias físicas y contribuye a un mayor bienestar emocional.

Facilita la relajación física y mental: Al reducir la tensión acumulada en el cuerpo, el masaje induce un estado profundo de relajación que afecta positivamente al estado emocional.

Estimula mente, cuerpo y espíritu: Un masaje completo equilibra el cuerpo a nivel físico y emocional, activando energías positivas y favoreciendo la salud integral.

Equilibra las funciones de los 4 elementos fundamentales del cuerpo: El masaje ayuda a armonizar los elementos vitales que nos componen: Tierra (estructura ósea y muscular), Agua (circulación y fluidos), Fuego (metabolismo) y Aire (respiración y circulación sanguínea).

Es esencial comprender que el masaje tailandés, al igual que otras terapias orientales, no solo busca tratar dolencias específicas, sino que se ofrece como una terapia integral, preventiva y de mantenimiento. Según Bee Phung, "aplicado regularmente, es una verdadera medicina preventiva para llevar una vida mucho más armoniosa y libre de estrés".

Masajes que transforman el estado emocional

El masaje tailandés no es el único tratamiento que se ofrece en lugares como The Organic Spa o Hotel Spa Niwa, en Guadalajara, un hotel-boutique especializado en Turismo de Salud. En estos centros también se ofrecen otros igualmente efectivos para el bienestar emocional, como el masaje balinés o el hawaiano Lomi-Lomi. Estos masajes, realizados con aceites esenciales de alta calidad, también tienen un impacto directo sobre las emociones, favoreciendo un estado de serenidad y conexión interna.

En el Hotel Spa Niwa, donde se utiliza miel y aceites esenciales de lavanda, se destaca la capacidad de estos masajes para calmar el nerviosismo y reducir la tensión emocional. "La lavanda es conocida por sus propiedades relajantes, calmantes y antiinflamatorias, y es una aliada perfecta para reducir la ansiedad", explican sus responsables.

El ritual de un masaje, con su proceso de bienvenida, la elección de aceites y exfoliantes y la conexión directa con el terapeuta, permite que cada sesión se convierta en una experiencia única, diseñada para restaurar el equilibrio tanto físico como emocional. Como enfatizan en The Organic Spa, el lugar debe estar preparado a conciencia para garantizar el relax total: "La luz tenue, el silencio absoluto y la música adecuada son fundamentales para crear el ambiente perfecto".

Los masajes no solo son una terapia física, sino un viaje hacia el equilibrio emocional y mental. Integrar esta práctica en la rutina semanal puede ser la clave para mantener un bienestar integral. Por ello, Pranamat, ha creado unos sets de masaje virales. Unas esterillas que, gracias a la presión de las púas, aumentan los niveles de energía, mejora la calidad del sueño, se combate el estrés, mejora la circulación y se relajan los músculos de la espalda o de las cervicales, entre otros beneficios, pudiendo hacerte un automasaje en cualquier momento.