Los que toman té sabrán que, más allá del sabor y los beneficios que se pueden recoger de cada infusión, se esconde un ritual que ha cautivado a muchos a lo largo de los siglos, especialmente a la realeza. Tal es el caso de la Reina Letizia, una de las mejores prescriptoras de la dieta mediterránea y de un estilo de vida saludable, por lo que a menudo la vemos disfrutando de bebidas como la kombucha —un probiótico con propiedades antiinflamatoria que ayuda a mantener nuestra microbiota en óptimas condiciones—, el té verde —el antiinflamatorio por excelencia— o el rooibos, libre de teína y con propiedades relajantes.

Es precisamente esta última una de sus favoritas, aunque no cualquiera, sino el rooibos 'Memorias de África', la infusión diseñada por Beatriz Parreño, una albaceteña que heredó de su abuelo, Tomás Ponce, el amor por al mundo de las especias. Hoy, ‘La Tienda del Té’ se distingue por el diseño de sus propios productos, realizando mezclas originales y personalizadas con materias primas naturales de primera calidad, lo que la convierte en un referente nacional para los amantes de esta bebida. Un exhaustivo trabajo en busca de la excelencia nos lleva a la adquisición de cosechas completas, previamente analizadas y rigurosamente seleccionadas, procedentes de países como China, India, Japón, Tailandia y algunos lugares de África.

Su prestigio la ha llevado a ser la diseñadora de los tés de lugares tan simbólicos como el hotel Mandarín Oriental Ritz de Madrid, el Heritage o el Wellington, donde también supervisa las tazas y teteras en las que se sirve, así como el programa de formación para que los empleados estén a la altura de este ritual. 

El rooibos con aroma a África que seduce a la Reina Letizia

El Rooibos es una planta originaria de Sudáfrica sin teína, lo que hace que sea una bebida ideal para niños y mayores dispuestos a disfrutar con sus aromas. Destaca por su poder antioxidante, que ayuda a combatir los radicales libres, así como sus propiedades antiinflamatorias y antivirales, lo que lo hace un aliado indispensable para las digestiones pesadas, y un buen compañero para los meses de invierno.

La Reina Letizia es asidua a este tipo de infusiones, puesto que evita las bebidas excitantes, siendo uno de sus favoritos ‘Memorias de África’, un diseño exclusivo que Beatriz Parreño lleva más de 15 años ofreciendo a su selecta clientela. “Es una fórmula que me costó bastante conseguir exactamente lo que quería, ya que fue una de las primeras veces que estuve en África. Me recuerda el momento cuando se pone el sol en Zanzíbar, en una terraza. Es algo muy exótico, pero también muy interior”, explica.

Rooibos

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Parreño no tiene reparos en reconocer que este rooibos es una maravilla, y no sólo porque lo eligiese la Reina: “Es muy versátil, relajante y te genera serenidad, además de que es muy diurético. Lleva canela, naranja, limón, especias y tiene el toque de invierno para tomarlo caliente en esta temporada y reunidos con la familia; aunque también lo puedes tomar frío con una rodaja de naranja”. Recuerda que no hace falta que se le ponga azúcar, puesto que ya de por sí es dulce gracias a las frutas deshidratadas como la papaya, la piña, la pera, la manzana, el plátano y la vainilla, aunque con un toque cítrico. “Todo es totalmente ecológico, natural y este en concreto es apto para celíacos”. 

¿Cómo debemos tomar este rooibos Memorias de África?

Lo interesante del té y de cualquier infusión, es saber prepararlo adecuadamente para poder beneficiarnos de sus propiedades y disfrutar de su sabor plenamente. De ahí la importancia de respetar ciertas liturgias (para algunos exageradas), como la temperatura o el tiempo de reposo, por no hablar de los materiales que vamos a elegir para servirlo. “Este rooibos aconsejo que se tome después de comer o para merendar, porque es muy familiar y está vinculado a la reunión y al compartir”, aclara la experta. 

Si te animas a preparar este delicioso rooibos dulce, con un toque cítrico y con cualidades antioxidantes, Parreño indica que debemos añadir una cucharada y dejarla reposar entre 7 y 10 minutos, con el agua a una temperatura de 100 grados. Si la prefieres fría, necesitaremos dos cucharadas, puesto que con el hielo la infusión se diluye y pierde intensidad. Un consejo: “No se puede meter al frigorífico. Esto es algo muy importante que nadie dice y se vende mucho la idea del té frío. El problema es que tanto el té como las infusiones, tienen el poder de absorber todos los olores, lo que hace que adquieran un sabor de óxido muy desagradable”.