No creemos que exista nadie que no haya oído el nombre de Ágatha Ruiz de la Prada, y mucho menos que no reconozca su estilo: una explosión de colores, estampados y maximalismo, que la han convertido en todo un referente en el sector fashion. Lejos de todo este mundo, vemos un lado lleno de sutileza y coherencia, en cuanto a los retoques estéticos se refiere.
A sus 64 años puede presumir de un aspecto rejuvenecido, manteniendo intacta su esencia y ese carácter lleno de vitalidad que tanto la define, que se extiende de sus diseños a su forma de entender la vida. Y es que esto es una de las cosas más difíciles de conseguir, y como prueba de ello tenemos a otras figuras públicas, pero no es el caso de la diseñadora.
Con la visión de una experta, hacemos un repaso por esos cambios que la han convertido en un referente de cómo afrontar el envejecimiento con dignidad (y un poco de ayuda).
Cuidado del contorno facial: el arte de redefinir sin cirugía
Uno de los grandes aciertos en la evolución estética de Ágatha Ruiz de la Prada ha sido el uso de rellenos en puntos clave. A medida que envejecemos, se pierde volumen en ciertas zonas, como los pómulos, los surcos nasogenianos o el mentón, que pueden hacer que luzcamos más cansadas o envejecidas.
Se podría haber realizado rellenos en la zona del pómulo para levantarlo.
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Esto no se aprecia en el caso de Agatha, donde los rellenos han sido sutiles y bien distribuidos. “Se deja entrever una discreta reposición de tercio medio (pómulo) que mejora el hundimiento que comenzaba a presentar en su ojera, la cual cruzaba parte de su región malar y ahora no”; afirma Paula Fabero, experta en medicina estética.
Eso sí, su rostro conserva la gesticulación con un resultado mucho más definido.
Este tipo de tratamiento cada vez es más habitual, ya que permite conseguir un rostro más terso sin necesidad de cirugía. En el caso de la diseñadora, este se ha hecho con buen gusto y sin excesos, evitando ese temido efecto "hinchado" que muchas veces nos encontramos en las celebrities.
Toxina botulínica: el retoque más popular
La toxina botulínica, conocida popularmente como bótox, es uno de los recursos más habituales entre mujeres mayores de 50 que desean prevenir o atenuar arrugas de expresión sin someterse a procedimientos invasivos. Agatha podría haber recurrido a ello, pero siempre con coherencia para no conseguir ese efecto “congelado”.
La diseñadora podría haber recurrido al bótox en el tercio superior.
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“Probablemente se haya realizado algún tratamiento de neuromoduladores en su tercio superior, pero considero que, de forma muy ocasional, ya que luce bastante natural y presenta arrugas de expresión en esa zona, pero no muy marcadas: entrecejo, frente y patas de gallo”, afirma Paula. Como resultado tenemos un rostro descansado y que respira naturalidad.
Blefaroplastia: consigue una mirada más despejada
Otra de las posibles intervenciones que se hubiera realizado Agatha es la blefaroplastia. Este procedimiento quirúrgico, que elimina el exceso de piel y grasa en los párpados superiores e inferiores, es uno de los más demandados a partir de los 50, ideal para rejuvenecer la mirada.
“Posiblemente se haya realizado un tratamiento de blefaroplastia, ya que su mirada actualmente luce mucho más abierta que cuando era más joven. Lo que también ha contribuido bastante a ello: el cambio en el diseño de sus cejas”, declara la experta. En su caso, la mejora es evidente: conserva esa chispa vital, pero sin el exceso de piel que suele dar una apariencia fatigada o apagada.
Una piel cuidada con buenos tratamientos
Por último, cabe destacar la calidad de su piel, que presume de un aspecto saludable. Hidratada, luminosa, sin manchas evidentes ni signos de deshidratación profunda, su cutis refleja constancia y disciplina cosmética. “Considero que se ha cuidado la piel bastante con buen skincare y tratamientos en cabina para potenciar y mejorar la calidad de su piel, luce fresca, sana, sin excesos”, comenta Paula.
Ágatha presume de una piel radiante, luminosa y con un aspecto rejuvenecido
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Algunos de esos tratamientos pueden haber sido la mesoterapia facial, los skinboosters, los tratamientos con vitaminas o incluso la radiofrecuencia facial, que ayudan a mejorar el aspecto de la piel, consiguiendo “quitar años” de forma efectiva. Eso sí, estamos seguras de que en su neceser no pueden faltar activos como el retinol o la Vitamina C, que ayudan a conseguir ese acabado glow y sin signos marcados de la edad.
Con todo ello, Ágatha Ruiz de la Prada ha demostrado que tiene un lado sencillo y sin excentricidades. Y es que esto son dos conceptos que hay que aplicar en el terreno de los retoques estéticos, ya que es muy fácil perder de vista la coherencia. “Siempre hay que acudir a un buen profesional médico que te realice un buen diagnóstico, te asesore e individualice tu tratamiento facial.
Manteniendo siempre la esencia de cada uno, sin transformaciones ni resultados excesivos. Apostando por una medicina preventiva, cuidada y sana”, finaliza la experta.