Entre los 35 y 45 años, el organismo cambia y se ralentizan los procesos celulares, por lo que la flacidez y los kilos se acumulan con más facilidad, especialmente en la zona abdominal. Pero tranquila, porque todavía estás a tiempo de conseguir tu objetivo y lucir una tripa dura y lisa este verano. No esperes más y sigue estos consejos.

1- Revisa tu dieta una vez más

Las causas de la flacidez abdominal son diversas. Primero, las subidas y bajadas de peso constantes y los embarazos, que estiran los músculos del abdomen y hacen que éste se destense. Pero hay otros factores que también influyen considerablemente, como el estrés o una mala alimentación. Cambiar tu estilo de vida es el primer paso para lograr tu meta. Evita las grasas malas y las bebidas azucaradas, no abuses de las legumbres y añade infusiones depurativas en tu día a día.

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2- Haz ejercicio, pero sin obsesionarte

No te obsesiones solo con tu tripa. Mejor combina el ejercicio cardiovascular con el específico para la zona del abdomen. Opta al principio por aeróbicos (bici, correr, nadar...), te ayudarán a perder la grasa localizada. Además, son ejercicios muy completos que mejorarán todo tu cuerpo. También los abdominales te servirán para a recuperar la musculatura. Lo último entre las celebrities es la plancha: se realiza sosteniendo tu cuerpo en el suelo de manera estática como si fueras a realizar flexiones de brazos.

3- Exfolia una vez por semana

Para acabar con la flacidez del abdomen la exfoliación semanal es fundamental, ya que estimula la regeneración celular y con ella la piel se vuelve más receptiva para absorber las cremas posteriores. Lo ideal es elegir exfoliantes que favorezcan la producción de colágeno, como el ácido hialurónico.

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4- Apuesta por las cremas

Utiliza cremas o geles específicos para combatir la grasa y la flacidez abdominal. Recuerda  aplicarlos una o dos veces al día, según indique el producto. En la constancia está la clave. Entre sus activos no deben faltar la lipocafeína, un descongestivo que ayuda a metabolizar la grasa; gingko, un potente come-grasas; cáscara de mandarina, un buen drenante; extracto de té, muy adelgazante; y extracto de algas, que es de los activos más revolucionarios, ya que además de ser reafirmante también lucha contra la piel de naranja.

  • La aplicación correcta: calienta el producto en tus manos y, a continuación, déjalo sobre el abdomen. Después, con las palmas abiertas, realiza un masaje con movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj. Se debe hacer en este sentido debido a que es la misma dirección en la que se hace el proceso digestivo, por lo que estarás activándolo.
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5- Alíate con tratamientos en cabina

Existen protocolos totalmente personalizados que logran reducir la grasa localizada y reafirmar la piel, consiguiendo así un abdomen más esculpido y tonificado. Uno de ellos es Prothermic. Se trata de un sistema multifunción único, ya que en él actúan en sinergia las cuatro tecnologías más eficaces en una misma sesión: radiofrecuencia, vacumterapia, crioterapia y luz LED. Con un único manípulo se disminuye visiblemente el volumen de grasa corporal a la vez que elimina la retención de líquidos. Mediante la fusión de todas las tecnologías se genera un resultado inmediato en el incremento de la circulación sanguínea, un efecto lipolítico y lifting muy potente, descompresión de líquidos y oxigenación de los tejidos. Las sesiones de este tratamiento duran alrededor de una hora. ¿Su precio? 140 euros por sesión y zona.

+Info: Centro Mem