Existen falsas creencias sobre la relación entre el ejercicio físico y la perdida de peso que tenemos que desterrar, pero también sobre otros aspectos como la musculación. De hecho, vivimos rodeados de teorías erróneas que damos por ciertas y que no lo son. Alexander Pérez, CEO fundador de Wonder Medical, nos habla sobre algunos de estos mitos.

Agotarse significa obtener mejores resultados

Se suele creer que el nivel de agotamiento después del ejercicio físico es indicativo de su eficacia, y nada más lejos de la realidad. Tener agujetas el día después no significa que hayamos realizado un esfuerzo correcto: “La filosofía del ¨No Pain, No Gain¨ (sin dolor, no se gana) es la causa de que muchos abandonen las rutinas de ejercicios por no estar acorde a su ritmo de entrenamiento. Debemos ser conscientes de que nuestro organismo no puede cada día entrenar con la más alta intensidad y con la motivación a tope”.

Sudar ayuda a quemar calorías

Posiblemente es el más común de todos, cuando la realidad es que el hecho de sudar no tiene ningún efecto para eliminar calorías, al igual que no es aconsejable vestirse demasiado para tratar de sudar más: “Cuando sudamos eliminamos líquidos y esto puede tener efectos no deseados. La sauna no es una actividad física y no nos ayuda a librarnos de la grasa indeseada. Muchas personas aún utilizan fajas o ropa gruesa para ejercitarse sin pensar que estos métodos sólo logran eliminar agua y que el cuerpo puede llegar a deshidratarse. Sudamos cuando nos deshidratamos y por eso no hay que hacer ejercicio con mucha ropa ni tampoco en un ambiente muy caluroso”.

young fitness woman doing pilates exercise

La edad para el ejercicio físico

Escuchamos continuamente que pasada cierta edad el ejercicio ya no ayuda. Sin embargo, todos los estudios llevados a cabo demuestran que las actividades deportivas que se realicen de manera regular, sin importar la edad, siempre serán beneficiosas para la salud: “Pueden ser al aire libre con el objetivo de prevenir enfermedades cardiovasculares y aumentar la oxigenación, la capacidad pulmonar y reducir los problemas respiratorios. Para las personas de la tercera edad, se recomiendan actividades que desarrollen la resistencia y mejoren la salud del corazón, como caminar, nadar o andar en bicicleta, así como el pilates y el yoga, que además les dará agilidad y flexibilidad”.

El ejercicio físico “mañanero” con el estómago vacío

Un mito igualmente muy extendido. El mejor momento para ejercitarse físicamente es aquel en el que podamos hacerlo de forma consciente y pueda convertirse en un hábito. Los estudios demuestran que es indiferente el momento del día, ya sea mañana, tarde o noche: “Se suele creer erróneamente que entrenar en ayunas obliga al organismo a consumir las reservas de grasa, sin embargo, se ha demostrado que se necesita la presencia de glucosa en el organismo para poder desencadenar la quema de calorías. Si nos quedamos sin glucosa almacenada, el efecto será el contrario y comenzaremos a quemar músculo. Comer un pequeño snack 30-60 minutos antes de entrenar, nos proporciona la energía para entrenar de una manera más cómoda, agradable y eficaz, consumiendo más calorías y obteniendo mejores resultados”.

El ejercicio aeróbico adelgaza y las pesas sólo generan músculo

Cada vez son más los estudios científicos que demuestran que los entrenamientos controlados de alta intensidad con resistencia, como pesas, cintas elásticas, isométricos, muelles... son mucho más eficaces que los aeróbicos, requiriendo menos tiempo y provocando una mayor consumo calórico: “Está claro que un mayor volumen corporal de músculo requerirá un aumento del metabolismo basal, con lo cual consumiremos energía incluso estando en reposo. Evidentemente, ambos tipos de ejercicio cuentan con numerosos beneficios para el control de peso y la salud, y requerimos un correcto equilibrio entre ambos”.